La venta del patrimonio público parece ser la huida hacia adelante
preferida de los gobiernos de este país. El presidente del gobierno
declaraba sin rubor en RNE lo que todos ya sabíamos, que el rescate
bancario lo pagaremos todos los españoles por la vía de los presupuestos
generales del estado. El agujero presupuestario se está cubriendo, como
también sabemos todos, con recortes en los servicios públicos como
educación o sanidad, pero también con la venta del patrimonio nacional.
Hace dos meses, saltaba
la noticia de la venta del 10% del Parque Natural de los Alcornocales.
En los presupuestos de 2014 de la Generalitat de Catalunya hay incluidos
842 millones € de ingresos previstos por la enajenación de patrimonio.
Patrimonio perteneciente a los catalanes, que se va a vender en las
peores condiciones de mercado posibles al mejor postor (¿extranjero?),
simplemente para poder hacer frente a los pagos previstos. Esta pérdida
de riqueza es equivalente a cuando no hay para comer y se malvende la
casa, pero después se alquila a quien la ha comprado... pan para hoy y
hambre para mañana.
Sin embargo, esta no es la única opción que tienen las
administraciones públicas. Existen opciones que permitirían solucionar
de otra forma los problemas de falta de liquidez. Recordemos lo que
explicaba
Ellen Brown en su libro "Telaraña de deuda"
(1) respecto a una pequeña isla entre Francia e Inglaterra que tomó la determinación de no vender su futuro:
"Mientras los banqueros estadounidenses insistían en que el gobierno
tenía que pedir prestado en lugar de imprimir el dinero que necesitaba,
los residentes de un pequeño Estado insular en la costa de Inglaterra
estaban llevando a cabo en silencio un experimento que mostraría que el
argumento de los banqueros sobre el peligro de la inflación es una
farsa. Guernsey se encuentra entre las islas del Canal británicas, a
unos 75 kilómetros al sur de Gran Bretaña. En 1994, el Dr. Bob Blain, el
Profesor de Sociología en la Universidad del Sur de Illinois, escribió
acerca del notable caso de esta isla:
"En 1816 sus diques se desmoronaban, sus caminos estaban embarrados y
sólo tenían 1,3 mt de ancho. La deuda de era de 19.000 libras. Los
ingresos anuales de la isla eran de 3.000 libras de las cuales 2.400
necesitaban ser utilizadas para pagar los intereses de su deuda . No es
sorprendente que la gente abandonase Guernsey, había poco trabajo.
Entonces, en 1816, el gobierno de Guernsey creó y prestó billetes
sin intereses por valor de 6.000 libras. Unas 4.000 libras fueron
utilizadas para iniciar las reparaciones de los diques. En 1820, otras
4.500 libras fueron emitidas, una vez más sin intereses. En 1821, otras
10.000; en 1.824, 5.000; en 1.826, 20.000. En 1837, 50.000 libras se
habían emitido sin intereses para el uso principal de proyectos como
diques, carreteras, el mercado, iglesias y colegios. Esta suma duplicó
con creces la oferta monetaria de la isla durante este período de trece
años, pero no se produjo inflación. En el año 1914, cuando los
británicos limitaron la expansión de su oferta de dinero, debido a la
Primera Guerra Mundial, el gobierno de Guernsey emitió otras 142.000
libras en los siguientes cuatro años y nunca miraron hacia atrás. En
1958, más de 542.000 libras se habían emitido, todo ello sin inflación.
"Guernsey tiene un impuesto sobre la renta, pero el impuesto es
relativamente bajo (una tarifa "plana" del 20 por ciento), y es simple y
sin escapatoria. No tiene un impuesto sobre sucesiones, no hay impuesto
de ganancias de capital, ni ninguna deuda federal. Los bancos
comerciales dan servicio a prestamistas privados, pero el gobierno no se
endeuda. Cuando se quiere crear una infraestructura o servicio público,
sólo se emite el dinero que se necesita para pagar el trabajo. El
Gobierno de Guernsey ha estado emitiendo su propia moneda desde hace
casi dos siglos. Durante ese tiempo, la oferta de dinero ha crecido
cerca de 25 veces su tamaño original, sin embargo, la economía no se ha
preocupado por la inflación de precios, y se ha mantenido próspera y
estable
(2).
"Muchos otros países también han emitido con éxito su propio dinero,
pero Guernsey es uno de los pocos que se han quedado fuera del radar el
tiempo suficiente para escapar de los ataques encubiertos de un cártel
bancario internacional que pretende monopolizar la capacidad de crear el
dinero."
El secreto de la ausencia de inflación es que el dinero invertido en
economía productiva (la construcción de infraestructuras necesarias lo
es) genera directa o indirectamente nuevos productos y servicios que se
pueden comprar con ese nuevo dinero. La condición para que se produzca
inflación es que haya demasiado dinero en el mercado tratando de comprar
demasiados pocos bienes y servicios. Por lo tanto, para mantener la
inflación a raya hay que invertir en la creación de nuevos bienes y
servicios que tengan demanda real y efectiva en el mercado, o que sirvan
para propiciar su producción.
Hace unos días Valor Afegir de TV3 hizo un reportaje sobre monedas
sociales en que se presentaba el proyecto Eurocat, al que contribuyo. Si
la Generalitat participase en proyectos como este, no tendría que
dilapidar el patrimonio de los catalanes... Y además se ahorraría los
2.077 millones € que tiene presupuestado pagar en intereses de la deuda.
Nota añadida 12/12/2013: Tras algunos comentarios debo hacer una
aclaración. El caso de la isla de Guernsey no puede llevarnos a la
conclusión de que el Estado puede emitir dinero sin control y mucho
menos para cualquier propósito. Se pueden documentar casos claros en los
que los Estados, especialmente para poder sufragar conflictos bélicos,
han sobre-emitido la moneda nacional, que ha acabado perdiendo valor y
generando inflación. Lo que este artículo pretende es demostrar que ese
mal uso de la emisión monetaria por parte de los Estados no tiene por
qué ocurrir y también, que la solución a esa eventualidad no pasa por
obligar al Estado a pedir prestado a bancos o mercados financieros. La
solución es que esa capacidad de emisión monetaria esté controlada por
la ciudadanía para que se produzca en la cantidad y para los propósitos
democráticamente elegidos.
Notas:
(1)
Extracto de Ellen Brown "Web of Debt" - Third Millennium Press - Baton Rouge, Louisiana - EEUU. Página 115.
(2)
Bob Blain, "The Other way to Deal with the National Debt", Progressive Review (Junio 1994)
Susana Martín, candidata nº 4 de la Red Ciudadana Partido X a las elecciones del Parlamento Europeo. "Si quieres un resultado diferente, haz algo diferente"