lunes 28 de julio de 2014, 08:34h
Si hay algo serio en este mundo, es la
muerte. Claro, que después del episodio que hemos conocido este
verano en la sala de disección de cadáveres de la Facultad de
Medicina de la Universidad complutense de Madrid, ya no estoy tan
seguro.
En medio de las decenas de cadáveres
acumulados allí por mor de la crisis durante los últimos años,
parece que hay un sinfín de razones,a cual más patética y
necrófila para justificar lo injustificable. Un diario, El Mundo,
ha ido destapando informaciones en los últimos tiempos que
apuntan a que allí se estaban desarrollando actividades paralelas
y bastante lucrativas con el alumnado , en hipootéticos masters
de fin de semana y (¡asómbrense!) en dinero negro. Y , con
todo, lo peor: otra vez la Universidad por medio.
Técnicos del
departamento de Anatomía II de la Universidad Complutense, han
declarado haber cobrado "en mano" cantidades que oscilan "entre
los 100 y 150 euros" diarios por preparar materiales y cuerpos para
"cursos" que se realizaban en horarios no lectivos ( los fines de
semana). La investigación iniciada apunta a que podríamos estar,
una vez más, en un nuevo "affaire" en el que los intereses
económicos habrían vuelto a primar, en este caso sobre los
académicos, y el asunto no se quedaría -ni mucho menos- en
simple desidia, abandono o falta de medios.
Un departamento no
puede tener una caja B, ha dicho el rector de la Complutense, José
Carrillo. Totalmente de acuerdo, señor rector. Pero, si finalmente
se demuestra fehacientemente su existencia, ¿Qué
apuesta usted a que aquí no dimite ni usted, ni el decano de la
Facultad de Medicina, ni siquiera el director del Departamento
correspondiente?
Entre tanto, el desprestigio de una
universidad, la Complutense de Madrid, sigue cayendo en picado, no
solo por episodios tan lamentables como el que se ha vivido
en Medicina durante estos últimos tiempos, sino también por una
gestión manifiestamente mejorable que ha propiciado que, en los
últimos lustros, los estudiantes sigan prefiriendo estudiar en
cualquiera de las otras universidades públicas existentes en
Madrid (Carlos III, Autónoma, Rey Juan Carlos...) porque les merecen
un crédito mucho mayor que el que se desprende de actuaciones tan
lamentables como la que hemos conocido este verano en una de sus
antaño más prestigiosas facultades, la de Medicina.
Columnista y crítico teatral
Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)
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