Tres falacias como excusas
martes 22 de abril de 2014, 08:58h
Carecen de imaginación y les sobra torpeza. Me refiero,
claro está, a los muchachos de Susana. Siempre son los mismos argumentos los
que esgrimen cuando les cogen en un renuncio. Fundamentalmente son tres. A
saber, primero el confundir la parte con el todo; segundo, el decir que son
ellos los que han destapado el escándalo, y tercero, aplicar la teoría del
ventilador. Ocurrió con el fraude de los EREs y ha vuelto a suceder con la
llamada Operación Edu, es decir, con los dos mil millones desaparecidos en
ayudas a los fondos de formación.
Lo de la parte y el todo lo he explicado ya varias veces pero por si hay
alguien que aún no se ha enterado, lo volveré a repetir. Cuando alguien acusa
al Gobierno andaluz de algún chanchullo, sobre todo si éste acusador es de
fuera de la comunidad, la Junta siempre afirma que se está dañando e insultando
la imagen de Andalucía y de los andaluces, es decir, que para ellos, el
Ejecutivo de Susana Díaz, que, no lo olvidemos, no consiguió ni siquiera
vencer en las últimas elecciones autonómicas, es la imagen y la representación
de toda Andalucía, incluída la mayoría de electores que no los votaron y que
apoyaron al PP. Se trata, repito, de confundir al personal identificando la
parte -el Gobierno bipartito de PSOE e IULV-CA- con el todo, Andalucía y el
pueblo andaluz. Todo es fruto de esa fijación que tienen tras treinta años de
mandatos ininterrumpidos de que el cortijo es suyo y que lo que ellos hacen o
deshacen es lo que desean todos los andaluces sin excepción. E, insisto, ni los
andaluces tienen nada que ver con los EREs fraudulentos ni los andaluces se han
repartido los dos mil millones defraudados por los cursos de formación. Todos
sabemos, más o menos, quién o quiénes han sido los beneficiados de esa
primitiva que tan pródigamente han repartido los gobiernos de Manuel Chaves,
Pepe Griñán y Susana Díaz, así que no nos cuenten más cuentos
metiéndonos a todos en el mismo saco y que asuman sus responsabilidades. Los
andaluces también estamos hartos de ser la rechifla de casi toda España y parte
de Europa por culpa de unos gobernantes que han hecho de su capa un sayo y se
han dedicado a saquear las arcas públicas.
La segunda de sus falacias, lo de ser ellos los que destapan e investigan los
escándalos de corrupción internos suena a puro cachondeo. Dice ahora Susana que
la Junta lleva investigando los cursos de formación desde hace casi un año.
Pues estamos aviaos con los Sherlock Holmes de la Junta que no sólo no
han encontrado a nadie que metiera la mano sino que, además, han seguido dando
ayudas a diestro y siniestro hasta hace dos días.Ya pasó con los EREs, que hasta
que la juez Mercedes Alaya no levantó la liebre y comenzó a imputar a
políticos hasta llegar a la cúspide de la pirámide, nadie se había percatado
que habían desaparecido más de mil millones. Ahora hay que sumar otros dos mil
en algo que todo el mundo sabía que era, como afirma la UDEF, una fórmula para
mantener una red clientelar para conseguir votos. Vamos, como el PER, pero a lo
grande y beneficiendo sólo a unos pocos listillos casi todos ellos afines al
puño y la rosa. Con investigadores de esta calaña más le valdría a la Junta de
Andalucía haber puesto el caso en manos de Mortadelo y Filemón quienes
seguro, seguro, se hubiesen dado más prisa en encontrar a los responsables.
Y la tercera de las excusas es la típica teoría del ventilador. Cuando ven que
no se pueden quitar el muerto de encima porque las evidencias son abrumadoras,
llega el inefable Mario Jiménez, apoyado esta vez por su jefa Susana,
y pide que se investiguen las ayudas a la formación en las diecisiete
comunidades que conforman el Estado español porque supone que en todas partes
cuecen habas y que lo que han hecho ellos lo han tenido que hacer también
muchos presidentes autonómicos del PP. En eso estoy de acuerdo, pero ello no
quita que donde ya se ha descubierto la tostá, que ha sido en Andalucía y más
concretamente en Málaga, no comiecen a caer cabezas, entre ellas la de algún
consejero malagueño que seguramente conocía lo que estaba pasando.
Por todo lo dicho, va siendo hora de que los andaluces que no tienen comido el
coco con la copla y los informativos de Canal Sur, que por desgracia no son
muchos, comiencen a considerar la posibilidad de que la culpa de todas estas
corruptelas que surgen como setas en nuestta comunidad la tienen unos señores
(y señoras) que se han acostumbrado a hacer lo que le ha venido en gana con el
dinero de todos sin que nadie les pida cuentas. Y va siendo hora de
acabar de una puñetera vez con tanta mierda. Como se suele tatarear en algunas
manifestaciones, "ya no hay pan para tanto chorizo".