Para
algunos, no hay peor síntoma del comienzo del reinado de
Felipe VI que la eliminación de España del Mundial de fútbol, como
si tuvieran tanto que ver las churras con las merinas.
A
corto plazo, lo más importante es el pastón que nos vamos a ahorrar en primas a
la selección mejor pagada y subvencionada del mundo. No deja de ser curioso,
por otra parte, que la Liga española es la que más jugadores aporta este
mundial del fútbol global, en competencia solamente con la
Premier inglesa.
Pero
éste no es el momento de rasgarse las vestiduras por algo tan contingente como
un deporte, como tampoco lo fue en su momento para dar a sus protagonistas
premios Príncipe de Asturias, títulos de Marqueses o ponerlos como ejemplo de
todas las virtudes empresariales, de motivación y hasta de comportamiento
cívico y social. Ni tanto ni tan calvo.
Lo
sorprendente es que nadie se haya percatado de las carencias asociativas y de
juego de una selección que en los dos últimos años sólo consigue ganar por la
mínima, a trancas y barrancas, a rivales sin tradición futbolística, jugando
hacia atrás, sin crear situaciones de gol y aburriendo hasta a las ovejas.
¡Dónde quedó aquel vibrante y melodioso tiqui-taca con el que nos deleitara
Pepe Guardiola!
La
anticipación de lo que nos esperaba la tuvimos hace ya dos años, cuando la
selección sub 21, favorita en los Juegos Olímpicos de Londres, fue eliminada en
la primera fase ¡sin haber metido un solo gol! Los mismos que no sabían
hacerlos entonces tampoco los saben meter ahora.
Pero
no son momentos, digo, para rasgarse las vestiduras. ¡Ojalá todos los problemas
de España se redujeran a nuestro declive futbolístico! Eso no es nada ante la
articulación del estado, la disminución de renta de los españoles, los recortes
sociales, la confrontación callejera...
Hasta
ahora, el fútbol servía para canalizar algunas de estas frustraciones. Pero la
falta de esa cómoda y simple válvula de escape no hace pensar, ni mucho menos,
que a partir de ahora las cosas vayan a ir mejor.
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LA ROJA PIERDE SU CORONA (0-2)