La consejera de Enseñanza de la Generalitat
de Cataluña, Irene Rigau, ha admitido que el Plan
Cataluña-Marruecos 2014-2017, aprobado por el Govern, incluye "la
posibilidad de poder incorporar el árabe de manera optativa" como
segunda lengua extranjera en Secundaria. En un comunicado, lo ha justificado por "el interés estratégico
para la internacionalización de la economía que supone el conocimiento
de lenguas", y porque reafirmar y difundir las lenguas de origen de los
recién llegados es una riqueza personal y colectiva que recoge el Marco
para el Plurilingüismo de la Consejeria de Enseñanza.
La consejera explica en el comunicado que en Cataluña, "a diferencia de otras comunidades
autónomas, algunas gobernadas por el PP, no hay ningún centro donde se
imparta religión islámica".
Rigau recuerda
a la secretaria de Estado de Educación,
Montserrat Gomendio, a quien hace destinataria del comunicado, que la enseñanza de árabe en Cataluña se enmarca
en el convenio entre Marruecos y el Gobierno central de 1985,
independientemente de la legislación educativa.
Según la consejera, dado el gran número de alumnos de
origen marroquí en las aulas catalanas, desde el curso 1991-1992 se dan
clases de árabe con profesorado nativo en horario no lectivo y revela que desde el inicio de este
acuerdo 16.000 alumnos han pasado por estas clases impartidas con
profesorado nativo y pagado por el Gobierno marroquí.
Esta actuación se enmarca en el convenio vigente entre el
Ministerio de Educación español y Marruecos para la aplicación del
programa LACM (Lengua árabe y cultura marroquí) para organizar clases de
árabe en los centros educativos que estén interesados.
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