Ante la división existente, se quiere mantener la
proporción 7-5
El Constitucional no debatirá sobre la secesión de Cataluña hasta que se nombre al sustituto del fallecido Hernando
viernes 21 de febrero de 2014, 12:34h
El Pleno del Constitucional no tomará ninguna
decisión sobre el recurso presentado por el Gobierno de Rajoy contra la
resolución del Parlament catalán respecto al 'derecho a decidir' en tanto el
Senado no elija al magistrado que debe sustituir al fallecido Francisco José
Hernando. El sucesor, seguramente, será Ricardo Enríquez Sancho, el magistrado
más veterano de lo Contencioso del Tribunal Supremo y quien ya formó parte de
la Sala del 21 que decidió sobre la impugnación en 2007 de las listas de los
abertzales de izquierda de ANV. El Gobierno quiere una proporción en la
votación de al menos 7-5.
Según ha sabido Diariocrítico de fuentes jurídicas,
ante la división existentes entre 'conservadores' y 'progresistas' respecto a
la cuestión catalana, el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco
Pérez de los Cobos, no debatirá en el Pleno la resolución del Parlament catalán
sobre el derecho a decidir, recurrida por el Gobierno, hasta que no esté
completo todo el tribunal. Es decir, hasta que se elija al sustituto de Francisco
José Hernando.
Es lo que quiere también el Gobierno de Mariano
Rajoy, porque ahora mismo el Tribunal se halla muy dividido: seis magistrados
están a favor de las tesis planteadas por el Gobierno en su recurso de
inconstitucionalidad, pero cinco lo están en contra. Lo que quiere el Gobierno
es que se mantenga la relación de 7-5, en vez de 6-5, y eso sólo se obtendrá
cuando el Senado elija al sucesor de Hernando, que falleció el pasado 29 de
noviembre.
Hernando fue elegido magistrado del Constitucional
en 2010 -tomó posesión en enero de 2011-, tras haber presidido entre 2001 y
2008 el Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Estaba
adscrito al llamado sector conservador, y había sido elegido por el cupo de
comunidades autónomas a propuesta del Partido Popular.
Por eso, en teoría, el sucesor de Hernando debe
formar parte del 'cupo' del PP, a propuesta de las comunidades autónomas. Debe
ser elegido por el Senado, y hasta el momento se han presentado tres
candidatos: el magistrado del Tribunal Supremo Ricardo Enríquez Sancho,
propuesto por los parlamentos de Murcia, Andalucía, Aragón, Cantabria, Valencia,
Castilla-La Mancha y La Rioja; José Luis Costa, propuesto por el Parlamento
gallego, y el catedrático Antonio Rovira, propuesto por el Parlamento de Cataluña.
El elegido permanecerá en el puesto el tiempo de mandato que le quedaba por
cumplir a Hernando, es decir, hasta diciembre de 2016.
Los tres candidatos serán examinados el próximo 4 de
marzo por la Comisión de Nombramientos del Senado. Una vez declarada su
idoneidad, la Comisión enviará la terna al Pleno de la Cámara, donde se elegirá
un nombre en una votación secreta y en urna. Para ser designado candidato,
deberá obtener el apoyo de tres quintos de los senadores, mayoría con la que ya
cuenta el PP sin necesidad del apoyo de otros grupos parlamentarios.
Nadie duda de que el elegido será, con toda
probabilidad, el magistrado del Supremo Ricardo Enríquez Sancho, un hombre sin
duda conservador. Enríquez formó parte de la Sala Especial del Tribunal Supremo
que en 2007 mantuvo la deliberación más larga seguida nunca en el Alto
Tribunal: los 16 magistrados examinaron una por una las 133 listas de ANV
impugnadas, y viendo las relaciones de candidatos hasta llegar a un fallo que dio
la razón al Gobierno y al fiscal y declaró fuera de las elecciones del 27-M todas
las listas impugnadas como continuadoras de Batasuna.
Pero es que en esa sesión maratoniana, Enríquez tuvo
un papel fundamental en el último momento delicado, que fue al abordar el
fundamento segundo del borrador de la sentencia, en el que se vertían una serie
de consideraciones que podía interpretarse como una crítica procesal al
Gobierno. La mayoría se inclinó por hacer una sentencia que no diese pie a
interpretaciones en clave política, y ese fundamento quedó laminado.
Y ahí es donde actuó Ricardo Enríquez Sancho, el
magistrado más veterano de lo Contencioso, que redactó en tres líneas clave la
expresión mayoritaria del Supremo: que la Sala se limitaba a juzgar las
pretensiones ejercitadas por la Fiscalía y la Abogacía del Estado, de acuerdo
con las exigencias del principio dispositivo. Esto es, que la Sala Especial
quería una resolución seria y profesional y no tenía intención de suscitar
ningún debate político.
Ricardo Enríquez Sancho, nacido en 1944, es
Presidente de la Sección Cuarta desde 1995. Magistrado del Alto Tribunal desde
1991. Ingresó en la carrera judicial en 1972 y fue 4º en el escalafón oficial.
Comenzó en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Puerto del
Rosario (1972). Entre 1972 y 1974 estuvo en el homónimo de Jerez de los
Caballeros. Del 74 al 75 fue destinado al Juzgado Único de Arenas de San Pedro.
Y entre el 75 y el 76, en Avilés. Desde 1989 a 1991, Sala de lo
Contencioso-Administrativo del TSJ de Madrid..