Pilar Urbano repitió varias veces
durante la presentación de su libro 'La gran desmemoria' que el golpe de Estado
se llevó a cabo "sin pretenderlo el Rey" debido a que el general
Alfonso Armada
"estaba lanzado y se veía como el presidente del Gobierno
in pectore". En este
sentido, explicó que tras la intentona
golpista, es cierto que
Adolfo Suárez pensó que el Rey "le ha traicionado", lo que da
lugar a reproches mutuos de "traición".
Así, Urbano puso mucho énfasis en
separar "las dos operaciones" que se fraguaban a comienzos de los años ochenta,
a pesar de que "una desemboca en la otra": la operación Armada por un lado y el
Golpe, puro y duro, por otro. En este sentido, aseguró que "el Rey no fue un golpista" y destacó
la valentía del monarca al apostar por una democracia popular y no por una
democracia "tutelada y fantasmal como querían
Arias Navarro, los generales del
Ejército, empresarios y falangistas".
De todas formas, reconoció que su libro ha podido "molestar al Rey" ya que en él se cuenta que hubo momentos en el que el monarca "tuvo miedo" y que algunos, como Arias Navarro, le trataba como a un "niñato". Asimismo, el libro afirma que el Rey "puso palos en las ruedas" a Suárez, a quien calificó como "un grande de España que se ganó su chusco de pan día a día y con humildad y valentía" y que fue el artífice, junto con el Rey, de la llegada de la democracia a España.
De esta forma, la veterana
periodista y escritora valenciana quiso aclarar "algunas cosas" que se han
publicado sobre esta obra. De hecho, Urbano es consciente de las críticas que
ha recibido su libro aunque se molestó por el hecho de que todas ellas vienen
de" gente que no lo ha leído". "Ladran, anuncian acciones judiciales pero yo
sólo puedo decir que quien no quiere conocer la verdad es porque ama la mentira".
Así, indicó que es el libro "más criticado y menos leído", y añadió que sabe que "hay apetito" porque "si
hay polémica, el libro se vende más pero yo esa polémica ni la busco ni la
quiero".
Lejos de arrugarse por las
numerosas críticas y no pocos desmentidos sobre lo conocido de 'La gran desmemoria', Urbano reivindicó todas y cada una de las cosas que cuenta
en sus más de 900 páginas. Así, explicó que lo que pretende con la publicación
del libro es "devolver a los españoles su derecho a saber la verdad" y rechazó
que haya querido "contar cuentos".
Respuesta a las críticas
Pilar Urbano defendió sus "fuentes"
y citó expresamente a
Sabino Fernández Campo, a
José Mario Armero y a
Federico Carvajal,
entre "otras muchas como periodistas, 'fontaneros' de La Moncloa, militares" y
la consulta de numerosos archivos personales y papeles de todo tipo que los
protagonistas de aquellos años guardaban celosamente y que ahora custodian sus
familiares. De hecho, aseguró que ninguna de estas fuentes que continúan vivas
y que ha empleado para escribir el libro negarán nada de lo que le han contado.
Pilar Urbano tuvo palabras para
Felipe González, quien aseguró que la periodista y escritora
no tiene
credibilidad y "miente más que habla". En este sentido, se congratuló porque el
ex presidente socialista "haya encontrado por fin su profesión: joyero". "Felipe
González está en su derecho de decir lo que quiera, es muy fantasioso". En este sentido, añadió que las críticas de González quizá tengan que ver con que el libro cuenta que estaba "dispuesto a ser vicepresidente en un Gobierno dirigido por un general", en referencia a Alfonso Armada.
Tras explicar que la salida del
libro días después de la muerte del ex presidente Adolfo Suárez se ha debido a
una "casualidad", y después de reconocer que el hijo del ex presidente "está un
poco protestón", Urbano enseñó el burofax que le había enviado
Suárez Illana "el 1 de abril", es decir, cuando el libro no estaba aún en venta. "Cuando el hijo de Suárez lea el libro, le gustará. Nadie le ha hecho un homenaje así a su padre", dijo para añadir acto seguido que, si no es así, es decir, si no le gusta el libro, "pues con su pan se lo coma". TAmbién se mostró molesta por el hecho de que Suárez Illana le haya reclamado dinero por utilizar la foto tomada en el jardin de la casa de los Suárez en la que se ve al ex presidente y al Rey de espaldas. "Querrá unos maravedíes. Si hubiera sido otro lo hubiera considerado una mezquindad pero creo que está nervioso" por los actos fúnebres tras la muerte de su padre.
Urbano hizo también un breve resumen de lo que cuenta en 'La gran
desmemoria', que calificó como una obra "dura, fuerte y, a veces, increíble". "En
este libro no hay gurteles ni burdeles, no hay gente como
Bárcenas" dijo
Urbano, quien puso en valor a los políticos de la Transición y recordó el gesto
Felipe Rodríguez Sahagún, quien "vendió un Picasso para pagar las deudas del
CDS y su mujer le dejó de hablar durante un año".
En una multitudinaria rueda de
prensa, en la que la autora incluso se
atrevió a imitar el acento catalán de
Jordi Pujol o de
Josep Tarradellas y a
bromear con los periodistas (a uno le dijo que se parecía a
Rubalcaba "pero más
guapo") Pilar Urbano destacó la necesidad de desclasificar papeles y archivos
de nuestra historia reciente.