jueves 26 de junio de 2014, 12:04h
Cual río Guadiana la propuesta de
legalización de las drogas aparece temporalmente creando confusión y suspicacias.
Es muy fácil lanzar un titular,
más o menos atractivo, sin plantear previamente las circunstancias que influirán
en dicho dilema.
Una primera consideración es
citar, que la persona que lanzó el debate recientemente y con eco social, fue
Milton Friedman, economista ultra liberal, que en su libro "La teoría del statu
quo" planteó el dilema ceñido a su ideología ultraconservadora. Posteriormente,
medios de comunicación, como The Times, Wall Street Journal y Financial Times, serios
pero ultra liberales, se sumaron al coro
y para los entendidos es conocida la titularidad de dichos rotativos y los
intereses que representan. Igualmente un
conocido Premio Nobel de Literatura, de ideología ultraconservadora se ha unido
a esta campaña. Por tanto, no definamos a los prohibicionistas como
puritanistas cuando las realidades personales y económicas van por otros
caminos.
De todas formas yo creo que antes de lanzar soflamas y
titulares de fácil venta, sería conveniente aclarar diversas cuestiones, algunas
de las cuales señalo a continuación sobre las que creo sería conveniente reflexionar:
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La legalización es una medida que no puede
llevarse a cabo en un solo país. La posibilidad de acuerdo internacional en ese
sentido es remota. La posición en contra de la comunidad internacional quedó
patente en la Conferencia de Viena patrocinada por el Secretario General de la
ONU (en Abril de 1987) y, sobre todo, recogida en la Convención de Diciembre de
1988 suscrita por todas las naciones del mundo.
-
Es preciso definir QUÉ se quiere legalizar: ¿el LSD, la heroína pura,
el hachís ,las anfetaminas, Éxtasis ,GHP ,Speed, Ketamina, Polvo de Ángel? ¿todas
o solo parte de ellas?
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También hay que responder al ¿para QUIÉN se legaliza?: ¿para mayores de edad? ¿para
los que ya son drogadictos? ¿para los que conscientemente desean empezar a
serlo?
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Si se legaliza,en principio,solo para mayores
¿Cómo se impide que haya un mercado ilegal para menores?
-
Si sólo se legaliza para drogodependientes ¿cómo
se identifican y censan? ¿cómo se impide el tráfico ilegal desde los
identificados y controlados hacia los que no quieren darse a conocer como tales
(razones familiares, laborales etc.) o lo son esporádicamente? ¿Qué pasa si
quieren más dosis de las recetadas?
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Si se venden libremente productos muy tóxicos
como las drogas ¿Cómo puede mantenerse el control drástico sobre los medicamentos,
precisamente, para evitar efectos
secundarios indeseados? La acción administrativa del Estado en este
terreno quedaría deslegitimada.
-
Todos los puntos anteriores invalidan la
propuesta de venta en los estancos o
Supermercados.
-
En el caso de accidentes ¿Qué responsabilidad
legal asume el Estado y los profesionales que participan en la distribución?
¿Cómo puede evitarse una sobredosis? (por
ejemplo, al guardar varias dosis
"legales" para una sola vez)? ¿Cómo se evita que compartan jeringuillas?
¿Cómo se evitan las consecuencias patológicas a medio plazo, de la cocaína? ¿Quién
paga el coste de todo esto?
-
¿Se le ha explicado al contribuyente que deberá
sufragar la distribución de unas drogas legales a través de una red pública,
que tendrá un coste atender sanitariamente al drogadicto en los hospitales
públicos y, probablemente, apoyarle económicamente para que pueda adquirirla y
no cometa delitos?
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Las experiencias legalizadoras parciales llevadas
a cabo hasta ahora, no han dado resultado positivo: se ha incrementado el consumo,
sin disminuir la marginación y se ha degradado
el entorno urbano.
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La legalización no supone la desaparición de los
actuales "capos" productores y distribuidores: éstos pueden organizarse oligopólicamente como
oferentes legales. Sus medios económicos se lo permiten y presionan en favor de
la legalización.
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El abaratamiento de la droga no equivale a erradicar
la delincuencia. Ej. En Nueva York, hoy mismo, donde los precios han disminuido
drásticamente, una dosis de cualquier droga vale muy poco y la delincuencia
sigue aumentando.
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La legalización parcial y controlada ya existe.
En todas las CCAA hay programas de administración de Metadona para heroinómanos
censados y no se ha erradicado el problema.
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La legalización total supondría un riesgo
añadido de aumento de drogodependientes por disminución del precio y facilidad
de adquisición.Ej.: la abolición de la Ley Seca en USA disminuyó la
delincuencia relacionada con la distribución, pero originó un incremento del número
de alcohólicos (normales y marginados), accidentes producidos por el alcohol
etc.
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En el caso de la heroína y cocaína, habría que
ir a comprarla a los monopolios
productores. Éstos seguirían vendiendo cantidades enormes y sus negocios
estarían legalizados.Bajarían los precios, pero éstos se compensarían con un
mayor volumen de venta-consumo.
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Todo negocio lícito importante origina un
mercado negro tan importante, o mayor :petróleo, armas, obras de arte, metales
preciosos, tabaco etc.
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En cuanto al control de la calidad, hemos de decir que las muertes se producen,
fundamentalmente, por sobredosis, no por adulteración.
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El drogadicto no trabajará pero querrá cubrir
sus necesidades( coche, TV, Viajes, gastos generales) y para ello seguirá
"buscando dinero en cualquier parte"
Para acabar, me gustaría citar a mi admirado paisano
Baltasar Gracián que decía:
"Hay que sopesar las cosas. Más las que más importan.
Como no piensan, todos los necios se equivocan: nunca entienden de las cosas la
mitad, y como no perciben el daño o la oportunidad, tampoco actúan con rapidez.
Algunos hacen mucho caso de lo que importa poco y poco de lo que importa mucho,
sopesando siempre al revés. Muchos, por falta de sentido, no lo pierden. Hay
cosas que se deberían observar con todo cuidado y mantenerlas bien arraigadas
en el ánimo. El sabio todo lo sopesa, aunque ahonda especialmente donde hay
profundidad y dificultades y donde cree que a veces hay más de lo que se
piensa. Así la reflexión llega donde no alcanzó la aprehensión".