Todo transcurrió según el guión
establecido y no hubo grandes sorpresas ni en el fondo de los discursos ni en
la forma. Así, los portavoces del Parlament que hicieron uso de la palabra -Jordi
Turrull (CiU), Marta Rovira (ERC) y Joan Herrera (ICV-EUiA)- esgrimieron las
razones "democráticas" de su propuesta para alcanzar un acuerdo entre España y
Cataluña con el fin de celebrar un referéndum de independencia y advirtieron de
que, de lo contrario, buscarán "otras vías". Por su parte, el presidente del
Gobierno, Mariano Rajoy, se mantuvo inamovible en sus posiciones conocidas: que
la competencia para celebrar consultas vinculantes es "indelegable", que la
soberanía corresponde a todos los españoles y que no puede trasferir la
potestad de celebrar consultas independentistas a Cataluña porque entonces las
Cortes estarían facultadas para "liquidar la Constitución y el Estado mismo sin
el concurso ni la aprobación del conjunto de los españoles".
El resultado de la votación fue también el esperado y el Congreso rechazó por 299 votos en contra de la propuesta y 47 a favor la solicitud del Parlamento catalán para la transferencia de competencias para la celebración de un referéndum.Como estaba previsto, aunque
nadie lo había confirmado,
Mariano Rajoy hizo uso de la palabra para reiterar
los argumentos que viene esgrimiendo desde que se inició "el desafío" de
Cataluña. Pero fue un poco más explícito al desgranar el porqué el Congreso no
tiene la capacidad de transferir según qué competencias, como en este caso el
de la celebración de referéndum o consultas populares para la independencia de
una parte del territorio español. "SI este Parlamento tuviera la capacidad de
transferir la competencia de todas las titularidades exclusivas, o romper la
soberanía nacional, estas Cortes se estarían situando por encima mismo del
conjunto del pueblo español" afirmó Rajoy entre los aplausos de la bancada del
PP. De este modo, indicó que la única fórmula posible para dar respuesta a las aspiraciones del Parlament sería que se propusiera una reforma de la Constitución. "Hay una puerta abierta de par en pare para aquellos que no estén conformes con el actual estado de cosas: iniciar los trámites para una reforma de la Constitución", dijo.
Rajoy recordó que la Carta Magna estableció una monarquía
constitucional para asegurar la "protección de la soberanía nacional y la
inviolabilidad de los derechos fundamentales de los españoles. Y no los protege
del mal tiempo" sino que los protege del "gobierno, de las mayorías y de
cualquiera que no sea el pueblo soberano".
Asimismo, solicitó a los
portavoces del Parlament que no vistan
sus reclamaciones "del calor popular" ya que algunas cosas no van a cambiar "ni
con manifestaciones ni con plebiscitos". Y en este punto recordó que "nadie
impuso la Constitución en Cataluña" que fue refrendada por el 90,4 % de los
catalanes. "Esa fue la más genuina, la más libre y la más auténtica
autodeterminación de Cataluña", dijo.
Rajoy dijo no compartir la "hipotética
historia de agravios" que a su juicio esgrimieron los portavoces catalanes les indicó que "la
autonomía no supone transferencia de la soberanía, no otorga la propiedad del
territorio sino la responsabilidad de gobernarlo de acuerdo con la ley". Asimismo, reprochó a las fuerzas políticas catalanas que apuestan por la consulta que no trasladen a los ciudadanos las "consecuencias" de una hipotética independencia catalana. Así, enumeró que Cataluña "sería más pobre, saldría de Europa sine die, del euro, de la ONU y de los tratados internacionales" a los que sumó la pérdida de derechos que les corresponden "como ciudadanos españoles, incluido el de la libertad de entrada y circulación en su propia patria y en el espacio europeo".
Para concluir su intervención, Rajoy dijo: "Perdónenme la vanidad, pero tal vez yo creo en Cataluña más que ustedes" y afirmó que "no se entiende" España sin Cataluña del mismo modo que "resultaría incomprensible Cataluña sin el resto de España".
Por su parte, el secretario general del PSOE,
Alfredo Pérez Rubalcaba, ofreció hoy a
los independentistas catalanes un reforma de la Constitución para seguir
viviendo juntos. Previamente había rechazado el derecho de
autodeterminación de Cataluña, "que está concebido para irse", así como
la independencia de esa comunidad autónoma, subrayando: "
queremos seguir
viviendo juntos y decidiendo juntos". Más tarde, en su turno de réplica y visiblemente enfadado, el líder del PSOE negó que su propuesta para avanzar en un modelo federal que no incluya la autodeterminación porque "no estoy de acuerdo con eso" y animó a ICV que, "desde una postura de izquierdas vaya a defender este derecho de autodeterminación a Mieres o a Extremadura". Finalmente, Rubalcaba anunció que intentará convencer a Rajoy para dar una solución a este asunto "que es muy serio y nos preocupa mucho"
El líder de CiU en el Congreso,
Antoni Durán i Lleida, fue crítico con Rajoy a quien afeó no haber abierto ni un solo resquicio para sentar las bases de un diálogo constructivo para buscar una salida a este conflicto político. Para ello, puso mucho énfasis en destacar que "este no es un debate sobre la independencia, es un debate sobre la posibilidad de conocer lo que quiere el pueblo catalán". Asimismo, añadió que éste debate no responde a una cuestión "jurídica, sino política" y recordó que "a la hora de defender la Constitución no estamos dispuestos a recibir
lecciones, pues cuando la mitad de su grupo (en referencia al PP) votó en contra de ella,
nosotros lo hicimos a favor".
Finalmente, Durán i Lleida apostó por llevar a cabo una reforma de la Constitución, "aunque sea de forma mesurada" para buscar el correcto encaje de Cataluña en España.
En su turno, la líder de UPyD,
Rosa Díez, avisó a los nacionalistas de CiU de que, ni
aunque tuviera los seis millones de votos de los catalanes, sería
democrático "convertir a su hermano en extranjero". "Nadie puede quitar derechos a los ciudadanos", ha enfatizado Díez
durante su segunda intervención en el Pleno del Congreso, donde se
debate la propuesta del Parlament que pide que ceda a la Generalitat de
Cataluña la competencia para celebrar la consulta.
El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados,
Aitor Esteban, defendió el "derecho a decidir" de los
catalanes y los vascos y echó ern cara a los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, que utilicen la
Constitución como una "trinchera" para negar la posibilidad de celebrar
una consulta soberanista, señalando que la Carta Magna no es
"inamovible".
Por su parte, el Bloque Nacionalista Galego (BNG), Compromís-Equo y Geroa Bai,anunciaron un 'sí' a la consulta catalana para que se pueda ejercer el derecho
democrático a decidir y escuchar a los catalanes "sin interferencias" de
PP y PSOE, a los que han acusado de tener "miedo a la democracia".
Se buscarán "otras vías"
El primero en intervenir para
defender la propuesta del Parlament fue el portavoz de CiU,
Jordi Turrull,
quien tras destacar el "derecho a decidir su futuro" del pueblo catalán
advirtió de que si no es posible realizar la consulta soberanista mediante un
acuerdo con el Gobierno central y las Cortes Generales, buscarán "otras vías".
Así, Turull pidió que "nadie se
lleve a engaño: Cataluña no está en un camino sin salida" y añadió que los dirigentes
catalanes tienen un "mandato claro" de la sociedad de Cataluña, que respaldó el
derecho a decidir sobre su futuro en las últimas elecciones autonómicas con un
70 % del voto.
Marta Rovira, de ERC, quien bajó
las escaleras hacia la tribuna de oradores saludando a todos, incluso le tendió
la mano a Rajoy y a la vicepresidenta,
Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró en
su intervención que los catalanes llevan años "intentándolo todo" para lograr
un encaje de Cataluña en España satisfactorio para ambas partes y, ahora, "los
ciudadanos tienen la sensación de haber llegado al final del camino". Y agregó
que ahora, Cataluña quiere llegar a un
acuerdo que "depende de ustedes, que es legal y es constitucional" y que todo
ello depende exclusivamente de dos elementos como son "la voluntad política y
la sensibilidad democrática".
Finalmente, el portavoz de ICV-EUiA,
Joan Herrera, inició su intervención poniendo en valor los acuerdos que
hicieron posible la Constitución y la voluntad política que permitió trabajar
juntos a personas tan alejadas ideológicamente como
Jordi Solé Tura o
Miquel
Roca "mientras otros trabajaban para torpedearla como el señor
Aznar".
Asimismo, dijo no entender el afán del Gobierno central en esgrimir como
argumento la soberanía nacional cuando "los mismos que lo esgrimen ceden
soberanía nacional a los mercados".
Así, aseguró que lo "razonable"
sería que el Gobierno "no negara" la demanda de consulta del pueblo catalán y "canalizarla"
pero que lo único que han encontrado hasta el momento es "autoritarismo y
desprecio".