Anglicismos o
el código oculto
El universo del
emprendimiento bebe de las fuentes anglosajonas. No sólo por el carácter -forma
parte de su ADN empresarial y cultural-, y por las ideas -muchos impulsos son
trasladados a nuestros mercados locales-, sino también por la cantidad de
términos que empleamos para referirnos a las facetas y empeños de nuestra
actividad.
A veces no existe un término
similar, son conceptos literalmente inventados, a veces no encontramos una
traducción exacta o solamente correcta, y a veces, resulta que es más rápido, e
imprescindible. Son los casos del "código" que hablamos para hacer valer
nuestro conocimiento, o la jerga particular de una actividad. Y es que parece
que si no hablas en "código" no sabes del tema, o no estás al día. Y cada
sector tiene un código.
Por delante vaya que estoy en
contra de utilizar anglicismos, ya que
la riqueza de nuestro idioma es tal que
nos permite encontrar el término equivalente, o adaptarlo de forma correcta.
Son los casos de "e-mail", del que reniego particularmente ya que tiene una
traducción inmediata por "correo-e", "brochure" por "folleto", "stakeholders"
por "grupos de influencia", "expertise" por "experiencia", "community manager"
por "gestor de comunidad" o "seniority" por "experimentado" o "madurez" según
el contexto, ...
¡Ah!, el contexto, el peor
enemigo de nuestras adaptaciones. Resulta que un término inglés puede
traducirse con una palabra en un contexto, pero en otro chirría y resulta muy
desafortunado. Pero esa es otra historia, ... volviendo al emprendimiento, hay
por otro lado expresiones a las que nos hemos rendido, sea por nuestra pereza o
por la creciente y acelerada presión de adopción del término en la literatura.
Aquí tenemos sospechosos habituales: "marketing" (mercadotecnia que rara vez se
utiliza) y sus derivadas, "branding" (desarrollo de marca), brainstorming
(tormenta de ideas o reunión de ideas), "supply chain" (cadena de suministro),
o "merchandising" (productos comercializables, asociados a marca).
Hay otros casos en los que,
aunque
podemos traducir de forma satisfactoria, la traducción falla en transmitir. No
se percibe el mismo sentido ni alcance del término original. La primera es
ubicua hoy en día, "web", difícilmente podríamos sustituirla por telaraña
(telaraña mundial es incluso peor, aunque se haya utilizado alguna vez). Y no
nos sirve "red", ya que tiene otros significados asociados a infraestructuras
de comunicaciones en distintos niveles. Web nos sirve y se queda dónde ésta
(Internet es nombre propio y se puede y debe utilizar tal cual, pero no es lo
mismo que la web).
Otros ejemplos son "DAFO"
(inútiles los intentos de cuadrar otro acrónimo para el análisis de
oportunidades, amenazas, puntos a favor y en contra), o "know-how", sobre la cual el castellano
"saber-como" es insulso e incapaz, y las alternativas "pericias", "destrezas",
"habilidades", "dotes", "alto nivel de conocimiento" no abarcan todo lo que
queremos transmitir.
Curiosa es "networking", para mi percepción intraducible,
sobre todo en su forma verbal que tendemos a expresar como "hacer networking",
no podríamos expresarlo con hacer o usar red de contactos -¡horrible!-, ni con
un simple contactar.
Y el ejemplo más
interesante, "start-up" o "start up", literalmente arranque o inicio, pero que
habitualmente usamos como una iniciativa empresarial que está comenzando,
dotándola de un halo de innovación o modernidad -no decimos que estamos creando
una start-up de chocolate con churros, aunque sería perfectamente aplicable.
El código oculto que antes
planteábamos como la forma de reconocerte en un sector o entorno suele ser una
suerte de esnobismo. Es un marcaje de terreno y de galones, como si la
utilización del término inglés otorgase el carnet de entrada en cierto club, y
fuese una suerte de santo y seña para reconocer a los iniciados. Si repasamos
algunas de las más jugosas, encontramos "corporate y "retail", para referirnos
a la parte corporativa del negocio o que aplica a servicios horizontales, y la
parte dedicada a la venta al público. Este "retailing" que también se emplea en
lugar de hablar del comercio o venta al por menor. Ligados a la estrategia,
oímos mucho la actividad "core", la que es central, y que a menudo se invoca
como principal u original de una empresa.
La organización de las
empresas es terreno abonado para más esnobismos. Vemos como crecen los puestos
de "procurement", ligados a la administración de recursos de la empresa y más
específico de compras o alquileres y servicios, y su optimización -lo que un
departamento de compras debería procurar de manera óptima. Similar es el auge
de los "principal" para hablar del director o administrador de una oficina o
rama de la compañía, o los anuncios de empleo solicitando "KAM", acrónimo para
"Key Account Manager" o gerente principal de cuentas.
Su trabajo es el mismo que si
se denominasen en castellano, pero naturalmente los criterios de selección se
llenan de más anglicismos (además de los habituales "senior" y junior"),
"performance", "roadmap", "client management", "cross-selling" (ojo, que nunca
sería "crosselling"), "reporting", "pricing", "sell-in", "playbook", ... y un
conjunto similar de características ideales pretendidas en el posible
candidato. Y es que cuando no se tiene una idea clara de las funciones y
objetivos de un puesto, más parece que es preciso llenarlo de anglicismos para
darle sentido. En esa caja de términos podrá calificarse cualquier pretensión
futura de actividad para un candidato aceptado.
De las más interesantes que
cobran fuerza últimamente tenemos "compliance", o conformidad, referido al
cumplimiento de los códigos éticos y legales, público y particulares en las
actividades de una empresa. Me vale en cualquier idioma siempre que se
garantice la actuación correcta de la empresa, pero ¿eso no es función del
departamento legal?
En fin, que entre tanto
énfasis en retailing, merchandising, en crear internal startups, una buena definición
de strategy planning, marketing mix y pricing scheme, en mantener el core
del negocio, y crear un equipo de alto performance,
echo de menos algo de "Ethical management", o gestión ética de los negocios.
http://nuturna.eu/Lea su reportaje en 'Emprendedores2020':
Joaquín Mateos: un emprendedor que busca hacer la vida de la gente con diabetes mucho más sencilla
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