Tres candidatos que miran hacia la izquierda
viernes 27 de junio de 2014, 16:17h
Las elecciones europeas han dado un vuelco a este país, que
ahora gira su cabeza hacia la izquierda. Una izquierda que ve una oportunidad
de oro en las elecciones municipales que ya se ven a la vuelta de la esquina de
diez meses. Por supuesto, con el permiso de Podemos, 1,2 millones de votos,
como le gusta presumir a Pablo Iglesias, pese a ser aún una incógnita si
logrará conservarlos o se los devolverá a los que creen ser sus legítimos
propietarios: IU, víctima de un claro ataque de cuernos, y un PSOE en busca de
sí mismo, de renovarse o morir. Es el giro a la izquierda... de la izquierda.
Hay quien sueña con convertir las elecciones municipales de
2015 en la segunda vuelta de las del 12 de abril de 1931, en las que el triunfo
de la izquierda en las grandes ciudades derrocó a la
Monarquía y colocó la bandera republicana en todos los balcones. El exceso
oratorio del portavoz de IU en el Senado, José
Manuel Mariscal, mientras defendía su voto en contra de la Ley de
Abdicación el pasado 17 de junio refleja la importancia de unas urnas que
retratarán a todo el mundo, la primera foto fija del nuevo mapa político
español.
Uno de los protagonistas de esa imagen saldrá de la terna
puesta en suerte a los militantes del PSOE para elegir al sucesor de Alfredo Pérez Rubalcaba. Pedro Sánchez, Eduardo Madina y José
Antonio Pérez Tapias rivalizan en su pedigrí de izquierdas ante sus bases,
cuyo malestar ha dado la vuelta al partido. Y se la volverá a dar -o eso es al
menos lo previsto- en las primarias de noviembre, donde les espera ya en la
línea de salida Carme Chacón,
absolutamente desaparecida desde hace varias semanas.
"Hombre de izquierdas"
Eduardo Madina insistió en su primer mitin ante los
militantes -en la Extremadura de Guillermo
Fernández Vara- en que él es "un hombre de izquierdas". Negó ser un "radical"
como le llamaron desde el PP haciéndole un favor, pero defendió y presumió de
su adn arraigado en el socialismo vasco desde hace varias generaciones.
Sin embargo, su programa se centra más en las cuestiones de
organización del partido, consciente de que si como él repite en todas sus
intervenciones, "no hay posibilidad de alternativa en este país que no pase por
el PSOE", es peligroso girar demasiado a la izquierda, como su compañero y
paisano Ramón Jáuregui ha dicho en
su chat con los lectores de Diariocrítico.
Una de las claves del discurso de Madina es que hacen falta "9
o 10 millones de votos" para un proyecto como el que él propone: "Un proyecto
potente de transformación profunda en la economía, el modelo social y el modelo
de convivencia" para "cambiar las cosas al servicio de la gente que más
sufre". Pero sin concretar más allá de la pura actualidad como el aforamiento.
Y con las palabras muy medidas para no volver a meter la pata como le pasó con
el jardín soberanista de Cataluña.
Madina es consciente de que -como avisa Ramón Jáuregui- sin
el centro izquierda nunca conseguirá esos 10 millones de votos. Pero no puede
decirlo. Al menos de momento. La realidad de los números es que en el 25M, la
suma total de la izquierda rondó los 7 millones de votos, la mitad de ellos del
PSOE, muy lejos de los 11 millones que obtuvo Zapatero en 2008 y los 7 millones de 2011.
Si gana, su primera tarea será, por tanto, averiguar dónde se han
ido los votantes del PSOE.
"Laico, federal y republicano"
Pedro Sánchez, su principal rival, lo tiene en cambio
meridianamente claro: "Una política inequívocamente de izquierdas" es la base
de su discurso a los militantes. "Laica, federal, con
valores republicanos, feminista y comprometida con el medio ambiente", son sus
principios e incluye compromisos concretos, como una reforma fiscal "realmente
progresista que refuerce la inspección, ponga coto a los beneficios fiscales a
los especuladores, prime la actividad productiva y establezca un impuesto a las
grandes fortunas"; Sanidad y Educación "gratuitas para todos ... en función de la
renta de cada ciudadano"; la reforma de la Constitución para construir un estado
federal e incorporar nuevos derechos...
Sánchez apuesta por "recuperar las
alianzas de siempre" para recuperar el apoyo ciudadano. En primer lugar, con
UGT, "Pero además, renovaremos nuestra amistad y trabajaremos mano
a mano con los colectivos que en los últimos tiempos nos han retirado la
confianza. Los llamados "indignados", las organizaciones sociales de base, los
partidos de la izquierda, el mundo de la cultura, el arte y el pensamiento
progresista. Es urgente pedir y ofrecer ayuda para restaurar la alianza de los
progresistas en España".
Andalucía como referente
José Antonio Pérez Tapias, en su
condición de miembro destacado de Izquierda Socialista, la corriente más
numerosa y crítica del partido, no tiene que demostrar nada sobre giros a la
izquierda. Sin embargo, su papel es aún el de tercero en discordia, con escasas
posibilidades de llegar el primero a la meta del domingo 13 de julio pese a la
inyección de oxígeno que ha insuflado a IS la crisis que ha abierto Ferraz en
canal.
Su propuesta parte de una reforma
de la Constitución en la que el PSOE debe hacer gala de su "memoria republicana"
y hacer realidad el referéndum sobre la Monarquía. Su referente es Andalucía,
"donde se ha demostrado que la unidad de acción de la izquierda es
posible" con el pacto PSOE-IU. Pérez Tapias tampoco mira hacia el centro en
busca del voto perdido y apuesta por "un socialismo capaz de crear
alianzas de progreso y bienestar social con todas las fuerzas políticas de
izquierdas".
Puertas giratorias
Esas fuerzas políticas pasan necesariamente por IU y
Podemos. La coalición de Cayo Lara
vive también su propia transformación interna con la vista puesta en el todavía
embrión de partido que lidera Pablo
Iglesias. Y el discurso de éste empieza ya a dar tantas vueltas sobre sí
mismo como las puertas giratorias que quiere desterrar de la política.
IU busca a Podemos para no acabar fagocitado y Podemos busca
crecer a costa de las decenas de pequeñas formaciones nacidas en la Puerta del
Sol un 15M, desde los animalistas al Partido X, pero manteniendo la hegemonía
que le dan los 1,2 millones de votos de las Elecciones Europeas.
IU, aunque en menor medida que el PSOE, se dispone a sufrir
su propia catarsis interna. Las voces que han 'animado' a dimitir a Willy Meyer son las mismas que también
piden el relevo de las actuales caras visibles de la Coalición, señalando
directamente a José Luis Centella,
portavoz en el Congreso.
Sólo se salva Cayo Lara, a quien no se puede negar que ha
conseguido situar de nuevo a IU como una fuerza política decisiva en el
panorama político español.