La Generalitat teme nuevas declaraciones de Merkel y Hollande contra la secesión
> París y Berlín
quieren impulsar un 'proyecto anti independencias' en la UE
domingo 17 de agosto de 2014, 11:35h
Alemania, Francia y Escocia
son ahora las tres pesadillas del independentismo catalán, según las propias
fuentes de la Generalitat. La llegada, dentro de unos días, de la canciller
Angela Merkel a Santiago de Compostela comportará, esperan unos y temen otros,
alguna nueva declaración de apoyo al Gobierno de Mariano Rajoy en sus
posiciones contra el referéndum del 9 de noviembre. Según la diplomacia
española, el Gobierno alemán está "fuertemente implicado" en evitar
procesos independentistas en Europa, e impulsará acciones en este sentido en el
seno de la Unión Europea.
La segunda pesadilla 'internacional' nacionales tiene algunas otras- para Artur Mas se llama Escocia. Los
sondeos que han llegado hasta la Generalitat, y que manejan los propios
independentistas de Salmond, son descorazonadores para los secesionistas; de
acuerdo con el último de ellos, publicado por algunos medios británicos, los
votos favorables al proceso independentista no llegarían siquiera al 40 por
ciento. El 'contagio escocés', por mucho que ahora se pretenda
distanciar uno y otro, diciendo que tienen poco que ver, caerá como un jarro de
agua fría sobre los planes de la Generalitat.
Fracaso de la 'diplocat'
Y está, por fin, el 'vecino
francés'. Tanto François Hollande como, especialmente, su primer
ministro, Manuel Valls, son enemigos del proceso que se ha abierto por parte de
los responsables políticos catalanes. Valls ha hecho ya algunas declaraciones
inequívocas, que ni siquiera se refugian en la 'no injerencia en asuntos
internos de otro país', que muestran su posición hostil al
independentismo catalán. Y los responsables de la Generalitat saben
perfectamente que este tipo de declaraciones se repetirán más pronto que tarde.
De acuerdo con algunas impresiones que he podido recoger en medios
diplomáticos, también el Gobierno francés intentará promover algún programa
contra movimientos independentistas en Europa en el seno de la UE, cuyo máximo
responsable actual, Jean Claude Juncker, tampoco pasa, precisamente, por ser un
líder del secesionismo en parte alguna del Viejo Continente.
En Barcelona se admite ya
abiertamente el fracaso rotundo de la 'diplocat', esa peculiar
diplomacia puesta en marcha por Artur Mas -en realidad, la idea original
fue de Pasqual Maragall, pero Mas ha invertido ingentes cantidades de dinero y
mucho esfuerzo en la iniciativa-. Las embajadas contactadas en Madrid han
hecho hincapié en la necesidad de respetar la legalidad española, y ninguna de
las cancillerías 'de peso' ha comprometido su apoyo a los planes de
la Generalitat. Es más: tanto París como Berlín, y no digamos ya Bruselas, que
no quiere ni imaginar una repetición de lo que ocurre en Bélgica, han sugerido
que verían con buenos ojos una marcha atrás con respecto a la consulta prevista
para el próximo 9 de noviembre.