El español ganó en Shangai en 2013
La superioridad de Mercedes, contra los deseos de repetir victoria de Ferrari y Alonso en el GP de China
miércoles 16 de abril de 2014, 10:53h
El Gran Premio de China de Fórmula Uno, que se disputará este fin de semana en el circuito internacional de Shanghái, mostrará si el piloto español Fernando Alonso (Ferrari), que ganó allí el año pasado, será capaz de recortar distancias ante la superioridad de Mercedes en este Mundial.
La prueba, que se celebrará allí por undécimo año consecutivo,
supondrá para Ferrari una esperada hora de la verdad, después de que Fernando Alonso
prometiera que "la revancha (frente a las flechas plateadas) será en
China", y dijera que es a partir de Shanghái, Montmeló y Mónaco cuando
su escudería debería empezar a subir al podio.
En efecto, la ronda anterior, en Baréin, en la que Alonso
acabó noveno y su compañero Räikkönen, décimo, era
técnicamente la peor del Mundial para su F14-T, pero también sirvió para
confirmar el difícilmente mejorable arranque de temporada de Mercedes,
cuyos pilotos acaparan las tres victorias hasta la fecha. Así, el alemán Nico Rosberg continúa liderando el campeonato, con 61
puntos, tras ganar el GP de Australia en Melbourne y quedar
segundo en los dos siguientes, seguido, a 11 puntos, por su compañero
británico Lewis Hamilton, que fue segundo en Australia y ganó en Sepang
(Malasia) y Sakhir (Baréin).
Les siguen en la clasificación el
alemán Nico Hülkenberg (Force India), también con un motor Mercedes, el
más adecuado a los nuevos requisitos de la FIA para el Mundial de este
año, a 33 puntos, y en cuarto lugar está Alonso, a 35 puntos, necesitado de empezar a recortar distancias si quiere mantener su aspiración al liderazgo.
Históricamente Shanghái no es un mal circuito para el asturiano, que
ganó allí por primera vez con Renault en 2005,
el año en que logró el primero de sus dos campeonatos mundiales, y que
repitió esa victoria el año pasado, la primera de las dos que logró
cosechar durante la temporada anterior. Con todo, Ferrari ha
sufrido para tratar de plantar batalla a la superioridad técnica de los
motores Mercedes en las tres primeras rondas del Mundial (en las que Alonso
acabó dos veces cuarto y una noveno), y en esta cuarta etapa se verá si
sigue lastrado por los mismos problemas de potencia y lentitud en las
rectas.
Tras los malos resultados de Baréin, y los años de sequía
desde que Räikkönen ganó para la escudería el Mundial de 2007, y el
Mundial de constructores que se logró en 2008, el que fuera durante seis
temporadas director deportivo del equipo de Maranello, Stefano
Domenicali, acabó presentando su dimisión. Le sustituirá por el
momento Marco Mattiacci, hasta ahora consejero delegado de Ferrari para
Norteamérica, un directivo brillante para la compañía, aunque sin
experiencia deportiva, que fue designado por el propio presidente, Luca
Cordero di Montezemolo, quien dijo "sufrir" en Baréin, al ver a sus
coches rojos tan lentos.
Aunque tampoco hay que descartar las
opciones del tetracampeón alemán Sebastian Vettel (Red Bull, con motor
Renault), que va quinto en el Mundial, a 38 puntos de Rosberg, y a sólo 3
de Alonso,
y que ya logró en Shanghái su primera victoria con su actual escudería
en 2009, los favoritos para la prueba de China son los Mercedes. Tras la espectacular batalla que ambos presentaron en las últimas 10
vueltas de Baréin, al frente de la carrera, en la que logró vencer
Hamilton, la expectación está garantizada.
Y si aquel fue
también el primero de los tres Grandes Premios ganados por el alemán en
la Fórmula Uno, el año pasado Mercedes logró además que Hamilton acabara
en el podio de Shanghái, con una tercera plaza, aunque también allí, en
2013, Rosberg debió retirarse de la carrera, como hizo su compañero
Michael Schumacher en 2012.
El Gran Premio de China se disputará
este domingo, día 20, a las tres de la tarde hora local (9 horas CET, 8
horas GMT), en un circuito de 5.451 metros, al que se darán 56 vueltas,
con un total de 305,256 kilómetros. El circuito chino, que cuenta
con un trazado muy amplio, con curvas muy cerradas y varias de las
rectas más largas del campeonato, incluida la mayor, de 1,17 kilómetros,
imita la forma de la palabra china "shang" ("subir", o "junto a"),
primera parte del nombre de Shanghái ("Junto al Mar" en mandarín).