La ralentización del crecimiento de la
eurozona, con especial preocupación en Francia e Italia, y el miedo a
las posibles consecuencias económicas del ébola ha roto la racha en la
bolsa española. Sólo en esta fatídica semana, el IBEX se ha dejado un 4
por ciento, aunque es cierto que aún conserva ganancias en lo que va de
año, cosa que no ocurre, por ejemplo, en el caso de la bolsa alemana. El lunes, el gobierno alemán va a rebajar las previsiones de
crecimiento de la economía de ese país, perspectivas que junto a las de
Francia e Italia ya había enfriado el FMI en su informe de otoño. No lo
hizo en el caso de España, para el que incluso ha mejorado las
previsiones. En todo caso, no hay nadie que no esté preocupado por el
efecto que pueda tener sobre la economía de la eurozona y por ende en la
mundial, el empeoramiento del estado de salud de los grandes de Europa.
Además de esta preocupación, esta semana ha planeado sobre el
mercado el efecto económico que pueda tener el caso de ébola detectado
en España y la propagación de este virus en el mundo. Estos días veíamos
como en la bolsa española empresas ligadas al sector turístico perdían
muchos millones de capitalización. Ahora bien, es algo pasajero motivado
por el miedo inicial, o realmente hay que estar preocupados en el corto
y medio plazo. Daniel Lacalle, flamante vicepresidente de Pimco,
escribía a propósito de este asunto que más que las consecuencias
directas "lo que el ébola pone de manifiesto es la fragilidad del
sistema y que cualquier problema inesperado -cisne negro- puede poner en
peligro la débil recuperación y pinchar la burbuja de euforia creada
por la expansión monetaria".
Veremos el comportamiento de los mercados esta semana. El miedo y
la incertidumbre pueden seguir lastrando los índices. El miedo es libre y
fuera de control. En lo económico, el BCE insiste en que tiene un "as"
en la manga e insta a los países a reformar sus mercados laborales para
ser más flexibles y provocar más movilidad interregional y
transfronteriza en las economías de la eurozona. Cree Draghi que así se
podría reducir el riesgo de que gran parte del paro actual pueda
convertirse en estructural. En España, hay que esperar hasta el próximo
día 23 para conocer la EPA, aunque las perspectivas publicadas por la
patronal de las empresas de trabajo temporal auguran que en el tercer
trimestre se habrían creado 159.000 empleos y que el paro caería en unos
100.000. Cifras que claramente hablarían ya de cambio de tendencia.