Si el 1 es Arias Cañete, el número 2 será el 'auténtico jefe'
del PP en Estrasburgo
Rajoy no se fía ni de los suyos: no les dice quién será el número 1... y mucho menos quién irá de 2
miércoles 12 de marzo de 2014, 16:47h
Lo que es saberlo, el gallego ya lo sabe, pero no se lo dice
ni a los suyos porque no quiere sorpresas y quiere apurar todos los plazos
posibles. Mariano Rajoy ha reunido a su gerifaltes provinciales y les ha
arengado para hacer una campaña 'a por todas', pero no les ha dicho ni quién
será el número 1 en la lista ni mucho menos quién será el número 2, dado que,
si el 1 fuera Arias Cañete, el número 2 se haría cargo del grupo cuando Arias
Cañete se fuera de comisario europeo el próximo mes de octubre.
A Mariano Rajoy le gusta mantener la tensión, incluso entre
sus propios dirigentes, de los que no se fía. En alguna ocasión se le escuchó
decir -cuando un micrófono quedaba abierto sin saberlo- '¡joder, qué tropa!',
lo cual es muy sintomático y explica por qué el presidente del Gobierno y del
PP mantiene el suspense sobre su candidato número 1 para las elecciones al Parlamento
Europeo del próximo 25 de mayo.
Es verdad que los plazos están con Rajoy: es decir, que
tiene de tiempo hasta el 13 de abril para designar su lista para Europa -el 13,
y no el 7 como equivocadamente dijo la secretaria general del PP y presidenta
de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal-. Pero mantener en tensión a su
propia gente no parece muy inteligente... no lo parece, pero debe confortar a
Rajoy, porque el pasado lunes no reveló nada al Comité Ejecutivo Nacional del
PP -los mandamases del partido- y este miércoles no ha soltado prenda ante los
presidentes provinciales y regionales a los que ha reunido para pedirles que
hagan una campaña 'a por todas' en las elecciones del 25 de mayo.
Alguno, como el coordinador de campaña del PP de Badajoz,
Juan Antonio Morales, le ha llegado a preguntar a él, al líder carismático, por
el nombre del tal candidato, pero Rajoy se ha limitado a decir a los dirigentes
territoriales que "en breve" lo anunciará, que será "bueno y
representativo del partido" y que "creo que será del gusto de todos", según
fuentes asistentes a la reunión.
Pero lo que quieren saber en el PP no es sólo el nombre del
número 1, o cabeza de cartel, sino también el del número 2. Y lo quieren saber
por una razón muy simple: si el número fuera, como parece previsible, el actual
ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, cuando éste deje el
europarlamento en octubre próximo al ser nombrado vicepresidente de la Comisión
Europea y comisario de algo -¿acaso Economía?-, el número 2 en las listas, sea
quien sea, se convertirá en el jefe de hecho de los eurodiputados del Partido
Popular en Estrasburgo. Por eso es tan importante saber el número 2 como el 1.
Como el líder es mudo, los burdos rumores corren como la pólvora y hay quien dice que el número dos podría ser Antonio López Istúriz, aunque hay quien lo desmiente, porque Istúriz es fundamental como dirigente del Partido Popular Europeo, el cual domina a la perfección. Y estos que desmienten a los otros hablan entonces de Ramón Luis Valcárcel, que ha salido demasiado pronto de la Presidencia de Murcia para integrarse en las listas europeas. Pero otros dicen que sí, que Valcárcel irá en las listas, pero no de número 2. Etc.
En todo caso, y haciendo caso omiso a tanta rumorología, a Rajoy le gusta sentirse deseado y en la reunión de
este miércoles, al igual que en la del pasado lunes, se ha limitado a exigir a
los suyos un esfuerzo adicional para intentar ganar unas elecciones que parece
que el PP puede perder estrepitosamente. No les ha hablado, pues, de
candidatos, pero sí de la importancia de las elecciones europeas -como si no lo
supieran sus gerifaltes locales- como prólogo de los comicios autonómicos y
municipales de 2015, y en este contexto Cospedal y Carlos Floriano han pedido a
los cargos territoriales la movilización de alcaldes y concejales para abordar
la campaña europea como si fueran unas municipales.
Por cierto, que mientras Rajoy arengaba a los suyos
pidiéndoles ser muy batalladores en la explicación de las 'bondades del
Gobierno', dos centenares de personas se concentraban ante la sede del PP, en
la calle Génova de Madrid, en protesta por el cierre de cuatro plantas
embotelladoras de Coca-Cola. Ni qué decir tiene que la concentración coincidía
con la reunión del presidente del Gobierno con los presidentes provinciales del
PP con motivo de las elecciones europeas.