martes 25 de marzo de 2014, 07:48h
En el momento de su
muerte, Adolfo Suárez rinde un último servicio a España: recordar y valorar su
obra política que se centra en el consenso para beneficio de todos los
españoles. Las circunstancias de aquellos años son diferentes a las actuales
pero hay elementos esenciales de su acción política que reclaman plena
actualidad por su acuciante necesidad. Todos hablan bien de Suárez y de su
trascendencia política para España pero nadie se aplica esas virtudes asimismo.
Es decir, la búsqueda del consenso para alcanzar logros fundamentales para la
convivencia de todos los españoles como la Constitución o la generosidad y
valentía adecuadas para firmar los Pactos de la Moncloa.
Son los dos ejemplos
más evidentes que nos afectan más directamente en la España de hoy donde los
responsables políticos de los grandes partidos y de los pequeños han sido
incapaces de ponerse de acuerdo para salir de la crisis, a pesar de los 6
millones de parados y el gravísimo daño social sufrido en numerosos sectores de
la sociedad española. Lo del respeto a la ley resulta casi ridículo tener que
mencionarlo pero es inevitable resaltar la necesidad de demostrar categoría
política para haber resuelto, antes de tomar la envergadura actual, el
conflicto en Cataluña. Por supuesto que Adolfo Suárez no era perfecto y cometió
errores pero sabía lo que tenía que hacer y sabía hacerlo. Desde la ley de
reforma política, la legalización del
partido comunista, la reforma fiscal o el divorcio, con el castigo constante
del terrorismo y las intentonas golpistas de una parte del Ejército.
La muerte de Adolfo Suárez puede representar
un punto de inflexión en el comportamiento político si los protagonistas de la
situación actual se creen de verdad lo que dicen que representó el presidente
del Gobierno que recuperó la democracia en España y, sobre todo, se lo aplican.
En España, hay que morirse para que se hable bien de uno, incluidos los medios
de comunicación y algunos periodistas que en su día fueron implacables
depredadores de Adolfo Suárez y estos días aprovechan columnas y programas de
radio y televisión para glosar su propia vanidad cuando entonces ni estaban ni
se les esperaba. En cualquier caso, Adolfo Suárez forma parte de la buena
historia de España.
Periodista. Director de 'Atalayar, entre dos orillas'. Colaborador en diversos medios como Punto Radio, Onda Cero, COPE, El Independiente y Colpisa. Colaboro en COPE, Colpisa, TVE, RNE y Diariocritico. Es autor de libros como 'Casco azul soldado español' o 'Misión: Líbano'. También fue director de los estudios 'Cómo informar sobre infancia y violencia' y 'Cómo informar sobre violencia contra la mujer en las relaciones de pareja' en colaboración con el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia.
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