La
atención ayer estaba puesta en las actas de la Reserva Federal en las
que se señala que siguen perfilando cómo normalizar la política monetaria y
reducir las medidas de estímulo monetarias, aunque no anunciaron ningún tipo de
decisiones. Apuntan que los programas de compras de activos podrían finalizar
en octubre si las condiciones económicas se mantienen positivas. Pronostican
que la inflación se mantendrá por debajo del 2% los próximos años. Además de la
estadounidense, algunos miembros manifestaron su preocupación por la
persistente baja inflación en Europa y Japón.
Como
era previsible, las escasas novedades que aportaron las actas de la Reserva
Fed, no tuvieron significación en los mercados, incluido el de divisas. El
euro se mantiene con el dólar en valores entre los 1,3600 y 1,3650 Eur/Usd,
pero sin llegar a superar la zona de los 1,3665 dólares en los que cotizaba el
pasado jueves antes de publicarse los datos de empleo de EE.UU. y que el
Presidente del BCE comenzase su rueda de prensa mensual. Desde entonces, el
euro ha oscilado entre los 1,3580 alcanzados el lunes a la apertura europea y
los 1,3645 Eur/Usd registrados tras la publicación de las actas de la Fed.
A pesar de la estabilidad, en los últimos días se han hecho más notorias las
preocupaciones con respecto a la fortaleza del euro y el impacto
negativo que tiene sobre la industria europea. El diario alemán
Handelsblatt recogía esta semana las declaraciones del Presidente de Airbus
en las que instaba al Banco Central Europeo, a la Comisión Europea y a
los gobiernos a actuar para llegar a un nivel razonable del euro para la
industria, y que situó entre los 1,20 y 1,25 Eur/Usd. En la
entrevista señala que el BCE debería hacer lo que hicieron los japoneses
hace un año y lo que hacen los estadounidenses todo el tiempo,
que es devaluar voluntariamente su moneda. Las palabras coinciden con la
publicación de unos datos peores de lo previsto de la producción industrial en
el eurozona. Estas demandas han tenido ayer respuesta por parte de un
miembro belga del Consejo de Gobierno del BCE que señalaba a un diario de
su país que el euro no está tan fortalecido y que el BCE no debería ir
más allá de su mandato para influenciar en el tipo de cambio. Las
manifestaciones del Presidente de Airbus se suman a las realizadas por el
Primer Ministro francés la semana pasada, en las que insistía en la necesidad
de depreciar el euro. Sin embargo, ni los empresarios ni los ministros alemanes
se han manifestado en contra del nivel del euro, y siguen siendo los
principales exportadores de Europa.
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