Artur Mas asume por fin que no habrá consulta el 9-N
> ERC amenaza con una declaración unilateral de independencia
lunes 13 de octubre de 2014, 22:24h
La Generalitat descarta que la consulta del 9 de noviembre pueda hacerse
finalmente basándose en el decreto de convocatoria que firmó el
presidente Artur Mas, por lo que busca alternativas para hacerla
posible. Esta mañana hará pública su propuesta mientras ERC amenaza con una declaración unilateral de independencia.
Artur Mas ha desistido. Después de mantener durante más de dos
semanas un pulso con el Estado, el presidente de la Generalitat ha
reconocido que no puede celebrar la consulta independentista tal y
como la había diseñado en el decreto de convocatoria que firmó con
gran boato el pasado 26 de septiembre. Ese decreto y la Ley de
Consultas Populares están suspendidos por el Tribunal
Constitucional. Esa es la cruda realidad.
Tras una tercera reunión con los partidos del bloque soberanista,
CiU, ERC, ICV y la CUP, celebrada esta tarde en el Palau de
Pedralbes, Mas ha decidido tirar la toalla. Algo que ya se venía
anunciando los últimos días, ya que el Govern no había publicado
el censo de votantes ni el listado de los lugares de votación tal y
como preveía el decreto de convocatoria.
Esta noche a la salida del encuentro, el líder de ICV, Joan
Herrera, ha explicado a los medios de comunicación que en la reunión
semanal del Consell Executiu, que se celebrará mañana como cada
martes, el Govern desvelará cuál es el siguiente paso, o lo que es
lo mismo, anuncioará qué va a proponer como sustitutivo de su
fracasado referendo.
Las posibilidades son variadas. La primera, la que más gustaría
a ERC, socio de CiU en la sombra, sería lo que en las redes sociales
se ha dado en llamar el "butifarréndum", es decir, una
consulta festiva y carente de legalidad en la que los
independentistas, se supone, acudirían a votar en masa y los
unionistas, también se supone, se quedarían en su casa.
Esta propuesta tiene el inconveniente de que su resultado no
podría esgrimirse como válido ante ningún foro internacional serio
e incluso podría llegar a rozar lo ridículo. Pero a Mas le serviría
para decir que ha cumplido su promesa de sacar las urnas a la calle
el 9-N. Algo que en realidad harían la Asamblea Nacional Catalana y
Òmnium Cultural, pues el Govern, por el mandato del Constitucional,
debe abstenerse de cualquier actividad relacionada con la celebración
del referéndum aunque éste sea de mentirijillas.
Proceso alternativo
Hay una segunda opción consistente en aplicar el título tercero
de la Ley de Consultas Populares, que no ha sido impugnado por el
Gobierno central ante el Constitucional. Este título regula los
"procesos de participación ciudadana" tales como
encuestas, audiencias públicas o foros de participación. Hoy
cobraba fuerza el rumor de que el Govern podría sustituir la
consulta por una megaencuesta, pero a estas alturas parece también
difícil que pueda organizarla con las mínimas garantías
democráticas.
A Mas le queda una última opción: adelantar las elecciones. El
president se resiste a convocar unas autonómicas corrientes y
molientes, porque sabe que sus siglas están muy debilitadas por el
proceso independentista y por la corrupción. Es más, todas las
encuestas dan como ganadora de unos comicios de ese tipo a Esquerra.
Lo que Artur Mas ya no ve con malos ojos es convocar esas mismas
elecciones, pero con carácter plebiscitario y acudiendo coaligado en
una lista única con la ERC de Oriol Junqueras. De momento, el líder
republicano se resiste a aceptar esa propuesta. Así que no queda más
remedio que esperar a mañana para ver si el presidente catalán se
inclina por alguna de estas opciones o si se saca un conejo de la
chistera para sorpresa de todos.
No obstante, todo apunta a que la opción más probable es la de
unas autonómicas, de las que ERC, será la virtual ganadora. La
formación republicana ha enviado esta noche un comunicado en el que
arremete contra el Gobierno central por impedir el referendo y contra
el catalán por tirar la toalla. En esa nota, ERC apunta a la
celebración de elecciones y, en caso de resultar ganadora, a
declarar la independencia de forma unilateral.