Évole, me rindo a tu talento
martes 25 de febrero de 2014, 09:16h
Me puse cómodo para ver el
anunciado programa de Jordi Évole "Operación Palace". No habían pasado diez
minutos cuando me llamó Carlos Santos, excelente amigo y periodista:
-¿Qué te parece?
- Todavía no me creo lo que
estoy viendo.
- Yo lo que no me creo es
nada.
- Yo tampoco, pero esto
solamente puede tener dos finales: o mañana sale un montón de gente, por
ejemplo Felipe González, o termina como el programa La Guerra de los Mundos de
Wells, explicando que todo es una farsa.
- Yo apuesto por el segundo.
Y me rindo al talento de Evole.
- Y yo también.
Luego todo transcurrió como
ustedes conocen. Pero el programa, seguido por casi cinco millones de personas,
apuntó algunas cosas que no se saben o que saben algunos y que son muy
interesantes.
El Rey estaba implicado en un
golpe, el suyo, el golpe de timón del que tanto se habló. ¿Cómo? Forzó la
dimisión de Suárez y promovió la candidatura de Calvo-Sotelo como presidente y
de Alberto Oliart como ministro de Defensa. Miláns del Bosch sería Jefe de
Estado Mayor.
Pero, ¿qué había pasado
antes? Don Juan Carlos estaba al tanto de todos los golpes en marcha -que eran
tres y alguien ayudó a hacerlos confluir en uno- encomendó a Miláns que
"embridara" todo aquello y el general cumplió en la reunión de la calle General
Cabrera de Madrid con generales de alta graduación y Tejero. Todo bajo control,
pensó el Rey que, como buen defensor de la Corona, estaba al tanto de todas las
cartas. De ahí su sorpresa cuando le informaron de los tiros en el Congreso y
de su cautela a salir en Televisión hasta que no tuvo atados y bien atados a
los capitanes generales.
Y acertó al elegir su golpe
de timón. Fue cuando Armada dijo aquello de "el Rey se equivoca", frase que
explica muchas de las cosas que sucedieron después. Armada siguió hablando en
nombre del Rey, como había hecho hasta entonces, solo que desde ese momento lo
hacía motu propio. Y Movió los hilos de Milans.
Tejero no era un loco. Era un
hombre audaz que sí tenía gente detrás y si no que se lo hubieran preguntados a
varios generales y a la ultraderecha de Girón. Luego pasó lo que pasó, se tuvo
que llegar a un pacto, lo que permitió que algunos que deberían haber entrado
en prisión, ni siquiera fuesen a juicio.
Se podrían contar muchas,
pero muchas más cosas, unas sabidas y otras menos. No puedo coincidir con Su
Majestad el Rey Don Juan Carlos, que dijo hace un año aquello de que sobre el
23 F se sabe ya todo. Usted es muy posible que lo sepa, señor, pero la mayoría
de los españoles, ni hablar.
Pero volvamos al principio:
en efecto, Jordi Évole, me rindo a tu talento.
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (1)
26738 | Cuquiña - 25/02/2014 @ 23:47:23 (GMT+1)
No veo la Sexta, esa noche me llamó un hijo nacido el año del golpe de Estado y que por tanto no lo vivió, extrañadísimo, para preguntarse si yo sabía algo. Todavía no salgo de mi asombro viendo cómo se puede jugar con las cosas serias, fue una auténtica convulsión, un momento grave y ahora gente seria como Ansón, Leguina, Onega, Garci haciendo el gili inventándose una mentira sobre algo trágico. Que Gabilondo se prestara después de los terroristas suicidas en calzoncillos, no es extraño, pero los otros inconcebible. Y Jordi Evole encantado de ser cómplice y ganar audiencia, en él sí que lo veo normal, el share manda. Un joven frívolo e irresponsable, los otros cómplices necesarios absurdos
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