Las elecciones del 25-M serán las más relevantes de la historia de la Unión Europea puesto que el voto de los ciudadanos determinará por primera vez la presidencia del ejecutivo comunitario. Sin embargo, este paso hacia la democratización de Europa podría quedar ligeramente desvirtuado si finalmente triunfa la teoría del 'tapado' que empieza a cobrar fuerza en base a los últimos sondeos. La baja participación y la previsible dispersión del voto podrían forzar un nuevo juego de mayorías que buscase a Barroso un relevo ahora en la sombra.
Este domingo, los ciudadanos elegirán a un total de 751 eurodiputados, de los que España designará a 54. Ninguna formación ha logrado jamás obtener una mayoría absoluta en la Eurocámara y los sondeos auguran una baja participación y dispersión del voto. De confirmarse esta predicción, los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo cobrarían aún más trascendencia política por la ocasión histórica que brinda el Tratado de Lisboa.
El apartado 7 del artículo 17 establece lo siguiente: "Teniendo en cuenta el resultado de las elecciones al Parlamento Europeo y tras mantener las consultas apropiadas, el Consejo Europeo propondrá al Parlamento Europeo, por mayoría cualificada, un candidato al cargo de Presidente de la Comisión. El Parlamento Europeo elegirá al candidato por mayoría de los miembros que lo componen. Si el candidato no obtiene la mayoría necesaria, el Consejo Europeo propondrá en el plazo de un mes, por mayoría cualificada, un nuevo candidato, que será elegido por el Parlamento Europeo por el mismo procedimiento".
En base a lo anterior, el Consejo Europeo tendrá que tener en cuenta el resultado electoral para proponer al presidente de la Comisión Europea, pero no estará obligado a nombrar a quienes ya se han presentado como aspirantes ante el electorado. Es decir, si bien la mayoría de las familias políticas han escogido a sus candidatos (Jean-Claude Juncker, por los populares; Martin Schulz, por los socialistas; Guy Verhofstadt, por los liberales; Ska Keller, por los Verdes, y Alexis Tsipras de la Izquierda Europea) para sustituir a Durao Barroso, los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho podrían optar en el último minuto por un candidato 'tapado' que fuese respaldado por el bipartito europeo a modo de gran coalición.
Posibles 'tapados'
Desde hace meses se rumorea en Bruselas que la favorita de la canciller alemana, Angela Merkel, es la presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde. No obstante, también se baraja que si ganase el PP europeo podría escogerse al primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, que ya ha anunciado que deja su puesto en junio, o al irlandés, Enda Kenny.