La EPA de un país en guerra
martes 29 de abril de 2014, 12:21h
Sólo un país en guerra puede tener una Encuesta de Población
Activa parecida a la que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística. Un
país en guerra o una nación como España, sin gobierno, sin voluntad, sin pulso.
En un año se han ido fuera de nuestro país 270.000
ciudadanos mayores de 16 años. Muchos de ellos jóvenes en los que habíamos
invertido una buena cantidad de nuestra renta. Otros también se fueron, los
migrantes, aquellos que tanto ayudaron a nuestro desarrollo nacional.
En ese sentido hay en un año 424.500 ciudadanos menos de
población activa. Aquellos que quieren y pueden trabajar, compatriotas
dispuestos a generar valor. Hay más de cuatrocientos mil menos que quieran y
puedan ayudar a sacar adelante este país. Cuatrocientos mil españolas que, o
bien se han ido, o bien se han desanimado.
Por eso ha caído el desempleo en 344.900 parados menos.
Porque, de todos los que se han ido, de los que se han desanimado, muchos de
ellos, más de trescientos mil eran desempleados.
Y, desde el punto de vista económico la tragedia reside en
el hecho de que hay 79.600 ocupados menos en un país que mereciere ver a su
gente trabajar, salir adelante, remar para tener un mejor futuro.
Así que lo único que podemos sentir es desolación por tener
una EPA que nos adelanta la disolución de una nación que debe reaccionar cuanto
antes frente a una tragedia de esta dimensiones.
Que casi trescientos mil españoles se hayan ido de nuestro
país, que más de cuatrocientos mil no quieran participar ya en nuestro mercado
laboral, que ochenta mil no estén ya ocupados, es la peor noticia posible.
Siempre he dicho que este país necesita un Roosevelt.
Alguien que tome las riendas de un colectivo, los españoles, que deseamos
organizarnos de otra manera en la tierra que nos vio nacer.
En eso debemos poner nuestro empeño. No en hablar de
federalismos de salón o antidemocráticos derechos a decidir: menos cuestiones
laterales y más de las sustanciales.
Una nación que se precie debe poner a sus mejores al mando.
No enviarles fuera a buscar un trabajo donde volcar su valor añadido, donde
dejar lo mejor de sus vidas, donde crear una familia.
Estamos ante una EPA que es, créanme, la más parecida a la
de un país en guerra, a una nación en disolución, a un lugar inhóspito.
@AntonioMiguelC