Los millones del pobre minero
viernes 10 de octubre de 2014, 11:18h
Fernández Villa fue
ejemplo de reivindicación, lucha sindical, austeridad, solidaridad con sus
compañeros...
No
dudo que sin él en el sindicato y en el PSOE la vida del sector hubiese sido más
breve y que sus miembros hubieran vivido mucho peor. Pero ninguno de ellos, ni
el más listo ni el más corrupto, habría conseguido ahorrar -y esconder- al
menos 1,4 millones de euros. La verdad es que son muy pocos nuestros
compatriotas -incluida la familia Pujol-
que han conseguido amasar semejantes fortunas.
Pero
a lo mejor uno está confundido del todo. Durante estos años en que todo parecía
sólido y algunos se forraban hasta salirse de la tabla -según analiza en su
último y magnífico libro Antonio Muñoz
Molina-, el dinero público se movió a espuertas y sin control, pasando por
las generosas manos de amigos, familiares, paniaguados y asesores de los
políticos de turno. Y durante estos años, precisamente, Fernández Villa fue
quien más hizo y deshizo en el Principado de Asturias. Y así le fue.
Los
españoles pagamos de nuestros impuestos -entre 1998 y 2012- 4.484 millones para
que pudiese subsistir una minería de carbón mucho más cara que la polaca, por
ejemplo. Y ha llegado a probarse -está en los Tribunales- que se compró mineral
extranjero, haciéndolo pasar por español, para quedarnos así con los
correspondientes subsidios de la Unión Europea.
¿Cuántos
de estos millones habrán ido a parar a otras manos que las de Fernández Villa?
¿Cuántos otros sindicalistas, políticos, empresarios... habrán robado impunemente
el dinero de nuestros impuestos sin habérseles exigido ninguna responsabilidad
hasta ahora?
A
medida que los ciudadanos vamos conociendo estos flagrantes y sabidos
latrocinios, hasta nos parece un simple cachondeo el que unos chuloputas se
hayan gastado en vino, safaris o electrónica de El Corte Inglés los
sobresueldos en forma de tarjetas de crédito opacas de las Cajas de Ahorro.
Y,
encima, no han declarado a Hacienda esos ingresos. ¡Serán miserables!
Diplomado en la Universidad de Stanford, lleva escribiendo casi cuarenta años. Sus artículos han aparecido en la mayor parte de los diarios españoles, en la revista italiana Terzo Mondo y en el periódico Noticias del Mundo de Nueva York.
Entre otros cargos, ha sido director de El Periódico de Barcelona, El Adelanto de Salamanca, y la edición de ABC en la Comunidad Valenciana, así como director general de publicaciones del Grupo Zeta y asesor de varias empresas de comunicación.
En los últimos años, ha alternado sus colaboraciones en prensa, radio y televisión con la literatura, habiendo obtenido varios premios en ambas labores, entre ellos el nacional de periodismo gastronómico Álvaro Cunqueiro (2004), el de Novela Corta Ategua (2005) y el de periodismo social de la Comunidad Valenciana, Convivir (2006).
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