Hay temas tabú, temas que uno piensa a veces, pero que
no se atreve a verbalizar preso de un sinfín
de prejuicios que podrían
ponernos (eso pensamos, al menos)
frente a sabios, doctos y letrados hombres
de Ciencias y de Letras que podrían
sacarnos al arrabal, si osamos
expresar tan indignos e inconfesables pensamientos.
Pero, de pronto, alguien se atreve a decir lo que piensa, se identifica con él media
humanidad y uno deja de sentirse un Robinson Crusoe y se descubre como parte pasiva de un grupo más que numeroso, que tampoco se había
atrevido a salir del "armario
intelectual".
Digo todo esto porque ha caído en mis manos, como llovido del cielo, un libro tan provocador, valiente, personal y
atrevido, como inteligente y entretenido
que el autor ha tenido
la osadía de titular, ni más ni menos que Historia estúpida de la literatura
(Ed. Espuela Plata, 216 pgs.). Uno de los apellidos del convicto y confeso autor, el segundo, Jardiel, tiene ya
reminiscencias humorísticas, irónicas, sarcásticas o sardónicas, según los
casos. Y es que Enrique Gallud Jardiel, su autor, es nieto, ni
más ni menos, que del nunca bien ponderado autor dramático y
español Enrique Jardiel Poncela.
Pero
las Letras no son asimilables a la nobleza, en donde a uno le viene
la bicoca por herencia. No, aquí
la cosa hay que trabajársela. Gallud
Jardiel no es
un arribista, ni un oportunista de tres al cuarto, que ha
visto un hueco en el mercado cultural
y lo ha llenado con cuatro bobadas
propias o ajenas. Gallud es
Doctor en Filología Hispánica y ha enseñado en universidades de España y del
extranjero y ha publicado, entre otras cosas, más de una
treintena de ensayos literarios, históricos y filosóficos, un diccionario
indi-español, todo lo cual no le ha librado
de terminar hasta la coronilla "de tanta erudición y tanta mandanga", razones
todas por las cuales uno colige que
este libro no es sino el
resultado de una venganza largamente perpetrada por el autor.
Tirios y troyanos
El
libro aborda temas tan
sugerentes como El ventilador en
la poesía española, La misoginia del bolero, o Cómo entender a Góngora en quince días, hasta Qué nos
enseñan las zarzuelas, Las claves literarias
del carácter hispano, o El comité de Kafka.
Gallud no se para en mientes y da cabida
en su historia desde Homero
hasta Shakespeare, del Infante don Juan Manuel a Garcilaso, Cervantes, Quevedo, Lope
de Vega, Tirso, Calderón, Fray Luis de León o Alonso
de Ercilla; de Pérez Galdós, Gómez de la Serna, García Lorca, Julio Cortázar, Jorge
Luis Borges a Gabriel García Márquez,
entre muchos otros afamados e ilustres
autores.
Pero,
seguro de que el autor encajará deportivamente alguna crítica, advirtámosle
también que su historia no es completa y le sugerimos que, en futuras ediciones,
investigue concienzudamente
escritos de los no menos
afamados colegas del tenor -y
solo citamos algunos- de James Joyce,
Noam Chomsky, Caballero Bonald o de académicos de la Lengua, a quienes Gallud Jardiel podría poner también en solfa,
como -y cito textualmente al autor- a
los demás "autores pelmazos, a los
libros infumables, a los clásicos soporíferos, a la preceptiva
académica, a los estudios pedantes, a las investigaciones absurdas y a otros
varios aspectos de ese negocio del que
comen los libreros y al que muchos se empeñan tontamente en definir como arte literario".
Vamos,
que si
Vd. quiere formarse y, sobre todo, pasar un rato excelente
de lectura no deje de acercarse a esta
Historia estúpida de la literatura. Inmediatamente entenderá
aquello que se dice de quien
tiene, y mucho, de sus antepasados: de
casta le viene al galgo.