La directiva del club ha enviado una carta al presidente del pacto por el
derecho a decidir,
Joan Rigol, comunicándole su apoyo. Arrancar ese respaldo no
ha sido fácil. La directiva del Barça se reunió el lunes y optó por no sumarse
al pacto sabedora que entre su afición hay de todo, independentistas y no
independentistas.
Cuatro días después, esta mañana, la junta ha decidido por fin apoyar a
Mas,
pero lo ha hecho por la puerta trasera, enviando a Rigol una carta a la que el
club no ha dado publicidad. Pero Rigol, ex presidente del Parlament, no ha
perdido el tiempo y se ha puesto en contacto con los medios de comunicación. El
Barça dará más explicaciones a través de un comunicado a eso del mediodía.
Para Mas, es un balón de oxígeno que el Barça, que al fin y al cabo, es más
que un club, lo apoye. Pero aun teniendo al Barcelona de su lado, la situación
del president es más que incómoda. Cada vez tiene menos tiempo. Para celebrar
una consulta como Dios manda dentro de 29 días, tendría que tener ya listo el
censo y decididos los lugares de votación.
No hay nada de eso, porque las fuerzas soberanistas son conscientes de que
la consulta no puede celebrarse de forma legal al haber sido suspendida por el
Tribunal Constitucional. El plan B de Mas es lo que ya se ha dado en llamar el
"butifarréndum", es decir, un referéndum lúdico festivo en el que, en
principio, votarían solo los independentistas muy convencidos y que no tendría
ningún valor jurídico.
En la reunión de anoche se habló de qué posibilidades tendría ese
"butifarréndum" de parecer algo serio. Los participantes en el
encuentro calculan que si vota el 60% de la población y lo hace
mayoritariamente a favor del sí a la independencia, esa consulta lúdico festiva
tendría valor moral, aunque no legal, y serviría para mostrar al Gobierno
español y al mundo entero que Cataluña es mayoritariamente secesionista.
Pero este plan B, como la unidad de los partidos soberanistas, pende de un
hilo. Son muchas las dificultades para organizarlo, porque requiere de la
colaboración de los Ayuntamientos y, de momento, la mayoría de los municipios
no se han implicado en el proyecto. Como dijo el líder de ICV,
Joan Herrera,
ayer al salir de la tensa reunión, "la semana que viene será
crucial".
Y es que si se llega al 15 de octubre sin acuerdo, Mas se verá obligado a
convocar una elecciones anticipadas, algo que ha estado tratando de evitar
consciente de que las expectativas electorales son nefastas para su partido.
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