miércoles 09 de julio de 2014, 08:00h
Cambió la forma de ver el fútbol. Supo contener en un suspiro la ilusión
de millones de gargantas. Hizo del balompié una forma de vida capaz de tapar la
tristeza de una España trágica cuyo único futuro estaba en los campos de
fútbol.
Alfredo Di Stéfano fue mucho más que un deportista. Un lugar en la historia del
fútbol y en la historia de España. Y lo digo yo, amante del fútbol a fuer de
atlético: Alfredo revolucionó el deporte y le dio una nueva dimensión al
balompié.
Un nuevo estilo de juego que vino del Nuevo Continente para crecer en un
Real Madrid que despertaba del letargo. Ayer vi llorar a madridistas, quizás
porque su último recuerdo lo tuvieron de él, precisamente, como niños que
empujaban la pelota en el patio del colegio soñando ser Puskas, o Didí, o Di
Stéfano.
Valdano dice que el fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes.
Para mí, aficionado al fútbol y a los sueños, creo que en un rectángulo de
juego se concentran todas las metáforas. Un lugar en la gloria o, para mayor
abundamiento, la relación dramática con la vida.
Sus partidos en el River Plate de Buenos Aires le convirtieron en la gran
esperanza del fútbol argentino. Pero una huelga de futbolistas le hizo emigrar
al Millonarios de Bogotá. Su llegada, junto con otros, dieron a la liga
colombiana una proyección jamás soñada.
Cuando el Millonarios visitó la capital de España para disputar aquel amistoso
en homenaje al cincuenta aniversario del Real Madrid, el deslumbramiento por el
jugador, rubio y consecuente, no se hizo esperar.
Así, Santiago Bernabéu le echó un pulso al Barcelona y le convirtió en el
nueve blanco más importante en la historia del club. Unos comienzos
titubeantes, quizás para que el equipo catalán renunciara a su compra, fueron
el preludio de las páginas más bellas del fútbol español.
Luego vinieron las ligas, las cinco copas de Europa, los triunfos, las
alegrías. Aquellos equipos que llevaron los sueños a realidades de una España
desnutrida: Domínguez, Santamaría, Marquitos, Vidal, Ruíz, Didí, Gento,
Herrera, Del Sol, Puskas y Di Stéfano.
Su estilo inteligente, su capacidad técnica, su regate, sus infinitas
versiones, sus fintas y remates. Con él nació un nuevo fútbol, otra cosa, otro
deporte. El jugador total, el jugador de club, el jugador de vestuario.
Una leyenda técnica, una nueva forma de entender la organización del
juego. Cambió, a mi entender, el fútbol en Europa y el deporte en el mundo.
@AntonioMiguelC