Estas malas noticias para Takata deberían ser buenas para sus dos grandes
rivales, Autoliv y TRW Automotive. El
fabricante sueco Autolive lidera este mercado, con un tercio del total. TRW
está a la par de Takata, y se reparten ambos una cuarta parte de todo el
pastel. Todavía están por ver las consecuencias que sobre el sector tendrán las
revisiones anunciadas por Toyota y Honda, pero no parece que éstas vayan a
suponer un gran cambio, ya que Takata seguirá teniendo un papel
importante en el montaje de air bags a nivel mundial.
Un artículo aparecido en
Business Week, apunta a que, aunque Takata
cuenta con muchos clientes en occidente, como General Motors y BMW, está
muy ligada a los fabricantes japoneses. Estas relaciones son los
suficientemente fuertes y duraderas como para que se rompan, pese al escándalo
de las revisiones. Las marcas japoneses seguirán confiando en Takata.
Takata y sus clientes japoneses vienen trabajando codo con codo desde hace
mucho tiempo. En otras industrias, las empresas pueden cambiar de proveedores
con cierta facilidad, dice el semanario, pero en la automoción, cambiar
de proveedor de air bags supone mucho tiempo y también mucho dinero.
Según los expertos, un cambio así supone unos dos años de trabajo, incluyendo
problemas legales y regulatorio. Por ello, es menos costoso cerrar los ojos y
seguir confiando en un proveedor que da problemas.