Personas del mundo de la cultura, la universidad, distintos
profesionales y antiguos políticos han lanzado este miércoles la
declaración 'Una España federal en una Europa Federal', un documento en
el que defienden una reforma federal de la Constitución, porque
consideran que es el modo "natural" de culminar el Estado Autonómico que
se creó en la Transición, y que llevaría a todos los españoles a
ejercer su "derecho a codecidir" sobre cualquier acuerdo que se adopte
en esta materia.
La
declaración ha sido presentada en el Círculo de Bellas Artes de Madrid
justo un día después de que se diera a conocer el manifiesto 'Libres e
Iguales' en el que otro grupo de intelectuales y políticos acusan al
Estado de estar "a la defensiva" sin dar respuesta al "desafío
soberanista".
El texto federalista ha sido presentado ante varios de sus
firmantes como el exdiputado
Nicolás Sartorius, que ha ejercido como
portavoz; el exministro de Educación
Ángel Gabilondo y los ex
presidentes del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS)
Fernando
Vallespín y
Belén Barreiro.
También se han sumado a la iniciativa con sus rúbricas la
exdiputada y abogada
Cristina Almeida; el exjuez
Baltasar Garzón; los
escritores
Almudena Grandes,
Luis García Montero y
José Manuel Caballero
Bonald; el director de cine
José Luis Cuerda; los catedráticos
Emilio
Ontiveros y
Carlos Berzosa y los periodistas
José Antonio Zarzalejos,
Jesús Maraña,
Ignacio Escolar y
Joaquín Estefanía.
En el documento constatan la "insuficiencia de la estructura
territorial del Estado" autonómico que se plasma, a su juicio, en el
creciente "descontento" expresado por algunas autonomías que, en el caso
de Cataluña o Euskadi, lleva a la expansión de un "movimiento
independentista que pone en grave riesgo la unidad del Estado con
consecuencias que serían nefastas para todos".
"Ocultar estas realidades, minimizar sus posibles efectos o
adoptar actitudes inmovilistas sería una ceguera imperdonable que no
podemos ni debemos permitirnos", avisan. Por eso, instan a los partidos y
las instituciones democráticas a buscar consensos en torno a una
reforma de la Carta Magna en sentido federal.
Esa reforma debería hacer sobre la base del reconocimiento de las
"diversas identidades" que componen España; de convertir al Senado en
Cámara territorial para legislar y permitir la participación de las
comunidades en la gobernación de los "problemas comunes", incluidos los
europeos, y de una distribución clara de competencias entre Estado y
autonomías para evitar "ligitios o interpretaciones interesadas de
parte".
También defienden una financiación "justa y equilibrada" basada en
los principios de igualdad de derechos de los ciudadanos, solidaridad
entre territorios y ordinalidad, en el sentido de que "ninguna comunidad
se empobrezca por causa de la solidaridad".
Para los promotores del manifiesto, pensar que los problemas
territoriales se "arreglarán por sí solos", prolongando situaciones que
llevarían a la "fractura de la ciudadanía" o planteando una "ruptura
entre ciudadanos que llevan años conviviendo en la misma comunidad
política, sólo conduciría a "un estéril enfrentamiento".
Frente a la pasividad o las iniciativas unilaterales y fuera de la
ley, ellos abogan por ser "sensatos y audaces" y buscar soluciones
basadas "en el más amplio consenso", como, subrayan se supo hacer en
otros momentos decisivos de la Historia de España.
Estado asimétrico
Sartorius ha incidido en todas estas ideas, convencido de que es
"de cajón" que España tiene una "vocación federal", mayor incluso que
otros Estados federales de nuestro entorno, porque alberga comunidades
con distintas lenguas, derechos históricos, sistemas de Derecho Civil
específicos y modelos fiscales específicos. "Ya somos un Estado
asimétrico", ha respondido cuando se le ha preguntado si el federalismo
que propugnan sería simétrico o asimétrico, un debate que él ha
calificado de "absurdo".
Más allá de trasladar sus peticiones a los partidos políticos, el
objetivo de los firmantes es implicar en este debate a todos los
españoles porque el problema territorial es "común", ya que afecta a lo
que es España.
De momento ya han recabado 60 apoyos, pero su intención es
publicitar el texto a través de la redes sociales para lograr muchos más
y, sobre todo, abrir el debate "colectivo, abierto y no partidista",
porque la organización del Estado nos afecta a todos y no puede dejarse
sólo en manos de los políticos.
De hecho, a Sartorius se le han formulado varias preguntas sobre
el proceso soberanista catalán y la futura reunión prevista entre el
presidente de la Generalitat,
Artur Mas, y el del Gobierno,
Mariano
Rajoy. A su juicio, la solución a estos asuntos no pasa por lo que
puedan hablar Mas y Rajoy porque el problema va más allá de Cataluña o
incluso Euskadi y Andalucía. "La España autonómica chirría por los
cuatro costados", ha proclamado el exdiputado del PCE y de IU.
Aunque ha admitido que es bueno que Mas y Rajoy "se vean y
dialoguen", augura que ninguno cambiará de posición. "No se va a cambiar
la pregunta ni se va a hacer la consulta", ha resumido, antes de
subrayar que el referéndum que tiene programado Cataluña no tiene cabida
en la Constitución y que hay que ser respetuosos con la Carta Magna.
Pero eso, desde su punto de vista, implica cambiarla lo que
acarrearía un "referéndum vinculante" en el que tendrían que participar
todos los españoles. "La soberanía reside en el pueblo español y tenemos
derecho a codecidir entre todos lo que se acuerde", ha explicado,
haciendo hincapié en que "la separación de una comunidad autónoma afecta
al conjunto del país" y que, por tanto, "es todo el conjunto el que
tiene derecho a decidir". "Si no, el derecho a decidir de unos anula el
derecho a decidir de otros", ha remachado.
Atraerse al PPPreguntado por las reticencias que hasta ahora ha mostrado el PP
ha avanzar hacia una reforma federal, Sartorius ha dicho sentirse
"esperanzado" sobre la posibilidad de atraer "a la derecha" a sus
postulados. En este punto ha recordado que en el año 2000, el PP llevaba
en su programa electoral al reforma del Senado y podría volver a
retomar la idea.
Para lograr esos cambios de posición, los firmantes manifiesto
buscan crear un "debate potente" porque, a su juicio, lo que sí está
claro es que esto no arregla con "bloqueos", con "peligrosísimos
inmovilismos" o cono "independentismos". "Lo insensato es estar
bloqueados ante una especie de precipicio sin saber qué va a pasar",
advertido.
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