El auténtico Oeste: Cataluña
lunes 22 de septiembre de 2014, 15:32h
Coincidió
con la celebración de la Diada - que, por ser una celebración festiva,
debe admitir la bromilla de Walt Disney de poder preguntarse si es Diada o es Di hada - la representación teatral en Madrid de El auténtico Oeste, una obra del genial Sam
Shepard estrenada en 1980. Casualmente, este año, 1980, es mágico: Pujol
comenzó a gobernar, con CiU fundada por él, en Barcelona y, en la onda del
Baudelaire que disfrutaba los paraísos artificiales del hachis y del opio,
Pujol descubrió los paraísos fiscales.
Antes
de ir a los Teatros del Canal, en cuya
Sala Negra se representa la obra hasta el 27 de septiembre, había leído que El
auténtico Oeste está etiquetada como drama familiar y reflexiona sobre la
identidad tanto individual como cultural. Sam Shepard sitúa la acción a 40
millas de Los Ángeles - que para Artur Mas es un suburbio de Girona - donde dos
hermanos mal avenidos que llevan cinco años sin verse se encuentran en la casa
materna. Por distintas razones se verán forzados a resolver sus diferencias y
sus identidades, que, como todas las
identidades individuales y culturales, son
catalanomanchegas.
Cuando finalizó la obra, que me atrapó desde
el primer segundo hasta el último suspiro de Filipinas, intenté saludar a Jordi
Pujol cuya presencia en la sala daba por segura. "No he visto a Pujol en la sala", me dijo el director
de la obra, José Carlos Plaza, que tiene vista de lince ibérico para detectar
en la Sala Negra la presencia de presuntos ladrones de guante blanco y radiante
como el manto de las inmaculadas de
Murillo. Por su buena vista José Carlos Plaza ha recibido, entre otros, el
premio Nacional de Teatro 1967, 1970 y 1987. Y a coro también anunciaron por megafonía los magníficos actores Joaquín Abad, Alberto
Berzal, Inma Cuevas, Israel Frías, Dani Gallardo y Luis Rallo que tampoco había
asistido a El auténtico Oeste José María Ruiz Mateos, también bien surtido
en estos momentos de un drama familiar -
su esposa Teresa Rivero echa chispas según acabamos de ver en Espejo Público - pues una hija no reconocida de 23 años, que
vive en Chicago, ha llevado a este
patriarca bíblico a los tribunales. Ruiz Mateos no es padre solo de 13 hijos
sino de 14 hijos.
¿Qué
cifra - 13 ó 14 - nos cae más simpática? El 13 está asociado a la religión:
13TV es el canal televisivo de la cadena Cope cuyos servicios informativos dirige mi
querido Alfredo Urdaci, que debe ser ateo porque me temo que no ha informado de la
soberbia exposición "Biblias en el museo Lázaro". Ojalá me haya equivocado en
este temor - si es así vayan aquí mis disculpas más vaticanas - y las Biblias del museo madrileño Lázaro
Galdiano hayan triunfado en el canal de los arzobispos. Esta exposición conmemora
el V Centenario de la Biblia Políglota Complutensa, que, en 1514, vio la luz en
Alcalá de Henares bajo los auspicios del cardenal Cisneros. El 13 es la historia de los macabeos que la
Biblia judía no acepta y el 14 está asociado a la ciencia: ahí está para datar
hasta lo indatable el carbono 14, tan amado por el físico Stephen Hawking, que
acaba de declarar en El Mundo que no hay Dios - y ni siquiera dios, con
minúscula, como lo escribía Juan Ramón
Jiménez para desesperación de Ramón Gómez de la Serna- y que el milagro no es
compatible con la ciencia.
Dirige los madrileños y
fantásticos Teatros del Canal el catalán Albert Boadella, que, con la compañía
Els Joglars, en su genial Ubú president, nos
reveló en 1995 en una sátira soberbia la
catadura corrupta de Jordi Pujol. Hay que recomendar vivamente - "oportuna e
inoportunamente", como escribió san Pablo,
el gran corruptor de niños, jóvenes, adultos y muertos - la exposición Biblias en el museo Lázazo. Y
de paso recomendemos también el maravilloso,
riguroso y nada sectario libro Mentiras
fundamentales de la Iglesia católica (Ediciones B), de Pepe Rodríguez, para poder felicitar a la Iglesia, con
conocimiento de causa, por sus dotes galácticas para manipular la historia de
la Biblia, inventarse delirios y, dicho en una palabra, mentir día y noche,
noche y día sin cesar como canta un villancico. Y de nuevo hay que recomendar y repetir la
fecha aquí ya mencionada - "oportune et
inoportune", digámoslo ahora en latín con el apóstol de los gentiles - la asistencia a El auténtico Oeste, de Sam Shepard, en Teatros del Canal, que se
representa hasta el 27 de septiembre. Gran
obra, gran director y grandes actores.