ETA, más de lo mismo, pero mirando la 'vía catalana'
sábado 08 de febrero de 2014, 11:12h
ETA ha
hablado, y lo ha hecho a través de un comunicado para decir tres cosas que se
resumen en una sola: que hay que romper el inmovilismo del Gobierno de Rajoy creando
una mesa de negociación netamente vasca, en la que la banda estaría
presente para hablar de las cosas que la atañen directamente; es decir,
su disolución y una salida para sus presos. En otras palabras, que
dado que España no va a crear de ninguna manera una negociación como la que intentó
Zapatero en 2006 y 2007, esa negociación deberán hacerla exclusivamente todas
las fuerzas políticas de Euskadi... y mirando a la 'vía catalana'.
El comunicado de ETA difundido este
sábado a través del diario Gara dice, en realidad, tres cosas. Primera, que la
organización terrorista va a intentar romper en un futuro inmediato el
inmovilismo del Gobierno de Rajoy con "aportaciones significativas"
para "alimentar" el proceso de paz. Es decir, que, según el análisis
que hacen medios conectados con la lucha antiterrorista, la banda está
anunciando que en breves fechas -antes de seis meses, según anticipó el
lehendakari vasco, Iñigo Urkullu-, ETA podría hacer una entrega simbólica de
armas. Estos medios creen que ETA ya 'ha preparado' el escenario para la
localización de determinado armamento, y que sólo falta la puesta en escena de la 'entrega'.
Segundo punto -o 'compromiso', en la
terminología de la banda-: dado que Rajoy, por temor a la contestación interna
en el PP y en las asociaciones de víctimas, no mueve ficha, la banda se
'compromete' a ponerse en contacto con la Comisión para Impulsar el Proceso de
Paz que surgió del Foro Social del pasado mes de diciembre. Ante el inmovilismo de los gobiernos de España
y Francia -ETA sigue insistiendo inútilmente en una 'negociación a tres
bandas'-, se trata de apostar por una vía netamente vasca para aportar
soluciones al 'conflicto' y obligar al Gobierno a moverse debido a la presión
del conjunto de la sociedad vasca.
Y tercero, en cualquiera de los casos, ETA
quiere "tomar parte en las conversaciones y negociaciones que se puedan
utilizar con el objetivo de lograr la resolución y la paz". Es decir, que propone
la creación de una mesa negociadora en la que estuviera la propia ETA, como ya
estuvo en 2006-2007 con el Gobierno de Rodríguez Zapatero, mesa que fue
'dinamitada' junto a la T-4 de Barajas por la actitud intransigente de 'Thierry',
'Txeroki' y otros elementos extremos de la banda, actualmente en prisión.
Ahora bien, en este punto ETA quiere
hablar de cuestiones muy internas: cambiar la paz definitiva y la posible disolución
final de la banda por una salida negociada de sus presos y de los terroristas
que aún están en el 'exilio' y con causas pendientes con la justicia española o francesa. Así se
deja caer en el comunicado reproducido por Gara: ETA estaría en la mesa negociadora "para ofrecer
nuestro punto de vista y para introducir en la agenda de diálogos las
cuestiones que afectan directamente a nuestra organización, que están entre los
ingredientes para una resolución integral".
Para el Gobierno español, este
comunicado no aporta nada nuevo y produce, sin embargo, un efecto de rechazo y marcha
atrás en el propio Ejecutivo del PP. Ahora bien, existe el temor a un punto que
está inherente en el comunicado de los terroristas: la apuesta que ETA y la izquierda abertzale
parecen hacer por lo que se conoce ya como la 'vía catalana' a la secesión. Medios
próximos a la lucha antiterrorista creen que ETA está planteando que Euskadi se
sume a un modelo similar al de Artur Mas y Oriol Junqueras, abriendo una nueva
vía de confrontación política y pacífica contra el 'Gobierno de Madrid'. Y lo creen así porque, al igual que le pasó a Mas con la imprsionante manifiestación de la Diada de hace dos años, ETA ha hecho una lectura similar con la gran manifestación de Bilbao del 11 de enero, que reunió a al menos 135.000 personas, más de los que sumarían en Vizcaya las bases sociales de los agentes convocantes.