1. Esperar un retorno inmediatoLa
gran mayoría de empresas no invierte en contenidos puesto que busca la
manera rápida de obtener beneficios. Calcular el retorno de la inversión
de los contenidos es una tarea muy compleja y requiere de un trabajo en
profundidad en el que para analizar el tráfico o la calidad de éstos
hay que tener presentes previamente factores como saber lo que se quiere
conseguir con cada contenido, el coste de ello y el valor de la
producción y mantenimiento de cada contenido, aspecto que suele
olvidarse en la estrategia.
2. No tener un flujo de trabajo definidoEn
un trabajo donde intervienen varias partes y distintos procesos a la
vez es necesario que haya un flujo bien claro y definido. Tareas como la
ideación, la creación de contenidos o la optimización deben de estar
correctamente interiorizadas por parte del equipo editorial para que no
se dupliquen y se produzca una falta de control y calidad del trabajo
final. De esta manera, se consigue ganar más tiempo y productividad en
la empresa.
3. Pensar sólo en crear contenidoUna buena estrategia de contenidos no se basa únicamente en la creación de contenidos, sino en la difusión, promoción y optimización del contenido existente para mejorar la perdurabilidad y garantizar que el usuario encuentra información correcta en todo momento.
4. Ignorar el contenido existenteOptimizar significa asegurarse de que el contenido tiene sentido después de un tiempo y
construir relaciones entre el contenido generado previamente, que atrae
tráfico, y el contenido nuevo, gracias a enlaces en los mismos u otras
tácticas. Para que todo ellos sea posible, el contenido tiene que ser
atemporal y que perdure en el tiempo
5. No priorizar audiencias Muchas
empresas dirigen sus contenidos a amplios segmentos de usuarios
pensando que será para todos será importante la misma información. Sin
embargo, la realidad es que crear listas de usuarios tan amplias no es
productivo. Lo correcto es conocer a cada persona o empresa y definirles
en profundidad para poder generar un contenido que tenga un sentido
real y, sobretodo, que sea efectivo y lleve a conseguir los objetivos
fijados. Lucas García recomienda priorizar los contenidos, como mucho,
para una o dos personas. Es cierto que puede ser de interés para varias
personas a la vez pero dirigir y segmentarlo nuestros a un número
pequeño de grupos de usuarios muy concretos y definidos será más
efectivo.
6. Foco en cantidad y no calidadLa
gran mayoría de empresas se centran en el volumen, en la constancia y
en cumplir un calendario propuesto. Sin embargo, cuando se habla de
generar contenido de calidad, muchas veces hay que prescindir de ello
puesto que, si no se consigue generar un contenido excelente y
diferencial que lleve a los objetivos propuestos no sirve de nada.
Socialmood comenta que no hay que tener miedo a crear contenido escaso,
hay que buscar la excelencia. Un mayor contenido siempre implica más
esfuerzo, más dinero y mantenimiento y más de todo. Es importante que
haya un objetivo de negocio claro que responda a una necesidad del
usuario.
"El contenido que sobreviva será el que realmente aporte valor a la cadena", añade Lucas.
7. Medir únicamente con Google AnalyticsLo
más importante de la estrategia de contenidos de una empresa es
conocer la audiencia. Se necesita saber quiénes son, qué les gusta, qué
necesitan... Para ello, se recomienda realizar encuestas de satisfacción
o newsletters personalizadas para saber cada vez más sobre los
usuarios. Los informes de
user testing también ayudaran a saber
cómo navegan y cómo usan los contenidos que se han creado. Cuanto más
conocimiento se tenga sobre un internauta, más valor se podrá aportar ya
que se sabrá lo que necesita en cada momento.
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