'Lagrimas de cocodrilo': Florido abril
viernes 11 de abril de 2014, 19:59h
Que no, que
ya sé que no es abril, que es mayo el florido: pero éste es el mes de la
primavera plena, y quiero enmendarle la plana -y no- a T.S. Eliot, que ya es
tópica la crueldad de abril, y seguramente, preelectoralmente hablando, hasta
tenga razón.
A ver: "Abril es el mes más cruel: engendra / lilas
de la tierra muerta, mezcla/ recuerdos y deseos, despierta / a las inertes raíces con
lluvias primaverales". Claro: una ve, releyendo como cada año La tierra baldía -y qué lecturas tan
distintas se hacen según la edad, es decir, según la proporción de recuerdos y
deseos que nos convoca abril, que, pónganse como quieran, cambia con el bagaje
de cada quien cada año, según una regla casi casi fija: a más recuerdos, menos
deseos- y sin embargo..... Ah, el poder de la tierra, de la estación, del
renacimiento. A ver: el olmo viejo, me siento reverdecer, quién no mira y huele
los lilos y mira los botones de los árboles y ve a las malditas polillas
lanzarse como pequeños casi invisibles obuses sobre tu ropa "buena"...... Grrr.
Pero bullir, bulle la sangre. Y el recuerdo de cuando realmente bullía la
sangre. Y en ese cuando está la crueldad de abril, qué le vamos a hacer.
Y hoy tengo
el día algo juguetón, y, sabiendo que Eliot
es el más grande, y apoyándome en su dedicatoria a Pound, enorme poeta y fascista de tomo y lomo, y también en sus
iluminadores (pero) escritos poéticos y demás (que bien leídos también son
políticos), pues mire usted: miro otros brotes, y otros enterramientos, y espío
la sabiduría del viejo Tiresias -que de hombres y mujeres lo supo todo, que las
dos cosas fue y algunas intermedias- y me pongo a mirar esta tierra mía -de
aquella manera, por supuesto: del corazón, no de la propiedad, que esa ya se
sabe de quiénes es- y preelectoralmente, me da un escalofrío, como la que tiene
que enterrar algo o a alguien en su jardín, y dejo fluir recuerdos y deseos.
Los
recuerdos: uf. Hasta la crisis del 93 fue mejor. Y no digo más. Los niños
salían del analfabetismo, no entraban en él ni en la desnutrición por haber
nacido tarde. La generación de los nacidos a partir del 80 disponía de plaza
escolar y comedores asequibles. Es la primera generación escolarizada de
España, a raíz de la creación de 2.000 puestos escolares públicos DIARIOS por
el primer gobierno de Felipe González. Se contabilizaba y se remediaba el paro
histórico -los temporeros, que ahí están los recuerdos y para eso- y se ejercía
una cierta redistribución de la renta. Y así. Los obispos no se atrevían a
decir que homosexualidad y bestialismo son la misma cosa. Ibamos para arriba y
para adelante. Claro que es cruel abril.
Y los
deseos: se ven lucecitas? Yo si. A lo mejor sólo en mi deseo, pero....
En estos
días preelectorales aparecen varios libros iluminadores, cada uno a su modo,
cara a las elecciones europeas del 25 de Mayo: Por ejemplo, el de Jorge Urdánoz Ganuza, Veinte destellos de ilustración electoral (y
una página web desesperada) que es un manual de manipulación electoral, y
un repaso a lo que son los principios democráticos básicos, en el que la ironía
está servida desde el propio título nerudiano, y que ha publicado Ediciones del
Serbal. Tiene ese escepticismo de los jóvenes, que a una le llena de dolor,
porque parece que les hubieran quitado hasta los sueños.....
También está
en la calle, y estoy deseando leer, el del juez (en excedencia!) Elpidio Silva, La
justicia desahuciada (Planeta), en el que, al calor de su propia
instrucción del caso Blesa, y de la persecución implacable de la que ha sido
objeto, hace un diagnóstico del estado gravegravísimo
de la justicia española. Y no lo pongo con mayúsculas porque no las merece.
Si: no lo he leído, pero le oí personalmente y en persona (gracias, Cataré) el
diagnóstico: hace unos días, exactamente el mismo que comenzaba su excedencia,
presentó en el Ateneo del Madrid Democracia contra la
democracia, de Alberto Sotillos Villalobos
, publicado por la Editorial Lapsus Calami, que es todo un programa de
futuro, a partir de una crítica dura, muy dura.
El diagnóstico: "España pasa por un hundimiento económico que está
poniendo en evidencia el resto de las crisis que lleva años sin resolver.
Estamento por estamento, desde los partidos políticos a los medios de
comunicación, el sistema está tan viciado que las propias herramientas
democráticas están debilitando el sistema. La ciudadanía desconfía de cada
institución del Estado y no encuentra ninguna solución a unos problemas diarios
que cada vez crecen más en número y en gravedad", dice entre otras cosas. Pero
lo hace desde la creencia en la política y la necesidad apasionada de la
acción. Es un joven muy joven, no llega a los treinta. Pues a mí me ilusiona.
Y a ver (dos): los diagnósticos son terribles, hay momentos
en que me parece haber vuelto al Laberinto
español, de Gerald Brenan. Pero
hay otros en que le recuerdo en su casa de Alhaurín, de vuelta de aquel
secuestro londinense, en el 94, diciéndome:"lo que le ha pasado a España en
estos años de democracia, no tiene vuelta atrás". Me lo imagino abrileño, ya
viejo viejo, como estaba, y con sus azules ojos iluminados por la vista de los
lilos de su jardín, por la azulejería azul de su comedor-salón-estar-cocina,
por la felicidad de volver a la tierra que amó. En fin. Las cosas.