Últimamente en lo relativo a la zona euro todo son advertencias
de los riesgos que a los que todavía debe hacer frente. Es verdad que
también hay para otros, pero no parecen tener tanto eco. A las que esta semana
hacía el FMI y el presidente del BCE, podemos sumar ahora las del presidente
del Bundesbank. Weidmann, en declaraciones publicadas en un diario alemán,
señalaba ayer que la crisis de deuda de la zona euro podría resurgir
rápidamente si los gobiernos no aprovechan el tiempo que el Banco Central Europeo
les facilitó para reformar sus economías y consolidar sus presupuestos. En
otras palabras, que para el miembro del BCE el tiempo que los gobiernos han
ganado con la política monetaria empieza a agotarse. En lo que si están
poniendo ahora empeño es en buscar un hueco en los puestos clave de la UE. Ayer sus líderes intentaban un acuerdo sobre los
principales cargos de responsabilidad del bloque. Ya ratificado Juncker como
presidente de la
Comisión Europea, los acuerdos sobre otros puestos decisivos
en la UE, así como el del presidente del Consejo Europeo, serán claves para
determinar la respuesta europea al estancamiento económico, la crisis en
Ucrania y la vacilante adhesión de Reino Unido al bloque europeo. Fuentes
diplomáticas han señalado que serán necesarias más conversaciones en las
próximas semanas en relación a algunos puestos, como el influyente presidente
del Eurogrupo, formado por los ministros de finanzas. El nombre que sigue
siendo favorito en las apuestas para ocupar el puesto en los próximos cinco
años es el de nuestro ministro de Economía.