Genio y figura. Centro de la atención mediática y olé. Hasta en los partidos benéficos, Mourinho, único e irrepetible, deja su huella. Y si hay que entrar al campo y hacerle falta a un jugador, se hace. Aunque sea una falta de respeto al jugador, al espectáculo y al fútbol.
El caso es que en el marco del 'Soccer Aid 2014' disputado en Old Trafford, a beneficio de Unicef, en el que compiten artistas y viejas glorias futboleras, el portugués cortó un ataque del equipo blanco -¿será porque desde que salió del Madrid odia este color?- dejando el banquillo y entrando en el terreno de juego para zancadillear por detrás a uno de los artistas, el rockero,
Olly Murs, que iniciaba un contraataque peligroso.
Eso sí,
Mou, después de la entrada que causo la sorpresa del propio jugador derribado -que después de la misma se lo tomó a chanza-, de sus compañeros, del árbitro y del público, comprendió su falta -que, como es lógico es de tarjeta roja-, y se fue autoexpulsado del banquillo hacia la grada. Genio y figura.