Es complicado generalizar con un tema tan
importante y crucial como la internacionalización o conseguir fórmulas
aplicables a todas las empresas y proyectos. La internacionalización es una
opción clave para un gran número de organizaciones pero, esta misma
alternativa, puede ser un grave error para otras. BidAway nos aconsejan.
En general, siempre se aconseja que las empresas
busquen mercados internacionales cuando tengan una buena solidez financiera, no
cuando se esté en una situación de extrema necesidad en la que deban buscar
consumidores adicionales desesperadamente, de cualquier forma y en cualquier
lugar. El proceso de internacionalización requiere de profundos análisis y
decisiones meditadas que pueden llevar muchos meses para madurarse y muchos más
meses para materializarse y ser rentables. En la mayoría de los casos, es necesario
un gran músculo financiero para poder soportar este crecimiento.
Asimismo, esta decisión de internacionalización
seguirá un proceso diferente dependiendo de si la empresa ya lleva un tiempo en
el mercado o si es un nuevo proyecto que debe decidir un lanzamiento simultáneo
o consecutivo en diferentes países.
De igual forma, los criterios pueden variar
ligeramente si se trata de una empresa online o de una empresa en la que la
mayor parte de su negocio se sigue materializando offline.
Por todo ello, los consejos que vienen a
continuación pueden ser o no aplicables dependiendo de la naturaleza, estado
actual u objetivos de la empresa. Para centrar el tema, también se asume que el
objetivo del proceso de internacionalización es el de incrementar consumidores
y clientes potenciales, aumentando ventas y beneficios replicando el modelo de
negocio en mercados similares. Otros muchos objetivos, como puedan ser el de
mejorar la eficiencia, conseguir economías de escala, mejorar procesos de
innovación al recibir más opiniones y experiencias también podrían ser
considerados y añadir consejos adicionales.
Después de estas matizaciones, éstos serían los
consejos concretos que ofreceríamos:
1.
Tener la
capacidad financiera para afrontar un proceso de internacionalización: los
procesos de expansión global poco meditados suelen tener un final poco exitoso
y pueden ser el inicio de una caída al abismo para muchos proyectos que podían
haber elegido otras formas de consolidación o de crecimiento (ampliar líneas de
negocio, ampliar público objetivo dentro del país, añadir servicios
adicionales, etc.).
2.
Buscar todo
tipo de ayudas, tanto financieras como de asesoría y consultoría para poder
afrontar con éxito el proceso de internacionalización: En la actualidad, tanto
a nivel nacional como de Comunidades Autónomas, hay numerosas ayudas de
distintas instituciones y organismos que pueden ayudarnos a iniciar este
proceso con más posibilidades de éxito.
3.
Tener un enfoque
global internalizado y claro desde el principio: En empresas ya existentes este
proceso consistirá en la adaptación a otros mercados de los sistemas internos existentes,
pero en los nuevos proyectos implicará que, en todas las planificaciones, se
consideren estos aspectos para que todos los sistemas estén preparados para
atender a públicos con distintas procedencias, distintos idiomas y distintas
monedas de pago: sistemas multi-idioma, gestión multi-moneda, así como otros
sistemas internos de la empresa. Los sistemas que desde un principio son
desarrollados con este enfoque internacional, no precisan de cambios de
ingeniería ni códigos adicionales.
4.
Poseer equipos
humanos preparados para el proceso de internacionalización: Y aquí no sólo
estamos hablando de capacidades lingüísticas y de idiomas, sino también de
equipos con experiencias internacionales, con capacidad de adaptación,
capacidad de comprensión de otras culturas y de otros modos de hacer negocios.
Si los equipos actuales no lo tienen, hay que buscarlos fuera o asegurarnos de
preparar correctamente a nuestro talento interno.
5.
Estudiar y
entender bien el mercado antes de introducirte en él: Aunque los mercados sean
similares, pueden tener diferencias no tan claras a primera vista que pueden
conducir proyectos sólidos al fracaso. Un ejemplo muy claro aparece en el
sector de turismo, un sector muy globalizado pero con algunas características
locales de cada mercado muy importantes a tener en cuenta. Un ejemplo de
muestra, sería el destino de Egipto que para el mercado español se vende principalmente
como destino cultural: estancia en el Cairo y crucero por el Nilo, mientras que
en Italia se vende como un destino de sol y playa (Sharm El Sheikh).
6.
Adaptar el
modelo de negocio en todos los aspectos que sea necesario: Esta "localización"
no debe limitarse solo al producto que se ofrece sino también a otros aspectos
clave como puedan ser los sistemas de pago que se vayan a utilizar. Según el
país, hay sistemas de pago que son básicos y otros que no lo son tanto. Pagos a
plazos, pago por transferencia, paypal, distintas tarjetas de crédito, etc,
deben ser contempladas como opciones. La capacidad de adaptación de la empresa
debe ser clara.
7.
Estudiar profundamente
los posibles competidores existentes o que puedan aparecer en un futuro
inmediato en los mercados objetivos: Este aspecto es también muy importante en
el día a día de cualquier negocio o proyecto. Sin embargo, es algo crucial en
un proceso de internacionalización en el que es necesario conocer a fondo los
distintos contrincantes para saber cuál es el valor diferencial que nuestro
proyecto ofrece a los consumidores y enfatizarlo.
8.
Analizar
posibles socios locales en cada uno de los mercados: con conocimientos locales
fundamentales que nos ayuden a entrar más fácilmente en los mercados y con más
solidez y estabilidad y que nos puedan servir, en caso de necesidad como
"paraguas" político. También es importante considerar la forma de entrada: En
algunos casos será más fácil entrar mediante la opción de franquicias o
licencias que la presencia directa y en otros mediante la adquisición de una
empresa ya existente o mediante la incorporación de una nueva sociedad.
9.
Tener un compromiso
con los mercados y compromiso de servicio: La decisión de internacionalización
es una decisión que conlleva un compromiso temporal que no suele ser de corto o
medio plazo, y esto hay que tenerlo en cuenta desde el principio.
10.
Entender bien
las condiciones económicas y del entorno, así como la legislación propia y las
condiciones fiscales de cada país en el sector en que se opere: sobre todo para
evitar sorpresas no deseadas.
Y para finalizar, pero no menos importante, como en cualquier aspecto del
emprendimiento, es crucial tener mucha paciencia y tesón ya que la apuesta de
la internacionalización requiere de grandes esfuerzos cuyos resultados no
suelen ser inmediatos y los problemas que aparecen suelen ser más complejos.
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