lunes 21 de abril de 2014, 12:47h
Pasada
la soleada Semana Santa viene la feria electoral y Elena Valenciano se
encuentra, a su debido tiempo, frente a Miguel Arias Cañete, que no llega
tarde, sino a su hora. No se sabe por qué razón los socialistas empujaron a la
Valenciano a una precampaña prematura, sin contrincante y sin ideas. Una
precampaña apoyada en polémicas sobre el aborto o la violencia de género que no
tienen encuadre en Europa sino en el interior, donde reina con sus leyes el
castizo ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón. A Arias Cañete no hay que
discutirle sobre las circunstancias del derecho específicamente español sino
sobre las aceitunas, las frutas, los vinos, la pesca, el euro y los asuntos
económicos sobre los que, muy probablemente, ejercerá como Comisario. Malo es
lanzar a una candidata de segunda división contra un "crack" de la eurocracia
pero, peor, es hacerlo antes de tiempo sin saber a quién se va a tener
enfrente. ¡Qué buenos candidatos ha despreciado el PSOE de su vieja guardia
socialdemócrata, capaces de discutir con Cañete!
Son
cosas propias de la ciencia de la tiempología, en la que se dice que es doctor
Rajoy, aunque unos lo atribuyen a simple parsimonia gallega y otros a una mente
maquiavélica. Lo cierto es que el manejo del tiempo forma parte de la
planificación de la política como de la guerra que, como escribía Clausewitz es
la continuación de la política con otros medios. Por ello a la logística, la
táctica y la estrategia habría que añadir la tempística que es el cálculo de la
oportunidad de los movimientos. Los angloparlantes le llaman "timing" y si
consultamos el Google nos lo traducirán por tempística que es el ritmo adecuado
para jugar las bazas fuertes en el momento apropiado. Al no graduar la
tempística, los socialistas han puesto nerviosa a su candidata y la han forzado
a gastar la pólvora escasa de que dispone antes de tiempo. Se han permitido
dudar de la cantera de que disponía el marianismo y especular sobre
candidaturas extravagantes, como la suya, mientras D. Mariano y D. Miguel
tenían preparado su probado misil Jerez-Bruselas desde meses antes, con
premeditación, alevosía y conformidad internacional. Así resulta que han ganado
las elecciones antes de que se hayan desempolvado las urnas y a pesar de los
castigos y descontentos provocados por el gobierno ejerciente. Pasada la Semana
Santa de ocio o penitencia, el trámite preelectoral le va a parecer pesado a
Elena Valenciano y ligero a Arias Cañete. Ella a recoger benévolas condolencias
y él a respirar aires de triunfo.
Elena
Valenciano se ha adelantado a criticar la influencia de Ángela Merkel en la
política europea sin pensar que marcarán el mismo paso el "popular" Juncker,
que patrocina Merkel con Rajoy, que el socialdemócrata Schultz que patrocina
Merkel con sus socios socialistas. En la Europa de nuestros días no hay papel
para un izquierdismo demagógico fuera de tono como el que predica Doña Elena.
Su precampaña adelantada solo ha servido para resaltar que predica fuera de
tiempo, antes de Arias Cañete y después de Arias Cañete. Las políticas
monetarias, fiscales y laborales europeas van a ser continuistas y el discurso
extraeuropeo de Elena Valenciano solo puede sonar como una matraca destemplada
en un concierto sinfónico.
Ex diputado y ex senador
Gabriel Elorriaga F. fue diputado y senador español por el Partido Popular. Fue director del gabinete de Manuel Fraga cuando éste era ministro de Información y Turismo. También participó en la fundación del partido Reforma Democrática. También ha escrito varios libros, tales como 'Así habló Don Quijote', 'Sed de Dios', 'Diktapenuria', 'La vocación política', 'Fraga y el eje de la transición' o 'Canalejas o el liberalismo social'.
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elorriagafernandezhotmailcom/18/18/26
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