Chabelita, la hija de la Pantoja, el fichaje de Tele 5 para la nueva temporada

El otro día uno de los actores más laureados de este país y protagonista recientemente de una película muy taquillera, me contaba, con más vergüenza que pena que su hija, adolescente, le había confesado qué quería ser de mayor: "Famosa"
El padre le explicó, con suma lógica, que la fama tiene que ser una consecuencia de hacer algo en la vida; cantar, bailar, actuar, pintar, operar con éxito, ser un buen abogado, ser único en lo que haces o, al menos, disfrutar de una profesión. Pero, la fama, por la fama, como que no.
Me inclino a pensar que todos los que somos padres queremos esto para nuestros hijos. Es decir, que desarrollen una vida profesional que les guste, en la que se sientan felices y cómodos y, a ser posible, que les proporcione un método de vida. Y, en estos planes, creo yo (que lo mismo me equivoco) no está que tu hijo de mayor sea famoso.
Sale la nueva programación de televisión y con más sorpresa que indignación la gente lee (leemos) que la hija de la Pantoja colaborará en un programa de Telecinco, Cazamariposas, con una sección sobre moda. ¿Cómo se quedan? Y todavía hay más. Le pagarán a razón de 900 euros por programa que, haciendo la suma de todas las intervenciones mensuales, dará el bonito resultado de 7200 euros mensuales. Una niña de 18 años cuyo único mérito en esta vida es ser la hija de una tonadillera que canta maravillosamente bien (porque a mí la Pantoja no me gusta pero reconozco que es una gran artista).
Lo fácil sería hablar aquí de lo injusto que es que haya tantos periodistas en el paro y se contrate a una persona sin oficio ni beneficio hasta la fecha, por hacer un trabajo por el que probablemente no esté preparada. Pero a estas alturas de la vida la inocencia se nos ha escapado y Telecinco no deja de ser una empresa privada que, como tal, única y exclusivamente busca un gran beneficio económico. Beneficio que se traduce, lógicamente, en audiencia. Y si Chabelita trae audiencia, a Chabelita traeremos.
Hace unos años se hizo un experimento con Isabel Preysler (que me perdone la doña porque las comparaciones son odiosas y, en este caso, es sangrante). A la ex de Julio iglesias la pusieron a presentar un programa por aquello de que "como vende muchas revistas..." y el resultado fue tal truño que tuvieron que desistir. Sólo espero que con Chabelita pase lo mismo. No tengo nada en contra de ella, no he cruzado jamás una palabra con ella pero, sinceramente, me molesta hasta donde estamos llegando. El cutrerío patrio no tiene límites. Y no los tiene cuando ves que existen unos chicos y chicas que son modelos a seguir de una buena parte de la sociedad española porque tienen bíceps, las tetas enormes y se sientan en un plató de televisión donde se emite uno de los programas más vejatorios que jamás se hayan hecho contra la dignidad de las mujeres y que es Hombres y mujeres y viceversa. Pues los que ahí salen, se convierten en algo así como héroes patrios. Héroes para una generación de desencantados que ni estudian ni trabajan y reposan todo el día sus posaderas en sofás esperando a que llegue el viernes para salir a pillar, si es posible algún famosillo de tres al cuarto para luego ir a contarlo a un plató. Denigrante es poco.
Obviamente no es toda la juventud. De serlo, entonces en veinte años no tendríamos gente para trabajar en prácticamente nada. Pero es un fenómeno creciente. La tele siempre es un reflejo de la sociedad, de lo que ésta demanda. Y esto es lo que hoy día pide: una carnaza de polígono industrial que no sabe ni por asomo quién es Jordi Pujol. ¿Un jugador del basket?
A mí particularmente no me hace ninguna gracia saber que este modelo triunfa. Es la prueba palpable de una denigración del sistema educativo que sangra por todas partes. ¿En serio no hemos sido capaces de convencer a buena parte de los jóvenes (insisto, una minoría) para que les parezca más atractivo leer a Delibes que saber cuántos polvos se ha echado Kiko Rivera? No es incompatible saber ambas cosas, me dirán ustedes. Y, ciertamente, no lo es. Pero no se da.
Así que el triunfo del chonismo campa a sus anchas y Telecinco ficha para hablar de moda (que hace falta tener valor) a Chabelita. Esto es como si a Jordi Hurtado, de saber y ganar, lo sustituyen por el madridista Sergio Ramos.
Pos fale.