"La tendencia es tu amiga".
Esta es una creencia bastante común cuando se trata de operar en los mercados
financieros. Según esta afirmación, si una tendencia es el resultado de la
mayor parte de la negociación en el mercado, es decir, si la mayoría de los
participantes operan en la misma dirección, ¿no tendría sentido seguir a la
multitud?
No necesariamente. Si bien es
cierto que las tendencias surgen cuando la mayoría de los participantes en el
mercado están en consenso, muchos esperan hasta que la tendencia es fuerte y se
establezca para luego unirse. Desafortunadamente, este incremento es a menudo
una señal de que la tendencia está a punto de terminar.
Si nos fijamos en el proceso
del efecto
burbuja en el mercado, podemos ver cuatro etapas:
la acumulación, la subida, la distribución y el colapso de la tendencia.
Etapa de acumulación
La etapa de acumulación se produce
después de que una burbuja haya estallado y es entonces cuando los inversores
expertos y gestores de fondos comienzan a invertir en un mercado. Como el
sentimiento del mercado cambia de negativo a neutro, más participantes
comienzan a comprar y los precios empiezan a subir.
Subida de precios causada por la euforia
Una vez que los precios han
mostrado un aumento constante, la mayoría (tardía) entra en el mercado
impulsada por la euforia, haciendo que los precios crezcan y registren picos.
Los primeros inversores de la fase de acumulación comienzan entonces a vender
sus activos, lo que hace que los precios comiencen a estabilizarse, lo que
otros inversores ven como una oportunidad de compra, alimentando la euforia y
por tanto las subidas de precios.
Distribución
Esto hace que los precios den
un salto final, y los vendedores comienzan a dominar el mercado en la fase de
distribución. El sentimiento se convierte en mixto y los precios pueden variar
en semanas. Con el tiempo el sentimiento se traduce, de la codicia y la
esperanza al miedo y al pánico.
Colapso y estallido de la burbuja
A continuación los precios
comienzan a colapsarse y muchos inversores venden. Otros, a la espera de
ganancias en caso de que el mercado se vuelva, sólo cierran su operativa una
vez que el mercado se ha desplomado en un 50% o más.
En este ciclo, los inversores
que han hecho las mayores ganancias son los que no han seguido a la multitud:
el que compró mientras que la confianza era todavía negativa y los precios eran
bajos y vendió cuando golpeó la euforia. Y, una vez que el mercado baje en un
50% o más y el último de la mayoría tardía cierre su operativas con pérdidas,
los inversores iniciales (los expertos, los gestores de fondos) empezarán a
comprar de nuevo volviendo a la fase inicial de la burbuja.
Aunque seguir la tendencia de
los mercados puede resultar rentable especialmente en el trading de acciones e índices
bursátiles, unirse a una tendencia porque el sentimiento es abrumadoramente
positivo o negativo puede resultar en pérdida en vez de en ganancias.
El presente artículo no constituye asesoramiento sobre inversiones.