"Mucha gente en Cataluña vive más
tranquila por el simple hecho de que existe el PP", afirmó el
presidente del Gobierno, que fue muy aplaudido y coreado a gritos de
"¡Viva España!" por un auditorio de unas 2.000 personas.
Aunque no hizo una referencia explícita
al referéndum separatista que el presidente de la Generalitat,
Artur
Mas, pretende celebrar el próximo 9 de noviembre, Rajoy fue duro con
los nacionalistas catalanes a quienes acusó de "disfrazar la
historia" y de "dar diplomas de catalanidad".
Desde que el Congreso rechazó la
propuesta independentista de Mas para celebrar un referéndum
secesionista el pasado febrero, la Generalitat se mantiene a la
espera de que el Gobierno central mueva ficha y abra la puerta al
diálogo. Pero eso no va a ocurrir, al menos de momento, porque el PP
es como "una roca", que "mantiene las mismas ideas y
defiende las mismas cosas de siempre", subrayó
Rajoy.
El rechazo independentismo, que es hoy
por hoy el tema estrella en la política catalana, fue el asunto que
más aplausos desató entre el público asistente al mitin, pero
Rajoy también aprovechó para tratar de desacreditar a sus otros
tres rivales electorales: el PSOE, los nuevos partidos emergentes
como UPyD y Ciutadans y la abstención.
El discurso contra los postulados
socialistas tiene un guión claro. la recuperación económica. El
presidente del Gobierno recordó que cuando llegó al poder en 2012,
se encontró con una "situación durísima" y se vio
obligado a lidiar con la crisis financiera, la de la deuda soberana,
el alza del déficit público, la subida de la prima de riesgo y, en
definitiva, con la amenaza del rescate.
Y contrapuso esa situación con la
actual, dos años y medio después, cuando, aseguró, "se ha
iniciado el camino de la recuperación y de la creación de empleo".
"Algo habremos hecho bien", concluyó, tras alertar que
"España no se puede permitir tirar estos esfuerzos por la
borda" volviendo a las viejas políticas del socialismo de
José
Luis Rodríguez Zapatero.
También fue claro su mensaje contra
los abstencionistas: "Europa importa, porque el 80% de la
legislación española tiene origen en la Unión Europea",
destacó para luego concretar que infinidad de asuntos como la
agricultura, la moneda, las infraestructuras o la formación se
deciden en Bruselas.
Las encuestas no son desfavorables al
PP. La mayoría de los sondeos dan por hecho que los populares
saldrán victoriosos en los comicios del próximo día 25, pero el
fantasma de los nuevos partidos emergentes, como UPyD y Ciutadans,
que se presentan ante la opinión pública como reformadores y
transparentes, planea sobre las urnas. Por eso, Rajoy dedicó un buen
rato a explicar que "sólo los partidos fuertes tienen margen de
maniobra en Europa" y que un único diputado de una formación
"sería marginal", por lo que hizo un llamamiento a "no
disipar las energías".
El presidente español estuvo
acompañado de la presidenta del PP catalán,
Alicia Sánchez-Camacho;
del cabeza de cartel del PP en estas elecciones; Miguel Arias Cañete,
y del candidato por Barcelona, Santiago Fisas. El discurso de
Sánchez-Camacho fue el más aplaudido gracias a las constantes
referencias a las tensiones independentistas. La popular lamento "el
enfrentamiento" que este debate ha provocado entre "familiares
y amigos" y señaló que "no se celebrará un referéndum
ilegal".
Cañete repasó por enésima vez los
datos económicos y se presentó como el único candidato capaz de
"evitar que los socialistas vuelvan a destruir la economía
española". El cabeza de cartel del PP parece haber pasado
página respecto a sus polémicas declaraciones sobre la candidata
del PSOE, Elena Valenciano, pues omitió cualquier comentario sobre
las dificultades que entraña debatir con una mujer y correr el
riesgo de mostrar la superioridad intelectual masculina.
Leonor Mayor (Barcelona)Lea también:- Especial: '
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