Sin sorpresas en Repsol: Brufau cuenta con el apoyo de sus accionistas, pero se mantiene la tensión con Pemex
viernes 28 de marzo de 2014, 14:18h
Los accionistas de la petrolera española Repsol aprobaron el viernes un
acuerdo con Argentina, que les compensa con 5.000 millones de dólares
por la expropiación de una participación en su unidad YPF, en una junta
en que se percibió la tensión entre la dirección de la compañía y la
petrolera estatal mexicana Pemex.
La petrolera mexicana Pemex, accionista de
referencia de Repsol con una participación de más del 9%, dejó claro que
"no tiene intención de secundar o promover ninguna separación" de los
negocios de 'upstream' y 'downstream' del grupo petrolero español, ya
que considera que la integración de ambas actividades "es el modelo de
negocio mejor" para la compañía, y aseguró que la polémica al respecto
"es artificial".
El grupo mexicano, que intervino en la Junta General de
Accionistas a través de Julio Francisco Poulat, subrayó que considera
que la integración de ambas actividades "es el modelo de negocio mejor"
para la compañía, aunque reafirmó que votará en contra de esta
propuesta, ya que dejar "encorsetado" a Repsol no es beneficioso.
Así, señaló que, en el caso de ser aprobada la propuesta, supondrá
"un blindaje que quita valor a la empresa y pone a la compañía en manos
de una minoría de bloqueo". "Repsol debe estar para afrontar los retos
que la competencia le demande. No puede tener ningún condicionante y no
debe abrazarse un modelo de negocio estático para quedarse abrazado a
él; debería servir de experiencia el negocio de gas natural, vendido
finalmente a terceros", aseguró Poulat.
Además, Pemex, que felicitó al consejo de administración y a la
dirección del grupo por el acuerdo alcanzado con Argentina para poner
fin al conflicto por YPF, recordó que esta propuesta de cambio
estatutario cuenta también con la oposición de las agencias de
recomendación de votos ('proxies'), y consideró que la adopción de esta
medida, "que no está justificada", dejaría al grupo en "una posición de
desventaja competitiva".
El controvertido punto 8 del dia
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha defendido este viernes el blindaje
de la compañía ante una posible segregación de sus divisiones de
exploración y producción de hidrocarburos ("upstream") y de refino y
márketing ("downstream") porque ese riesgo "está hoy aquí".
Durante su intervención en la Junta General de Accionistas de la
petrolera, Brufau ha recordado que "no será la primera vez que nos
enfrentamos a operaciones no muy transparentes" -en referencia a Lukoil o Sacyr- y que "estos riesgos están ahí, están hoy aquí, porque hay mucho ruido, hay mucha crítica que no se entiende bien".
Aunque
el directivo no ha precisado cuáles son estos riesgos, ha señalado que
el Consejo de Administración ha tomado "conciencia de la importancia de
proteger la compañía".
La Junta de Repsol votará hoy un cambio
estatutario para que cualquier operación de escisión, segregación o
enajenación que suponga que la petrolera deje de ser una empresa
integrada tenga que contar con el voto favorable de tres cuartas partes
del Consejo de Administración y, posteriormente, del 75 % la Junta.
Brufau
ha defendido que ser una compañía integrada presente en todas las fases
del negocio petrolífero, como ocurre ahora con Repsol, otorga ventajas
de escala que permiten abordar ambiciosos proyectos de inversión que
requieren miles de millones de euros.
Asimismo, ha indicado que
contribuye a la diversificación de riesgos geopolíticos, ya que el
negocio de "donwstream" está en estados miembros de la OCDE
mientras que el "upstream" está en "países más complejos", aumenta las
oportunidades de inversión y permite sinergias al sumar áreas de la
compañía.
"Desde el punto de vista de negocio sería una barbaridad
que alguien pudiese separar, a través de comportamientos no del todo
lineales, esta compañía en dos" sin la aprobación de los accionistas de
Repsol "para perder lo que esta casa ha construido a lo largo de 25
años", ha afirmado.
El directivo ha señalado también que seguirá
siendo posible emprender escisiones o fusiones de la compañía con el
suficiente número de votos "porque si una operación es buena (...)
ustedes la van a aprobar".
"El problema es cuando la operación no es buena para todos, sino que es buena solo para uno", ha concluido.