Castilla-La Mancha experimentará un descenso en su población en los próximos 15 años según las proyecciones realizadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Cada vez nacerán menos niños y los castellano-manchegos están emigrando al extranjero. Son algunas de las conclusiones de mantenerse el actual ritmo demográfico.
La pérdida de población se extendería a la mayoría de comunidades autónomas en los próximos 15 años, según el INE. Castilla-La Mancha perdería casi 30.000 habitantes (un 1,4%) entre 2015 y 2029 con una población, en esta última fecha, de 2.046.895.
Una tendencia que se invierte, ya que entre 2002 y 2014, la región había ganado 313.340 habitantes (un 17,8% más).
El saldo vegetativo en la región sería negativo, en concreto del -14,6%, es decir, las defunciones en los próximos 15 años superarían al número de nacimientos.
Además, en ese mismo periodo de tiempo, Castilla-La Mancha se verá afectada por las migraciones. Muchos decidirán dejar la región para marcharse al extranjero por lo que el saldo migratorio con extranjero será negativo (-3,6%). En cambio, en lo que se refiere a las migraciones interiores, entre autonomías, Castilla-La Mancha atraerá población de otras regiones, con un saldo positivo del 3,8%.
En el conjunto de España se perderá un millón de habitantes
De hecho, y en líneas generales, la población de España descendería un 0,15% en 2014, continuando con la tendencia negativa iniciada en 2012, en caso de mantenerse las tendencias demográficas actuales. Y en los próximos 15 años, España perdería 1.022.852 habitantes (un 2,2%). Una cifra que, en los próximos 50 años superaría los 5,6 millones (un 12,1%). De esta forma, la población se reduciría hasta 45,8 millones en el año 2024 y hasta 40,9 millones en 2064.
Las razones tienen que ver con el progresivo aumento de las defunciones y la disminución de los nacimientos, fenómeno especialmente acusado a partir de 2040. Y es que la edad media a la maternidad, que se sitúa actualmente en 31,7 años, seguiría creciendo paulatinamente hasta acercarse a los 33 años al final del periodo.
El descenso en el número de nacimientos vendría determinado, sobre todo, por la reducción del número de mujeres en edad fértil.