martes 22 de abril de 2014, 12:23h
Si nos dejamos
guiar por el movimiento turístico en Semana Santa podemos pensar que buena
parte de los españoles ha recobrado una pizca de confianza. Muchas familias han
aprovechado estos días de vacaciones para hacer un cierto dispendio y gastar
razonablemente con el consiguiente beneficio para la actividad económica del
sector de la hostelería, principalmente. Más allá de los beneficios económicos
que son muy importantes por lo que representan en puestos de trabajo, aunque
sean temporales, lo que realmente merece atención es la tendencia a demostrar
una cierta confianza en el cambio que experimenta España en los últimos meses.
No hay que echar las campanas al vuelo, ni mucho menos, porque la inestabilidad
internacional puede condicionar los índices de recuperación económica. No se
trata de arrimar la sardina al ascua del Gobierno, ni tampoco de la oposición,
la cuestión es impulsar lo que beneficia al conjunto de los ciudadanos. Esos
millones de parados que sufren diariamente el castigo de la crisis, del
desempleo, de la pérdida de autoestima, de la vivienda, de la unidad familiar y
de la propia dignidad de una sociedad que soporta la falta de unidad de acción
de algunos políticos incapaces de anteponer los intereses generales a los más
cercanos y partidistas.
Nos enfrentamos en pocas semanas a una prueba de fuego
con las elecciones europeas para la credibilidad y prestigio de buena parte de
los grandes partidos. Se planea un grave problema para los intereses de los
españoles, a medio y largo plazo: que esos mismos ciudadanos quieran castigar a
los políticos con un voto a partidos extremistas o, lo que sería un golpe
mayor, con una abstención brutal que erosionaría el sistema. O quizá supusiera
un trascendente toque de atención para aquellos políticos más pendientes de sus
intereses personales y partidistas que de solucionar los problemas de los
ciudadanos por no hablar de la corrupción por la Gurtel, Bárcenas, cursos de
formación o de los Eres.
Las elecciones europeos tienen una enorme relevancia
para la vida de los españoles que ellos mismos no alcanzan a valorar porque la
campaña se centra en asuntos internos de cada país o porque los medios de
comunicación no trasladan bien los mensajes y se quedan en la espuma sin entrar
en el contenido real.
Periodista. Director de 'Atalayar, entre dos orillas'. Colaborador en diversos medios como Punto Radio, Onda Cero, COPE, El Independiente y Colpisa. Colaboro en COPE, Colpisa, TVE, RNE y Diariocritico. Es autor de libros como 'Casco azul soldado español' o 'Misión: Líbano'. También fue director de los estudios 'Cómo informar sobre infancia y violencia' y 'Cómo informar sobre violencia contra la mujer en las relaciones de pareja' en colaboración con el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia.
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