Román Gubern: "La red es un pozo sin fondo, en el que vale lo mismo el 'paper' del sabio de Harvard, que el 'paper' del tonto del pueblo"
>> "Nos hacemos la ilusión de que internet es el pozo de la sabiduría, y no lo es" >> "Hoy tenemos más medios, más canales, más instrumentos pero, en general, tenemos peor información que hace 20 años" >> "Piratear un libro que hace solo unas semanas que ha salido al mercado, me parece una forma de robo a mano armada"
jueves 25 de septiembre de 2014, 20:16h
Román Gubern (Barcelona, 1934) escritor,
historiador, apasionado y estudioso del
cine, y analista lúcido de los medios de
comunicación de masas, es un intelectual crítico y claro. Reconocido
internacionalmente, ha trabajado como investigador en el Massachusetts Institute
of Technology y ha sido profesor en la University of Southern California (Los
Ángeles) y en el California Institute of Technology (Pasadena), director del
Instituto Cervantes en Roma y presidente de la Asociación Española de
Historiadores del Cine. Ha sido
catedrático de Comunicación Audiovisual en la Facultad de Ciencias de la
Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona. Es miembro de la American
Association for the Advancement of Science, de la New York Academy of Sciences,
de la Academia de Bellas Artes de San Fernando y del comité de honor de la
International Association for Visual Semiotics. Entre sus libros figuran: Historia del cine (1969), Mensajes icónicos en la cultura de masas
(1974), El cine español en el exilio (1976), El simio informatizado (Premio
Fundesco, 1987), La mirada opulenta. Exploración de la iconosfera contemporánea
(1987), La imagen pornográfica y otras
perversiones ópticas (1989), Espejo
de fantasmas. De John Travolta a Indiana Jones (1993), Del bisonte a la realidad virtual (1996), Proyector de luna. La
Generación del 27 y el cine (1999), El Eros
electrónico (2000) y,
últimamente, Navegando por internet
Con
Gubern se puede hablar de lo que sea (o
casi), con la seguridad de que su criterio
debe de ser tenido en cuenta. Nosotros
nos restringiremos a la red y, quizás, al final, le preguntaremos también
por el futuro de su Cataluña, que es
también la de Mas y de ERC.
J.M.Vila:
Vd.
ha reflexionado mucho acerca de la sociedad
actual y los medios de comunicación que las mueven. Yo lo veo como una
especie de psiquiatra social y por eso me
atrevo a formularle esta pregunta: ¿Cómo calificaría el estado de salud mental en el que hoy se encuentra la
sociedad occidental?
R. Gubern: Yo
diría que turbulento. Y digo turbulento porque ha sufrido cambios muy drásticos; en el ámbito de los medios, está en un tránsito de los tradicionales , en soporte papel , y
también electrónicos , como la radio y la TV tradicionales , a otros
nuevos medios electrónicos y este
es un cambio fundamental tanto en lo económico, como en procedimientos o
en su influencia social. La decadencia de la prensa en papel tampoco es
compensada suficientemente por la prensa digital. Por un lado, los
números no cuadran y por otro, hacer periodismo
de investigación es caro (mandar
a un corresponsal a Ucrania o a Irak
para que haga crónicas in situ, tiene un
coste) y el periodismo actual es más de "comida rápida", para que se me entienda. Es verdad que hay
periódicos como el Wall Street Journal y
algunos otros, que han decidido cobrar por su edición digital o por
consultas en la red, pero tampoco con ellos
acaban de salir los números. En
otras palabras, que en estos momentos estamos en un tiempo de transición entre un viejo modelo de papel
que está en decadencia, moribundo,
y un nuevo medio, el electrónico en la red, que está emergiendo...
Por
otra parte, la irrupción de la TDT, que se preveía como un gran maná para los
medios, en la práctica ha resultado que
hay más oferta que mercado. En esta situación hay dos alternativas: el
sensacionalismo (modelo Tele 5), o el raquitismo (horóscopos, videoclips, etc.).
Las televisiones públicas , por otra parte,
en manos de los poderes
nacionales, regionales o municipales,
y eso comporta de forma
inevitable que caigan en el propagandismo institucional a favor
del partido gobernante, y que no sean objetivas y neutrales. Resumiendo,
estamos en una etapa de transición donde
el nuevo modelo está intentando nacer. Como decía Gramsci, lo viejo se resiste
a morir, y lo nuevo se resiste a nacer.
Y esta etapa se caracteriza también
porque hay mucha comunicación, pero poca
información.
JMV.-: Creo que ha
omitido Vd. una diferencia fundamental
entre el viejo periodismo de papel
y el nuevo periodismo de internet: Mientras el primero, el de
papel, aboca a la reflexión, el de internet
inclina más a la fascinación, ¿no le parece...?
RG.-:
Tiene Vd. razón. El periodismo de
internet tiene, además, la falta de garantías
porque, muchas veces, detrás hay un fantasma. Así como en el periodismo
de papel, debido a su larga tradición, siempre
hay rostros conocidos,
en internet la información se
genera de forma semianónima, o de padres desconocidos y eso le resta impacto. Por otra parte, además, los focos de
información en internet son muchos y muy poco fiables. Hay muchas noticias que han aparecido en la red, que
inmediatamente se han descubierto
falsas, que han sido posteriormente desmentidas. Y es
que, ya se sabe, lo importante ahí es el scoop,
ser el primero en dar el golpe, en hacerse notar. Hablo del sensacionalismo como fórmula
de captar mercado. Pero el sensacionalismo tiende a la entropía, a la degradación de la
calidad de la información. En general, hoy en día, tenemos mucha menos calidad en la información que hace
20 años. Tenemos más medios, más canales, más instrumentos pero, en general, tenemos peor información. Salvo en prensa muy elitista No es lo mismo Le
Monde, que un periódico gratuito que
se reparte en el metro, porque hay todavía jerarquías de calidad que las marcan
diarios como el Washington Post, The New
York Times o el
Wall Street Journal, por ejemplo, que son publicaciones que aspiran a
ser de élite, porque cuidan más sus
fuentes de información, etc. Pero esa prensa es minoritaria, aunque muy
influyente. Internet es, sin embargo, un
totum revolutum en donde cabe de todo: hay mentiras,
escándalos, espontáneos... En cualquier caso, no hay que subestimar las
redes sociales, como se vio en las revoluciones árabes (Túnez, Egipto, Libia...) que han tumbado a dictaduras. Eso está muy bien, pero lo que
ocurre es que a la hora de votar democráticamente han salido ganadores en todos los casos gobiernos islamistas. ¿Por qué? Porque, al
fin y al cabo, las redes sociales están
manejadas por una minoría de jóvenes letrados, pero a la hora de votar, votan todos:
analfabetos, semianalfabetos y letrados, y los primeros son mucho más numerosos. Esto demuestra, al mismo tiempo, las
debilidades de la red, que es un pozo sin fondo, en el que vale lo mismo el paper
del sabio de Harvard, que el paper del tonto del pueblo. Luego ya
vienen las discriminaciones que hacen los expertos. La única forma de sustraerse a ese peligro son las suscripciones de pago, que
dan mayor fiabilidad pero esa
fórmula es hoy minoritaria. Las consultas en la Enciclopedia
Británica son fiables, pero hay que
pagarlas; las de Wikipedia, no se pagan, pero tampoco son fiables.
De
cualquier forma, no conviene
minusvalorar la fuerza de la red.
De hecho, los poderes fácticos la
vigilan e intervienen en ella
constantemente pro domo sua, es
decir, en su propio beneficio. Y hablo tanto de la CIA, como del Vaticano, como del Kremlin o La Moncloa o la Casa Real Británica. Pero tampoco hay
que deificarla porque adolece de fiabilidad, como ya le he dicho. Déjeme que le cuente un pequeño ejemplo personal que ilustra muy bien este tema. En Wikipedia, hace varios meses, permaneció durante mucho tiempo
al buscar la voz "Román Gubern" que mis
obras estaban traducidas a más de
70 idiomas. Eso estuvo ahí puesto durante meses y meses; hasta el punto que, una vez que fui a dar una conferencia a la Universidad de los
Andes, en Venezuela, la profesora que me presentó en público utilizó el dato y yo me dije: "ya
sé de dónde ha sacado esta información
errónea". En definitiva, que la red
ha introducido muchas distorsiones, pero también es una fuente de
riqueza inmensa; ha habido delitos
que se han descubierto,
precisamente por la red, o alarmas que
se han suscitado a través de ella y que han despertado a la comunidad
internacional pero, en general, yo diría
que la falta de control de calidad que hay en internet hace que sea un instrumento sobre el
cual pesa todavía la duda de su fiabilidad.
JMV.-:
Hacen
falta muchos más estudios críticos acerca
de internet para que sus usuarios den
el justo valor a lo que utilizan
tan fácil y cotidianamente, ¿no?
RG.-:
Ya han empezado a aparecer algunos libros
muy interesantes sobre la red.
Por ejemplo, el de una psiquiatra
americana que está traducido al español
con un título distinto. En concreto se titula El amor por internet. Esta
psiquiatra se había especializado
en patologías derivadas del uso de la
red (depresiones amorosas, expectativas
sentimentales fallidas, etc.) y contaba
muchos casos empíricos que descubrían muy claramente los claroscuros de la red. La red, desde luego, tiene un potencial enorme.
Déjeme que le recuerde que la red nació en Estados Unidos con fines inicialmente militares para poner en contacto al Pentágono con las universidades que estaban llevando a cabo investigaciones tecnológicas y, justamente en
1991, cuando se hunde la Unión
Soviética, es cuando internet
pasa a ser de uso público. Y, aunque yo
critico la red, soy también un usuario
frecuente de ella. Si tengo que buscar, por ejemplo, la fecha de nacimiento de
Lope de Vega, no me levanto a
consultarla en la Enciclopedia Británica, sino que recurro a Google para encontrarla. Este es un efecto muy
interesante de internet: la muerte de las enciclopedias importantes, como la Británica o la Larousse.
Yo tengo en casa una de las últimas ediciones en papel de la Enciclopedia Británica, (creo que es
del 95 o 96) y, aunque recurro a ella con frecuencia, también lo hago
con internet.
JMV.-: Los modelos que se crean en la red son
modelos sin valores, sin consistencia. Aquí caben lo mismo un héroe
de un videojuego que un yihadista
sirio que le corta el cuello a un periodista británico. Esto es
verdaderamente terrible, ¿no le parece?
RG.-: Nunca
habíamos tenido una mediasfera tan rica
en variedad de ofertas. Hasta ahora habíamos hablado de la galaxia Gutenberg (Borges citaba
la biblioteca de Babel...), pero
nunca habíamos tenido al alcance de la
mano, en un soporte tan pequeño como un ordenador , encima de la mesa de nuestro despacho, un pozo sin fondo con el que poder acceder a una cantidad gigantesca de
información, como nunca antes había sido
posible. Pero la contrapartida de
esa información tan abundante es que su fiabilidad es escasa. Hay que aprender a reconocer cuales son las fuentes fiables. Si uno busca
una palabra en español recurre a la web
de la Real Academia de la Lengua
Española; si quiere una
referencia bibliográfica seria, a la
biblioteca de la Universidad de Harvard, pero el 90 por ciento de lo que
circula por la red, no es nada fiable.
La gente comete errores
descomunales por haber usado ciertos datos extraídos de Wikipedia. Nos
hacemos la ilusión de que internet es el
pozo de la sabiduría, y no lo es. No solo por las deficiencias y errores de los informantes, sino también por
manipulaciones intelectuales de algunas partes
interesadas, que ya he citado antes. Vivimos, pues, en la incertidumbre, la duda, la
paradoja provocada por todo este río
de informaciones confusas y poco fiables y, lo malo es que a veces se toman
decisiones en base a datos como estos.
Respecto
al tema que Vd. ha mencionado, el del terrorismo. Efectivamente, la eficacia de
colocar en la red una imagen de un verdugo degollando a una víctima inocente,
es terrorífica... Yo no soy de los que gustan de defender la censura, porque se sabe
como empieza pero no como acaba, pero verdaderamente tener en casa -en tu dormitorio, en tu despacho- imágenes
de víctimas degolladas por los yihadistas no había ocurrido nunca antes.
Otro
asunto muy importante: el porno. Yo
tampoco soy puritano, pero que un chico
de 9, 10, 12 años
pueda acceder a ciertas imágenes
no sabemos el daño que puede ocasionarle. Antes, el ritual del amor, la liturgia del cortejo, los adolescentes lo aprendían en el cine o en
la televisión: el chico invita a bailar a la chica, esta le dice que sí, luego se dan un beso y
esa era la forma más común de
adentrarse en el conocimiento del
cortejo... Las películas románticas de Hollywood eran la
verdadera escuela de iniciación
al amor. Hoy en día, cualquier
chaval o chavala de 10 o 12 años, navegando por internet, se puede topar con
una triple penetración, y yo no sé cómo puede metabolizar esto un adolescente... O una mamading
(una mamada múltiple), como hemos visto
este verano pasado que se producía en ciertos locales de Ibiza. Esto está
significando, desde luego, un cambio muy importante en los modelos de
conducta y de comportamiento de nuestros jóvenes, muy grandes. La ingenuidad
de hace unos años, de besarse
cerrando los ojos, inclinando ligeramente la cabeza para atrás, es ya algo
obsoleto...
Me
gustaría reseñar también el tema
del ligue por internet. Es muy
frecuente que los usuarios hagan "cirugía digital" para mejorar su imagen... El
asunto no es nuevo, ya que el origen de
este tipo de ligue se remonta a la época
del Renacimiento cuando la realeza y la alta aristocracia concertaban
matrimonios a distancia, enviándose retratos en miniatura. Esos pactos matrimoniales continuaron en siglos
posteriores. Es evidente que el pintor
era incitado por parte del o la
modelo a corregir aquellos aspectos que
podían perjudicar su imagen
y luego, claro, venía la desilusión en la noche de bodas... Ahora pasa lo mismo cuando, después de conocerse por internet, la
cita en la vida real demuestra que este
no era aquel o esta no era aquella, y se hunden las expectativas de los
amantes por la red. Más aún, ha surgido también la figura de los adulterios virtuales, que
son menos infrecuentes de lo que pensamos. Son adulterios de fantasía; un
señor y una señora casada
se conocen por la red e inician
una convivencia virtual amorosa y erótica
que nunca se lleva a la práctica porque
ninguno de los dos quiere alterar su status de matrimonio, pero sí dar rienda suelta a sus fantasías que no realizan en su vida real. Esto es una verdadera revolución en el
campo de la antropología, el
psicoanálisis y la psicología; es una
verdadera revolución en el campo
de las costumbres, de la moralidad y de
la vida cotidiana de los hombres y las
mujeres de nuestro tiempo.
Es
muy importante también el de la piratería por internet. Solo ha
tenido una consecuencia beneficiosa: el
resurgimiento de los conciertos en directo. Es mucho más interesante, para sus
fans, ver a Mick Jagger y oler su sudor
y sus feromonas que limitarse a escucharlo en un CD. La parte negativa viene por otro lado. Un ejemplo: Mi último libro publicado en España, "Navegando por
internet", lo encontré pirateado en la red,
exactamente un mes después de su
aparición. Llamé a la editorial, les informé que en tal página podía encontrarse,
puso en marcha su departamento jurídico. Me llamaron al cabo de unos días para decirme que habían localizado el origen,
que estaba situado en un servidor de Zúrich (Suiza) y que no podían hacer nada
porque allí se regían por la legislación norteamericana de derechos de
autor, y que solo se retiraría si se
demuestra de forma fehaciente que el libro estaba publicado por mí. Me quedé
estupefacto. Parece que hay una especie de corresponsales que avisan a Zúrich
que tal libro puede ser pirateado porque
puede tener demanda... De hecho
una gran parte de mi bibliografía está
pirateada; la que ya está descatalogada, no me importa, sino todo lo contrario,
pero un libro que ha salido hace solo un
mes, piratearlo me parece una forma de
robo a mano armada. Uno se plantea si
merece la pena publicar en estas
condiciones.
JMV.-: Hace
tiempo que pienso que Ciencia e
Información o Ciencia y Comunicación de masa son términos
antitéticos. ¿Lo ve así también Vd.?
RG.-: La palabra comunicación es un
término muy laxo y muy amplio. Incluye, por ejemplo, un guiño a un amigo, o las
feromonas que se segregan en una discoteca. Si se refiere a la actividad profesional de
comunicación de masas, efectivamente, tropieza con muchos obstáculos (jurídicos, de pirateo, de malas prácticas,
de falsificaciones, etc.); en ese
sentido creo que tiene Vd. razón. Pero el término "comunicación", como ya le digo, tiene un
sentido mucho más amplio, e incluye el mundo animal, el mundo vegetal, las
relaciones interpersonales, el lenguaje
gestual, la mirada, el olor, etc.
JMV.-:
Para
terminar, una pregunta de la más
ferviente actualidad: ¿qué va a pasar
con el referéndum en Cataluña, se
hará o no se hará...?
RG.-: No tengo ni idea. La verdad es que todo este
embrollo (esta es la palabra que, para mí, define mejor esta situación) tiene
muy mala salida para cualquiera de las partes. Algunos partidos catalanistas se
han lanzado a una apuesta al vacío, sin
base jurídica alguna, y ahora vamos a ver como
desatan ese embrollo que ellos mismos han creado. Yo tiendo a pensar que
no habrá referéndum. En primer lugar, porque es inconstitucional y el Tribunal
Constitucional lo prohibirá. En segundo, porque, en la remotísima
hipótesis de que Cataluña
se convirtiese en estado independiente, se quedaría fuera de la Unión Europea,
y todo el mundo empresarial, comercial, profesional catalán no desea quedarse fuera de Europa. Ya
lo ha dicho Merkel, Van Rompuy, Barroso, Almunia: salir de la UE, implica quedarse fuera de la Unión
Europea y para volver a entrar habría que hacerlo con el voto de los 28 miembros. En fin, espero y
deseo que esto no ocurra nunca. Me
imagino que el embrollo se
intentará resolver con la convocatoria
de elecciones, en las cuales la más beneficiada será, desgraciadamente, ERC, porque ha jugado la carta más demagógica, más
incendiaria y, desgraciadamente, la
demagogia es eficaz desde el punto de vista de las emociones masivas. Aún así,
si gana ERC, tampoco habremos resuelto
el problema.
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