El
Rey Juan Carlos anunció por sorpresa este lunes que presenta su abdicación,
poniendo así fin a casi cuarenta años de historia -en noviembre de 2015 se
cumplirán cuarenta años desde que accedió al Trono-y abriendo la puerta a la
'era
Felipe VI'. Aunque aún se desconocen los pasos concretos para propiciar la
sucesión, todo indica que esta nueva era se pondrá en marcha de manera
inmediata. Con la salud patentemente quebrada y con el horizonte personalmente
penoso del inminente 'proceso Urdangarín', el Monarca ha tomado la decisión,
solicitada por numerosos sectores, incluso monárquicos, aparentemente sin
consultarla excepto con unos pocos allegados, y se la comunicó al presidente
Rajoy este mismo lunes, pocas horas antes de que el presidente anunciase la
abdicación en La Moncloa.
La
noticia dio inmediatamente la vuelta al mundo. El Rey ha sido generalmente
elogiado por los medios del más diverso cariz y tendencias. Otros medios
subrayaban los 'vacíos legales' que se evidencian en estos momentos.
La
abdicación del Rey se produce cuando incluso sus más próximos estaban
convencidos de que rehusaba dar este paso, al que siempre se mostró muy
reticente. Incluso se produce cuando el Rey había incrementado notablemente su
actividad, tanto viajera como de presencia y en audiencias. La sorpresa, dicen
medios de La Zarzuela,
no ha sido tanta, sin embargo: parece que Don Juan Carlos "daba vueltas a su
cabeza" con la idea de retirarse desde que, el pasado 6 de enero, se mostró
incapaz de leer fluidamente su discurso en la Pascua Militar, aunque lo
cierto es que posteriormente se recuperó de este 'bache'.
Llega
así a la jefatura del Estado del Reino de España Felipe de Borbón y Grecia, 46
años -30 menos que su padre--, un hombre ya en plena madurez, con una
excelente preparación y una sólida formación. Hace tiempo ya que las encuestas
mostraban que el Príncipe superaba en popularidad a su padre, especialmente
desde que se conoció el episodio de la 'cacería de Botsuana', que abrió un
auténtico culebrón que hizo que el Monarca pidiese públicamente perdón: "me he
equivocado y no volverá a ocurrir".
Han
sido, sin embargo, muchos más los claros que los oscuros en los cuarenta años
en los que Don Juan Carlos ha ocupado la jefatura del Estado a la muerte de
Franco. Ha sido un período lleno de dificultades, en los que se puso en marcha
una transición a la democracia de la mano de
Adolfo Suárez, fallecido el pasado
23 de marzo. De la transición, quedaba ya solamente la figura de Don Juan
Carlos ocupando un puesto de relevancia. Sin duda, se abre una nueva era.
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