El rehén británico fue amenazado por la milicia suní el mes pasado en
un vídeo que mostraba la ejecución del cooperante David Heines, también
de origen británico. En esa grabación, un hombre vesitdo de negro
advirtió que Hening moriría si el Gobierno de David Cameron seguía
luchando contra el yihadismo. Londres no solo no cesó en su lucha sino
que la aumentó por petición de Bagdad. El 26 de septiembre, la Cámara de
los Comunes aprobó el incio de los ataques aéreos en Irak, y cuatro
días mas tarde comenzaron los bombardeos.
"Por la decisión de nuestro Parlamento de atacar Estado Islámico, yo,
como miembro de la ciudadanía pagaré el precio", dijo Henning en la
grabación en la que aparecía arrodillado. Henning, con esposa y dos
hijos y taxista de profesión, se encontraba en Siria trabajando como
voluntario humanitario cuando fue secuestrado en diciembre de 2013. El
pasado martes, su mujer Barbara reclamó su liberación: "es inocente".
El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, condenó el
presunto asesinato del rehén británico Alan Henning y afirmó que este
demuestra "lo bárbaros y repugnantes que son estos terroristas". "Mis
pensamientos y plegarias están esta noche con la esposa de Alan,
Barbara, sus hijos y todos los que le querían", dijo el jefe del
Gobierno de Londres.
Cameron recordó que el taxista de Salford (norte de Inglaterra) había
ido a Siria "a ofrecer ayuda humanitaria a gente de todas las
religiones cuando más lo necesitaban". "El hecho de que fuera tomado
como rehén cuando trataba de ayudar a los demás prueba que la
depravación de estos terroristas de ISIL (como llama Londres al Estado
Islámico, EI) no tiene límites", declaró. "Haremos todo lo posible por
capturar a estos asesinos y llevarlos ante la justicia", prometió
Cameron.
Con la decapitación de Henning ya son cuatro los rehenes occidentales asesinados por los yihadistas en este país.
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