Rajoy, el mago de las tormentas
jueves 27 de febrero de 2014, 12:50h
En dos días, los que ha durado el debate sobre el estado
de la nación, Mariano Rajoy se ha consagrado como un auténtico mago de las
tormentas, dejando a su principal adversario, Alfredo Pérez Rubalcaba, empapado
y desconcertado ante la lluvia tecnocrática que le caía encima, en la que juntó
a los datos de los últimos meses, expuestos como lluvia fina por el presidente,
éste dejó caer sobre el secretario general del PSOE el granizo de la memoria:
los ocho años de los gobiernos socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero.
Para contentar a todos, las famosas y poco creíbles
encuestas de vencedor y vencido le dan el triunfo a uno u otro dependiendo del
medio en el que se publican. No es lo importante, esas son las hojas, ni
siquiera los árboles, que no pueden impedir que veamos el bosque. Y lo "
frondoso" de la situación es que los cien euros lineales y mensuales para cubrir la seguridad social de los nuevos
contratos apenas se va a notar en las cifras de paro dado que su efecto sobre
el coste laboral es las empresas es mínimo. Y lo mismo ocurre con la promesa de
eliminar el impuesto del IRPF a partir de 2015 a todos aquellos que cobren
menos de 12.000 euros brutos. Si las cifras de los técnicos de Hacienda son
exactas, los 400.000 españoles que podrán " beneficiarse" de la
medida verán como dejan de ingresar en Hacienda la bonita cifra de 4 euros al
mes.
La tecnocracia que rige la economía y las finanzas
españolas desde hace dos años y pocos meses, unida a esa misma tecnocracia que
ópera en Europa, es experta en lanzar cifras, números y datos que se repiten a
lo largo de un determinado periodo , casi siempre coincidiendo con momentos
electorales. Como ahora que se asoman en el horizonte inmediato los comicios
europeos y es mucho lo que se juegan los dos grandes partidos españoles en las
urnas.
Esa circunstancia explica los distintos comportamientos
de Rajoy y Rubalcaba. También el del resto de líderes que intervinieron en el
debate del Estado de la Nación. Es verdad que se esperaban las " noticias
fiscales" por parte del presidente, pero no es menos verdad que en su
primera intervención el líder del PP sorprendió a sus rivales, sobre todo al
socialista, que no tuvo más remedio que olvidarse de las cifras presentes y
pasadas y recurrir a las proclamas sociales habituales en los mítines de
campaña electoral para responderle. Dos estrategias muy distintas que se
explican por el simple hecho de que uno gobierna con mayoría absoluta y puede
ofrecer datos y promesas, mientras que al otro sólo le cabe recurrir a la
" simpatía social" que la situación de crisis despierta entre la
mayoría de los españoles a los que las grandes cifras macroeconómicas apenas
les dicen nada, y es la micro de cada día lo que les mueve a opinar sobre los
mensajes de los dirigentes políticos.
La magia de los números es superior a la magia de las
palabras. Así lo entendieron en nuestro país aquel grupo de gobernantes
conocidos durante el franquismo por los Lopez, con Laureano Lopez Rodó a la
cabeza, que con su Plan de Estabilización le dieron oxígeno a un régimen que se
derrumbaba por su propia incapacidad de dar bienestar a sus ciudadanos, veinte
años después de haber ganado la Guerra Civil. No hay mucha novedad de
fondo de entonces a ahora: crisis del sistema, altísimo paro,
desigualdades sociales crecientes, clase media desaparecida, intervención
exterior en la economía, necesidad de inversiones industriales... Así podíamos
seguir hasta llegar al centro del problema político: a finales de los años 50
del siglo pasado había que cambiar todo, despojando al régimen de una carga
ideológica que le asfixiaba, para que nada cambiase en la cúpula de la
sociedad.
Ahora se siguen pidiendo cambios políticos en la
estructura del estado y de los partidos, pero ya se han efectuado las grandes
reformas sociales que se exigían desde el exterior: en educación, en sanidad,
en el mundo laboral, en la justicia... Lo que les ocurre a nuestros
gobernantes, con el presidente Rajoy a la cabeza, es que, cuando parece que se
puede " disfrutar" del momento de gloria van los otros números y nos
dicen que los salarios han bajado más de lo que aseguran las fuentes oficiales,
que cerramos el año 2013 con una décima del PIB peor de lo pensado. Y para
rematar vienen desde Europa y nos dicen que el famoso céntimo sanitario que
lleva más de diez años operando sobre los carburantes es ilegal y que habrá que
devolverlo. Trece mil millones de euros que pueden echar por tierra todas las
previsiones de control del déficit, que ya por si mismo parecía difícil de
cumplir.
La gran verdad tras las palabras vertidas en el edificio
madrileño de la Carrera de San Jerónimo es que ya estamos en campaña electoral,
y que así vamos a estar hasta el 25 de mayo, y que luego seguiremos hasta el
mayo de 2015 y posiblemente hasta noviembre de ese mismo año. Con otro debate
sobre el Estado de la Nación en el,que de nuevo se busquen vencedores y
vencidos. Allí estarán todos los que han estado en estos dos días, con una
única incógnita: ¿ estará Alfredo Pérez Rubalcaba?