Éste no es mi Rubalcaba: ¡que me lo devuelvan!
SAL SI PUEDES
martes 27 de mayo de 2014, 07:38h
Es
imposible que Alfredo Pérez Rubalcaba, uno de esos escasos políticos que llevan
el Estado en la cabeza, haya cometido un error estratégico de tal calibre.
Salvo que tenga una carta escondida, lo que en él jamás se debe descartar. Sea
la que sea, le va a dar igual, su farol ya no cuela.
Se
merecía, además, una salida por la puerta grande, una sucesión tranquila que ya
no podrá ser. Era demasiado para él ceder el puesto a otro sin plantar batalla,
pero ha perdido la guerra antes de empezar.
Su
congreso ya no tendrá ningún valor ante la opinión pública, ante los tres
millones de votantes largos que ha perdido hasta dejar al partido en cueros
electorales. Elegirán un nuevo secretario general que seguirá cosechando
derrotas "sin paliativos", como dice él mismo.
Él
debería saber mejor que nadie que cuando uno deja el cargo, su poder se diluye
en segundos. Rubalcaba ya no da miedo y Madina y Chacón se cargaron su Congreso
de un plumazo denunciando su maniobra y reclamando primarias abiertas para
renovar la dirección. La caja de los truenos está abierta, Rubalcaba vuelve a
ser el malo de la película y, de paso, le ha hecho media campaña a dos de los
posibles candidatos en liza.
Esto
acaba de empezar, de acuerdo, pero mal empezamos.