domingo 29 de junio de 2014, 12:53h
Primero fue Cáritas
con un informe en el que denunciaba el aumento de la pobreza
infantil... en España. Niños que viven en condiciones de riesgo de
exclusión y que van a quedar marcados de por vida porque nunca van a
tener las mismas oportunidades que los demás. Ni en la educación ni
en el empleo ni en nada. Ahora ha sido Unicef la que reitera lo mismo
con datos extraídos no de fuentes oficiales, que prefieren no
facilitarlos o no tenerlos, como si quisieran ocultarla, sino
propios: dos millones de niños (el 27,5 por ciento) son pobres en
España; la inversión en infancia -que nunca fue elevada- ha
caído un 14,6 por ciento desde 2010 y España dedica sólo un 1,4
por ciento del PIB a infancia frente al 2,2 de Europa. En resumen,
España es el segundo país de los 28 de la Unión Europea que menos
reduce la pobreza infantil, solo superados por Grecia.
Hay algo más
especialmente grave: ¿por qué no tienen los españoles los hijos
que desean? La caída de la natalidad tiene causas claras y también
consecuencias serias. Tener hijos hoy en España es un factor que
favorece la pobreza y multiplica la desigualdad frente a los hogares
donde no hay hijos. No es sólo ni sobre todo un problema de egoísmo,
es un problema de falta de ayudas. Tal vez por eso, la natalidad
sigue descendiendo y en 2023 tendremos un millón menos de niños que
en 2014, lo que amenaza el sostenimiento del Estado del bienestar
que todos parecemos querer conservar. Una infancia más pobre lleva a
una sociedad más pobre y más desigual.
La pobreza
infantil, toda la pobreza, decía Ángel Gabilondo en la presentación
del Informe de Unicef, es la gran exclusión social, el gran enemigo
y sólo se combate de verdad, con la justicia. La salud social de un
pueblo se mide por cómo trata a sus niños, a sus mayores y a los
más vulnerables. Y en los tres apartados, España suspende sin
paliativos.
¿Y qué hacen
nuestros políticos? El Gobierno no sólo no ofrece datos sino que
dice que niega los de las ONGs, sin rebatir esas cifras de la
vergüenza. En el PSOE andan preocupados por elegir líderes de
marketing -sin debate de ideas ni de programas ni de modelo de
país- y en sus palabras hay espacio para marcar la ideología, -la
República, el enfrentamiento con la Iglesia, la eugenesia-, pero ni
una sola para hablar de problemas de verdad como el empleo, la
infancia en riesgo de exclusión, las políticas sociales. Y en
Izquierda Unida, otro tanto porque la única salida que ven es
cortejar a Podemos, sin darse cuenta de que, como ha sucedido en
Cataluña con CiU y ERC, si los votantes de izquierdas quieren
izquierda radical, votarán a quien lo es y no a quien quiere
parecerlo. Hace tanta falta un Pacto por la Infancia como un pacto
por el sentido común, que, ya lo saben, es el menos común de los
sentidos.
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (1)
28854 | Rosa Paredes - 29/06/2014 @ 20:38:41 (GMT+1)
Don Francisco, es muy triste y desolador tener que llegar a escribir noticias hablando de la infancia con ese desgarro y ausencia de todo, de esos pequeños y desvalidos seres. Criaturas que vienen al mundo sufriendo y careciendo de lo más esencial como es el pan de cada día. Cierto que todos nacemos solos y desnudos ante el mundo, pero, por desgracia, unos más que otros. Confieso que soy cobarde y que hay escenas a las que no me puedo enfrentar cara a cara y que cuando las veo en los medios de comunicación, retiro la mirada y no dejo que se pose. Ver a esos niños famélicos invadidos por las moscas merodeando alrededor y que posiblemente esos insectos repulsivos ya intuyen el desenlace que les espera a esas criaturas, hace que sienta desgarro por dentro. ¿Qué es lo triste? Sencillamente que no se puede erradicar de un plumazo y con carácter de urgencia, toda esa HAMBRE que come por dentro a esos seres que viven en todas partes del mundo. Aunque leyendo el último párrafo, creo que me he expresado mal. Digo "que no se puede erradicar de un plumazo toda esa hambre" Pienso al respecto, que poder SÍ que se podría, pero parece ser que por parte de los estamentos responsables del tema, no se hace lo que procedería hacer. Se da prioridad a temas sin relevancia ni importancia alguna ante esta gran sarna hambruna que lo invade todo. Y sinceramente y diciendo lo que pienso, creo que en los paises tercermundistas y dado que se carece de lo más esencial para vivir, tendría que haber un control exhautivo de natalidad. No se puede traer a la vida a inocentes que ya vienen condenados a una muerte prematura. Realmente es lo que pienso. La palabra que está ausente en este tema, se llama MISERICORDIA.
Saludos
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