Los Técnicos del Ministerio de
Hacienda (GESTHA) estiman que el impuesto a los
depósitos bancarios aprobado el pasado viernes por el
Gobierno supondrá un coste de 362,9 millones de
euros anuales para las entidades financieras, al
aplicar una tasa única del 0,03% sobre el volumen
global de depósitos desde el 1 de enero de 2014, que en
España asciende a 1,2 billones de euros, una cantidad un 20%
superior al PIB y que también incluye los impuestos
análogos que aplicarán las diputaciones forales del
País Vasco y Navarra.
A pesar de que el Gobierno eleva el
tipo del impuesto desde el 0% que inicialmente fijó en
2013 para todo el territorio español, sigue siendo
todavía diez veces inferior al tipo mínimo que aprobaron
en su día algunas comunidades autónomas como
Extremadura, Andalucía, Canarias, Cataluña, Asturias y
Valencia, y que se situaba en un mínimo del 0,3% y se elevaba
en una tarifa progresiva al tipo marginal del 0,5% para las mayores
bases imponibles.
El Gobierno, a finales de 2012,
justificó la creación de forma urgente de un impuesto
estatal a los depósitos bancarios tras una sentencia del
Tribunal Constitucional, que avaló la creación de este
impuesto por las autonomías. De este modo, el Ejecutivo
intentaba evitar el riesgo de deslocalización de los mayores
depósitos si cada comunidad aplicaba un tipo distinto, si bien
la realidad ha demostrado que las tarifas aprobadas por las
autonomías eran exactamente las mismas, salvo en Extremadura,
que era algo superiores.
Ahora, el Estado se ve obligado
a exigir un gravamen, aunque sea mínimo, para
evitar que los recursos de inconstitucionalidad planteados por los
gobiernos de Asturias y Cataluña cuestionen que, con
el tipo del 0%, realmente no existía un gravamen estatal a los
depósitos bancarios.
Por ambos motivos,
Gestha considera un nuevo guiño
a la banca que el gravamen estatal sea una décima parte
del tipo mínimo de las tarifas autonómicas a las que
sustituye, que se suma al "salvavidas" incluido dentro de
la reforma fiscal recientemente aprobada
para
evitar un deterioro de sus activos de 6.400 millones de
euros.
Un efecto desigual en la
financiación autonómica
La cesión a las autonomías
de la recaudación del impuesto tendrá un impacto
mayor en las comunidades con mayor concentración de
grandes fortunas como Madrid y Cataluña, que juntas
suman el 46,2% de todo el dinero confiado a los bancos. En
una posición intermedia de financiación estarán
la Comunidad Valenciana, Castilla León y Galicia, así
como las diputaciones forales del País Vasco. Entre las que
menos percibirán estarán Extremadura, Navarra, Cantabria
y La Rioja, junto con Ceuta y Melilla.
De todas formas, al margen de los
ingresos que este tributo estatal aporte a las arcas de cada
comunidad, los Técnicos del Ministerio de Hacienda
señalan que el Gobierno deberá compensar a
Extremadura, Andalucía y Canarias por la diferencia de
recaudación entre su impuesto propio -suspendido tras la
entrada en vigor del estatal en 2013- y el nacional que ahora le
cederá el Estado.
Por el contrario, las demás autonomías
-Cataluña, Asturias y la Comunidad Valenciana- que
establecieron este tributo después del 1 de diciembre de 2012
-al cabo de dos días de que se registrara una enmienda
del grupo popular en el Senado para crear el impuesto estatal del
0%- no recibirán ninguna compensación y la
implantación de este gravamen nacional impedirá que
puedan obtener ingresos de sus tributos propios, ya que la
Constitución otorga al Estado la capacidad originaria para
crear impuestos.
Esta circunstancia hará que estas comunidades ingresen mucho
menos con la cesión de la recaudación del gravamen
estatal, como es el caso de la Comunidad Valenciana, que
presupuestó en 2014 ingresar 230 millones anuales por su
impuesto propio a los depósitos.
Aparte del tributo a los depósitos bancarios,
Gestha viene reclamando ya desde hace
tiempo
una
impuesto a la operaciones financieras, que permitiría
recaudar unos 5.000 millones de euros anuales en España y cerca
de 60.000 millones en la Unión Europea. Además, en el
marco de la nueva reforma fiscal, los Técnicos también
proponen
elevar el
tipo nominal del Impuesto de Sociedades para las corporaciones
empresariales y multinacionales 5 puntos adicionales para beneficios
superiores al millón de euros, lo cual permitiría
aumentar la carga impositiva real del 3,5% que soportan actualmente
las mayores empresas del país.
Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha)
forman el colectivo más representativo dentro del
Ministerio y la Agencia Tributaria, al agrupar a 8.000 profesionales.
En la actualidad, los Técnicos realizan estudios
macroeconómicos de gran calado con el objetivo de conocer la
realidad fiscal de nuestro país y conseguir una
administración tributaria más eficiente y capaz de
reducir el elevado volumen de economía sumergida, que alcanza
el 24,6% del PIB. Por ello, Gestha participa activamente en
importantes debates abiertos ante la opinión pública,
como son las reformas tributarias, la lucha contra el fraude, el
control del gasto y otros temas de actualidad. Más
información:
www.gestha.es