Aquel digno anfitrión del Pacto de San Sebastián
sábado 28 de junio de 2014, 10:35h
Si
los diputados del PNV elegidos en 1931 Aguirre, Leizaola,
Robles Arangiz, Egileor, Horn, Bikuña, y Basterretxea hubieran
podido estar en
el pleno de las Cortes Generales
del
pasado 19 de junio,
alucinarían a colores. No entenderían
nada. Verle a un señor
vestido de Capitán
General
y
llegar
en un Rolls
Royce utilizado por Franco, en un Madrid policialmente tomado y con
detenciones a los que osaran enarbolar banderas republicanas y jurar
un cargo que ellos habían
abolido para Alfonso XIII
y
todos sus sucesores en memorable sesión
celebrada en ese mismo hemiciclo, presidida por el socialista
Besteiro. La única
defensa fue la del conde de Romanones, un viejo tahúr
de
la época. Todo esto les llenaría de estupor, y les
hubiera
dejado flipados, como dicen los chavales. Les hubiera asimismo
extrañado que aludiera a Castelao que nada más
llegar al Congreso pidió
que quitaran del frontispicio las estatuas de los Reyes
Católicos
a los que atribuyó
todos los males. O a Machado que dijo aquello que media España
te helará
el
corazón.
O a Aresti, el del precioso poema de la defensa de la casa del padre,
de los lobos. O de un Espriu, nada monárquico.
Y les extrañaría mucho más
que la caverna y el socialismo criticaran a los presidentes de
Euzkadi y Catalunya por no aplaudir un discurso pre constitucional.
Por
todo esto no es de extrañar
que el Alto Comisionado de la Marca España,
Carlos Espinosa de los Monteros, dijera hace poco que "es bueno
que los niños
no sepan quien fue Franco". Bueno para él y lo que representa y
bueno para que se pueda manipular a generaciones crecidas en la
ignorancia de la historia.
Pues
a mí, en
contra de Espinosa,
si me gusta recordar la historia y sobre todo la historia de los
vencidos, porque ese mismo día
se cumplían
120 años
del nacimiento del alcalde republicano donostiarra Fernando Sasiaín
Brau, anfitrión
de aquel receptáculo
pre natal de la II
República
que fue el Pacto de San Sebastián. El PNV no estuvo presente en
aquel acuerdo de Lerroux, Azaña,
Marcelino Domingo, Álvaro de Albornoz, Niceto Alcalá
Zamora, Miguel Maura, Carrasco Formiguera, Jaume Ayguadé,
Casares Quiroga, Indalecio Prieto, Ortega y Gasset y Marañon
entre otros, para acabar con aquella corrupta monarquía
que había
apoyado una dictadura. Don Manuel
de Irujo nos decía
que gracias a ese pacto los catalanes tuvieron su primer estatuto en
1932 y que gracias a nuestra ausencia nosotros lo conseguimos
en 1936, en plena guerra y que con Estatuto, Mola no hubiera andado a
sus anchas por Navarra preparando la sublevación
militar.
-----o-----
Fernando
Sasiaín era Licenciado en Derecho
por la Universidad
de Valladolid.
Hacia el final de la dictadura
de Primo de Rivera
se vinculó a los movimientos republicanos, presidiendo el Círculo
Republicano de San Sebastián, en el que se integraba el federalismo
donostiarra. Fue anfitrión del denominado Pacto
de San Sebastián
para la instauración de la República.
Elegido
alcalde de San Sebastián en la candidatura de la Conjunción
Republicano-Socialista
en las elecciones del 12
de abril
de 1931
que, fueron el detonante para la proclamación
de la Segunda República
y la caída de Alfonso
XIII,
trabajó muy bien como alcalde y él con el Movimiento de Alcaldes en
pro del Estatuto.
Con
José Antonio Aguirre apoyó el proyecto de Estatuto de Autonomía
para el País
Vasco
bajo la fórmula de un solo texto para todo el territorio, contrario
a que cada territorio redactara el suyo. Participó activamente en el
proyecto estatutario, siendo el encargado de realizar su entrega
formal a las Cortes
Generales
y al Presidente de la República en diciembre de 1933.
Detenido durante el bienio radical-cedista,
al ser uno de los miembros de la Comisión Municipal Permanente del
País Vasco, y liberado poco después.
Al
sublevarse el ejército, siguió activo como alcalde hasta la caída
de Donosti en manos de las tropas franquistas en septiembre de 1936.
De allí pasó a Bilbao,
donde participó en Gernika en la elección del primer Presidente del
Gobierno Vasco, hasta que hubo de huir por vía marítima hasta
Santander,
luego hacia Francia
y de allí a Catalunya
para, en 1939,
perdida la guerra, exiliarse en Ziboure,
hasta su regreso en 1950. Durante la Segunda
Guerra Mundial
fue detenido por la Gestapo
e ingresado en la cárcel de Bayona durante unos dos meses. En 1950
regresó a España, donde fue imputado en un consejo
de guerra
por "auxilio a la rebelión". Dado su estado anímico -sufría
una fuerte depresión- fue ingresado en el Servicio de Psiquiatría
del hospital de Gipúzcoa, y de allí pasó al hospital San Juan de
Dios de Palencia, donde falleció en 1957.
El
exiliado Germán Iñurrategui
escribió sobre él:
"Hace
varios años,
dos hombres en un pequeño bote, bailaban sin marearse por las costas
de Guethary, pescando lubinas. Cuando el mar les cerraba el camino,
iban agachados por las rocas llenando una bolsa de lona, con lapas y
con magurios. Mañana a mañana y por la barra de Ziboure, veía
salir a la
mar
un minúsculo
chinchorro, con los mismos tripulantes. Aquel juguete, parecía mirar
envidioso a los esbeltos vaporcitos de San Juan de Luz, que a la
misma hora tomaban las rutas lejanas del Golfo.
"Casi
escondido en las grupas de las olas, iba el bote hacia Sokoa, con una
caña
en la proa y otra en la popa, rastreando con sus anzuelos las
guaridas de la lubina. Regresaban al anochecer; unas veces con
fortuna y otras veces de vacío. Los dos subían cansados la pequeña
pendiente del barrio de pescadores, para caer rendidos en sus catres
y soñar con esperanza en las luces y la suerte del nuevo día.
Algunas veces llegaban hasta el puerto en busca de carnada; kiskillas
vivas, conservadas en agua de mar y cebo el más apreciado para sus
presas.
"Los
pescadores, al verle llegar y pese a la familiaridad de una larga
convivencia, le miraban con respecto y exclamaban a su paso:
"Donostiko Alkatia" y era él,
Fernando Sasiain. El otro, era Emilio, su hermano. Procurador de los
Tribunales. Los dos refugiados, los dos en la miseria, juntos
arrancando al mar el pan de cada día.
"Me
costó
mucho conocer a Fernando. Al tenderle la mano, apenas la apretó.
Estaba viejo, encorvado, raído su traje, cano y calvo. Le hablé, de
sus amigos donostiarras de México; llevado yo de la ilusión de
proporcionar alegría aquellos ojos sin mirada, empezó locuaz a
hablar de uno y de otro, de sus éxitos, de su salud y de sus
recuerdos.
Pero me vi atajado con una respuesta amarga y fría
" ¿Amigos? ¡Yo no tengo amigos!" Y volvía la cara hacia
los malecones del puerto, como dándome a entender que el mar y un
pequeño bote eran todos sus afectos. Me dio mucha pena; no podía
representar en él, aquel hombre varonil y arrogante, popular y
simpático, que a sus hombros llevaba, con singular competencia, la
primera magistratura de la capital de Gipuzkoa.
"Fernando
fue siempre un hombre liberal. Su suerte política
se decidió al presidir el día 17 de Agosto de 1930, la famosa
reunión antimonárquica, que se conoce con el nombre del Pacto de
San Sebastián. Allí estuvieron presentes las casi totalidad de los
miembros que, meses más tarde, habían de constituir el primer
Gobierno de la República, al instaurarse ésta con aclamación
española, el 14 de Abril de 1931. Y Fernando fue con el voto
donostiarra, el primer y único Alcalde republicano, que ha tenido
San Sebastián".
Idoia
Mendia me comentó que recordaba un homenaje a Sasiaín en Ziboure en
el que también estuvo Labayen. Y el fiscal Calparsoro me dijo que la
Kutxa editó un libro sobre él. Sé también que el pabellón de
entrada del Museo San Telmo lleva su nombre. Pero ni una calle, ni
una plaza.
Cumpliéndose
el año que viene 95 años del Pacto de San Sebastián no estaría
nada mal recordarle. Su ejemplo y la tragedia de su vida quedan como
semilla. Y Donosti, como Eibar podrían organizar otro Pacto de San
Sebastián que podría traer la III República. No estaría mal. Ya
hay un precedente.
Foro asociado a esta noticia:
Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (2)
28848 | Toujours au Contraire - 29/06/2014 @ 10:30:32 (GMT+1)
Cada vez me parece más surrealista lo de tu cabeza, Iñaki. Recordar el Pacto republicano de San Sebastián en el cual el PNV arteramente se abstuvo de estar es como tocar con la txalaparta la Novena de Beethoven. Por cierto, será por tradición, pero el PNV se ha vuelto a abstener en la votación de la Ley de Abdicación del Congreso. Será que las cosas propias del PNV como darse a la natación mientras guarda la ropa no son de este mundo. Y por cierto, citar a Irujo como si fuera Dios y no pudiera equivocarse debería ser pecado.
28841 | Cuquiña - 28/06/2014 @ 10:50:32 (GMT+1)
Vds. siempre con las historias del abuelo Cebolleta, y haciendo mofa del nuevo Rey por ir con uniforme de Capitán General que dejaría alucinando en colores, según nos dice a unos personajes que nadie conoce. Vds. como de todos nosotros sin dar golpe en el Senado y es un enemigo pagado de España que se permite el lujo de insultar a las más altas instituciones. Es un forúnculo en la vida de España. El Concierto Vasco es uno de los agravios que los españoles estamos soportando, y ni con esos privilegios se callan.
|
|