En línea con lo esperado, ni las actas de la Reserva Federal ni las del Banco de Inglaterra han mostrado cambios de los que puedan esperarse variaciones en sus líneas de actuación. Las del BoE muestran la existencia de unanimidad entre sus miembros con respecto a la política monetaria y que todos ellos están de acuerdo en realizar una reducción progresiva en su programa de compra de activos antes de la primera subida de tipos. Este posicionamiento coincidiría en forma con lo realizado por la Reserva Federal: eliminar progresivamente el programa de compra de activos antes de subir los tipos de interés, momento que vendrá determinado, entre otros factores, por la fortaleza de la recuperación económica. Las actas de la Fed muestran el debate interno entre sus miembros con respecto al proceso de una eventual normalización de la política monetaria y los mecanismos a utilizar. Con ello se constata que seguirá el proceso de reducción de estímulos y que la Fed ya estudia posibles alternativas para cuando tenga que elevar los tipos de interés. Con respecto al BCE pocas novedades. El presidente del Bundesbank y miembro del consejo del BCE señalaba en una entrevista a un periódico alemán que todavía no está claro si el BCE actuará en junio. Por otro lado, a tres días de las elecciones europeas, ayer los países de la UE, con excepción de Reino Unido y Suecia, alcanzaron un acuerdo final para la constitución de un fondo común de resolución bancaria dotado con 55.000 millones de euros. Su objetivo, ayudar a la liquidación de bancos en dificultades.
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